Correr hacia ti ( Run 2)

12. 🏎️

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Capitulo 12

Alessandro.

—¿Tienes algo para decir de eso Alessandro?— pregunta Mónica ignorando a Olivia.

—Si es cierto. Cada palabra.

Veo a Mónica mover su cabeza en aceptación. Aún no responde y ni siquiera mira a oliva en ningún momento.

—Ni Colin ni tú valoran mi trabajo— se queja Mónica luego de unos minutos. Ahora soy yo el que no respondo. —. Debes de salir pronto de Italia e ir a Austria.

Sale de la habitación en donde se encuentra mi gimnasio sin decir más. Miro a la rubia aún para a mi lado sin haberse movido. Está molesta, las facciones de su cara me lo demuestran.

—Oye espera— la sujetó de su brazo deteniéndola cuando comienza a caminar..

—Suéltame Alessandro.

—Dame un segundo— me planto frente a ella.

Me mira con desafío y molestia a la vez.

—Tu segundo ya pasó— me empuja haciéndome retroceder un poco.

Joder. ¿Estoy mal porque me guste este carácter?

—Un minuto entonces— trato de sonar divertido, pero desisto de ello cuando veo su cara furiosa.

—¿Quieres ser chistoso ahora Lombardi?— da un paso hacia mí. —. Para yo enseñarte el significado de la palabra.

Aparto los mechones rubios de su rostro con delicadeza. Sonrío por lo rudo de sus palabras, Olivia golpea mi mano para quitarla de su cara furiosa.

—Déjame en paz Alessandro— dice alejándose de mi. —. No voy a retrasarte más y evitar que los millones de la escudería Ferrari se pierdan por yo divertirme.

—Los millones no me importan— musitó acercándome a ella y acorralar su cuerpo con el mío contra el enorme cristal frente a nosotros.

—No le pareció lo mismo a la mujer que estuvo aquí hace unos minutos.

Me distraigo dos segundos con sus labios marcados con una suave tonalidad rojo cereza. Muevo mis dedos apartando mi camisa rota y proponerme dejar los botones de sus pechos firmes del mismo color. Luego dejare algo más, pero no hay apuro en ello.

—Mónica solo es exigente con su trabajo bella no podemos juzgar— expongo.

—¿Ella es...?

—Agente de publicidad de Prescott y mía, lleva años trabajando para ambos y la escudería.

—¿Y se comporta así siempre?— se escucha un poco más calmada.

—Depende de con quien trate— Olivia está por soltar una queja más y me adelanto a callarla con un beso. Es extraño que siempre quiera besarla, ni con Jessica sentía la necesidad. —. Hablaré personalmente con ella y la próxima vez que la veas recibirás una disculpa lo prometo.

Asiente a mis palabras y vuelvo a besarla. No me quedan muchas horas en Italia y necesita aprovéchala al máximo con ella.

—Debo irme— declara. Mojó su cuello con mis besos.

—Yo igual, pero estoy aquí.

Toma mi rostro en sus manos provocando que nuestra mirada se encuentre y mantengan una pequeña guerra entre el azul divino que ella posee y la miel caótico que heredé de mi madre. Esos colores son una combinación perfecta y ni siquiera sé por qué lo pienso.

—No quiero problema con tu agente de publicidad— roza mis labios con los suyos. —. Dejemos algo para cuando regreses ¿sí?

Niego a esa petición. Ella ríe haciendo que el sonido sea mi favorito.

—Una hora me basta para despedirme bella— trato de conversarla de que repitamos lo de hace poco. Niega riendo.

—¿Te crees capaz de hacerlo en una hora?

Desde hoy odio a Mónica.

Escucho sus pasos acercase hasta mi cocina, enderezó mi cuerpo bajando la IPad en mis manos esperando su llegada. Se detiene un segundo mirando a todos lados de mi cocina y sé que lo hace buscando a Mónica.

—Ella no está aquí— le confirmo sus sospechas.

Respira profundo antes de acercase a mí. No sé cómo Mónica lo hizo pero consiguió todo lo necesario para que Olivia pudiera vestirse decentemente antes de marcharse de mi departamento.

—¿Cómo hiciste para conseguir ropa tan rápido Lombardi?— pregunta. Se detiene frente a mí, el olor de gel de ducha llega a mis fosas nasales. —ni siquiera saliste de aquí.