La santa del profesor

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— Buenos días jóvenes — suspiro cansada. Esta era la penúltima clase para irse a su casa.

Todo el día fue entrevistada por sus compañeros sobre su supuesto "secuestro"

Estaba ansiosa por ya largarse. En esta hora tenía clase de matemáticas. Pff matemáticas a los que les gusta las matemáticas son masoquistas y no hay duda de ello.

Y claro como el universo la odiaba la última hora era con un guapo profesor de ojos grises que le enseñaba alemán.

Intento poner atención a la clase pero es que no pudo concentrarse. Su mente divagaba a todo lo que pasó ayer.

Tantas emociones en un solo día.
Vergüenza, miedo, enojo, lujuria, exitacion, desconfianza, confianza, extrañeza, enojo, indignación y podría seguir con todas las emociones que sintió en tan solo un día.

Para empezar estaba el supuesto "entrenamiento" de Ethan quien sabrá que mosca le picó que ahora la quería sumisa.

Mensa pero si para eso firmaste el acuerdo - la regaño su conciencia.

Además que solo la había dejado con las ganas, lo único que le dió fue la humillada de su vida.

Desnudarse y abrir las piernas. A ver si ya le había abierto las piernas pero el pudor seguía ahí dándolo todo.

Y por último ese chico, ¿Cómo dijo que se llamaba, ¿Loki?, Parecido, ¿Liki?, Estaba segura que empezaba con "L" ¿Luka? Si era ese o ¿Era Loko?

Si bueno como sea ese chico al cual le dije que tenía un hámster, ¡No tengo hámster! Tengo un perro su nombre es gordo. Y bueno el beso...

— Señorita Garza, ¿Me escucho? — preguntó el hombre con bigote.

— Luke — susurro para ella misma al recordar ese nombre.

Parpadeo en repetidas ocasiones. Se me hizo chistoso porque ya había estado en una situación así. Por no poner atención terminé teniendo sexo con el profesor.

Por eso es importante poner atención.

— No — dije pero al instante me arrepiento — es que yo estaba pensando en lo vivido — ¿En lo vivido?

Si, mi supuesto secuestro era algo muy bien vivido.

— Esta bien, solo intenté concentrarse — siguió con la clase.

Eso me gusto, pero me da miedo mentir y que me descubrieran. No era buena mintiendo ¿Quien es bueno mintiendo?

Aziel — maldita conciencia.

Ese hombre solo trato de confundir me. Pero para sacarme de dudas hablaría con él. Ethan o... Aziel.

La campana sonó sacándome de mis pensamientos, ¿Tanto tiempo estuve  nadando en los recuerdos de mi mente?

Me puso tensa al ver quién entraba al salón. El mismo que entraba y salía dentro de mi vagina.

Sacudo la cabeza fuera pensamientos impuros.

Narrados en tercera persona.

— Buenos días — Una voz fuerte resonó por el lugar.

La mirada gris recorrió a todos sus alumnos, hasta que se plasmó en una rubia la cual lo miraba con un toque de molestia.

La ignoro.

— Muy bien espero que todos estén preparados porque serán los exámenes y yo no suelo ser blando con mis estudiantes — observó a un muchacho gordo.

Odiaba a los gordos. Comian de todo pero después se quejaban de su sobrepeso y para no sentirse como la basura que eran, promovían la obesidad a todo lo que fuera, y ni hablar de sus malditas frases.

La santa del profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora