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Capitulo 1

Olivia.

Me sostengo de la barra de ballet para tener un total domino de mis movimientos y controlar cada posición mencionada por mi madre, no puedo fallar.

Delicadeza y belleza.

Destreza y fortaleza.

Es lo que mi madre siempre ha dicho del ballet, fui criada e instruida por ella para ser la mejor. Tengo que ser mejor que ella, por esa razón no me permito fallar. Pongo mis ojos en el gran espejo que abarca toda la pared frente mío y en donde puedo apreciar mi figura por completo, la veo. Sus ojos azules idénticos a los míos observan mis piernas esperando fallar.

Respiro con tranquilidad, calmando cada una de mis extremidades a su vez.

—Piernas firmes, Olivia— la golpea con un poco de fuerza. No pronuncio ni una sola queja tras ello. —. Aunque tus pasos sean fuertes y determinados debes demostrar la delicadeza en ellos. Es la belleza de la danza.

No contesto.

—En punta— ordena la posición y la realizo a tiempo.

Busco el equilibrio en mis puntas nuevas, enderezo mi cuerpo a tal grado que ningunas extremidad se encuentra para nada encorvada. Ella odia eso.

El tiempo pasa y ella sigue sin pronunciar palabra alguna y la observo caminar de lado a lado mientras sigue observándome. Me mantengo en punta no se desde que tiempo hace ya, el tiempo en esta posición está pasando factura en mis piernas que han comenzado a temblar levemente, ya no siento la fuerza en mi dedo pulgar del pie.

Realizo ejercicios de respiración para controlar el aire que sale de mis pulmones solo para no demostrarme cansada frente a mi madre que no ha dejado de mirarme.

Mi madre odia que muestre la debilidad en mis emociones.

"Las emociones son una debilidad Olivia, si se la muestras a las personas te jodes, porque ellos siempre tendrán algo con lo que volverte débil. Nunca la demuestre, especialmente en aquello que te pueden volver débil."

Es lo que ella siempre me dice.

—¿Estas cansada?— su pregunta no muestra ningún sentimiento al ser emitida por ella.

—No— miento.

Estoy cansada a más no poder, las puntas de mi zapatillas son nuevas, es la primera vez que la uso y por un descuido mío de no haber estado a la hora indicada por mi madre en la academia me hizo hacer que la utilizara sin ablandar. Eso no debería de molestarme, ella siempre dice que con el peso y la pasión ideal triunfas en el mundo de ballet.

Isabelle Rossi. La mejor bailarina italiana de su época, ya esta retirada de los escenarios, pero no del mundo del ballet. Su deseo es que yo como su única hija siga sus pasos dominando el ballet al igual que ella en sus tiempos de gloria.

Ese es su deseo, no el mío.

Tengo pasiones muy diferentes a las de ellas, soy bailarina profesional, una de las mejores ahora mismo. Pero mi deseo nunca ha sido ese.

—¿Sabes Olivia?— mi madre llama mi nombre de la manera más fría posible. —. Hoy iniciamos la rutina de ballet para la presentación de la escudería Ferrari— dice y cierro los ojos con fuerza. Ya no puedo aguantar más el estar en punta. —, no estuviste aquí, llegaste tarde por un imprevisto.

—Lo siento yo...— vuelve al golpear mis piernas haciéndome perder un poco de equilibrio.

Reacciono con rapidez y me estabilizo antes de caer.

Correr hacia ti ( Run 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora