Polvo blanco

597 18 0
                                    

La rubia caminaba rápido hacia el estacionamiento.

— ¿Podrías ir más lento? — Ethan no hablo.

Después que Ethan la desamarro de la silla, la joven pidió un explicación que claro él no le otorgó.

— Sube — las palabras del ojigris salen secas de su boca.

Algo que Lauren no dejó pasar desapercibido, con una opresión en el pecho se subió sin decir nada más.

El camino fue silencioso, pero no tardo mucho cuendo el automóvil se aparco en un bar.

— ¿Entraremos ahí? — Lauren no se sentía muy convencida.

Por el contrario el pelinegro saco un cigarrillo para encenderlo y ponerlo sobre sus labios.

— ¿Asustada? — se burló mientras dejó salir el humo hinalado.

— No, señor — Lauren sabía muy en el fondo que cada cosa que hacía mal, tendría consecuencias.

Su acompañante bajó sin avisarle. Comenzó a caminar en dirección al bar la rubia casi tuvo que correr para llegar a su lado.

No hablo, solo se dedicó a observar el lugar, no era de noche pero adentro estaba oscuro y pareciera que lo fuera, además que había gente, (mejor dicho hombres) que estaban hebrios por tanto alcohol.

Lauren pegó mas su cuerpo a su acompañante, algunas miradas se pasaron en ellos o mejor dicho en ella.

Miradas sucias, esas miradas que te echan los hombres que con tan solo que te vean de esa forma ya te sientes violada.

La chica trato de ignorarlo. Llegaron hasta una puerta donde dos hombres estaban con armas en las manos.

— Vengo a ver a Dirmit — El pelinegro hablo fuerte y claro.

— ¿Quien lo busca? — contesto un gorila con el mismo tono de voz.

— El que le va a meter la polla si no abre ahora — no dijeron nada los dejaron pasar.

Adentrándose al lugar era otra vibra.
Diferente a la de allá fuera.
En este lugar olía menos a tabaco por que cabe resaltar que si olía.

Ethan se acercó al escritorio que estaba en el cuarto y con este apagó su cigarro tirando la colilla al piso.

— No tenías que hacer eso. — Una voz a sus espaldas hizo que la chica diera un salto para correr a esconderse detrás de su señor.

El hombre camino hasta ponerse detrás del escritorio y sentarse con elegancia.

— Solo me buscas cuando tienes problemas, ¿Qué problemas tienes esta vez? — La rubia lo observabo detenidamente.

Ethan camino por el lugar despacio analizado la situación. Muy en el fondo le divertía.

— Vengo por una grande — el supuesto "Dirmit" sonrió.

— ¿A cambio de? — Ethan acompaño su sonrisa burlona.

Lentamente su grisesca mirada se pasó por la mujer que temblaba de miedo y que se estaba abrazando a si misma.

— A cambio de ella. — el corazón de Lauren se detuvo.

No le dió tiempo de reaccionar cuando unas manos la jalarón hacia atrás para poner su espalda en el escritorio.

Era Dirmit.

Intento patear lo pero solo logro que este se pusiera en medio de sus piernas. Rompió su blusa dejando sus pechos con el brasier al aire.

Ella volteó la cara para ver a Ethan, pedirle ayuda, socorro ¡Tenía miedo! Por el contrario el de la mirada gris veía todo desde un cómodo sillón que estaba en una esquina con una sonrisa en la cara.

— Basta, por favor basta — Rogó al sujeto que la soltará pero este nego divertido.

¡¿Por que se reían?! Ella solo podía llorar.

El hombre saco un polvo blanco el cual dejó caer entre los pechos de Lauren quito su brasier admirando su paga.

Chupo sus pechos e inhaló la droga que había echado. Dejó marcas muy recias. Demaciado notorias. La rubia volvió a buscar con la mirada a su amo pero no lo encontró sentado donde anteriormente estaba.

¿La dejo? Se negaba a pensar en ello.

Cerro sus ojos mientras se quejaba de dolor por el hombre que estaba chupando y mordiendo sus pechos.

Un sonido retumbó el lugar.

Lauren abrió los ojos asustada Dirmit calló sobre ella, mientras la sangre estaba en todos lados, tenía sangre en su cara. Asustada grito intentando se levantar con esfuerzo dejó caer a Dirmit a un lado tapo su senos que estaban al descubierto con sus manos.

Al fijar la mirada al frente. Vio la mirada de Ethan. Lo mató. Fue lo que pensó.

Pero no entendía. Él la llevo con Dirmit, ¿Por que lo había matado entonces?

— Nadie toca lo que es mío — dijo acercándose a ella.

— ¿Soy tuya? — preguntó una ves que lo tenía en frente.

— Hay un contrato que dice que sí.
— la besó.

No un beso suave. No. Si no un beso fuerte, autoritorió, en este beso dejaba en claro que era suya, pero... ¿En verdad era suya?

Sus lenguas se movían en una pelea donde ninguno quería rendirse. Solo se soltaron cuando ya no tenían aire.

— Vámonos — dió una mirada rápida al hombre.

— ¿Llevarás eso? — preguntó Lauren mientras la agarraba de la mano para caminar.

— ¿Por qué crees que vinimos? —  le dió risa ver cómo la cara de la rubia pasaba de confundida a sorprendida.

La mente de Lauren iba a explotar. ¿Por que quería un arma? ¿Cómo es que pasaron de que Ethan solo le diera clases a darle como cajón que no cierran? ¿Era un asesino? Porque en su cara no se vio remordimiento alguno cuando disparo a Dirmit... Dirmit. ¿Quien era Dirmit?

.
.
.
.
.
.
.
.

Quiero empezar a escribir un capítulo por día, de tal manera que subiría un capítulo por día. (●♡∀♡)

Solo que me lleva al rededor de una hora escribirlo pero X ♡




( Posdata ahora que estoy editando el libro no pude lograr eso.... Lo intenté  y fue agotador.)

La santa del profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora