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Capítulo 37.
Alessandro.
La sonrisa pícara que ha sabido mantener todo este tiempo, no la ha borrando. Las palabras de Olivier se siguen repitiendo en mi cabeza.
—Espero que estés muy feliz Lorenzo y que me demuestre lo mucho que querías que este momento llegara.
Lorenzo reprime una la sonrisa.
—De lo único que no me voy a repentir de este momento en saber que siempre tuve razón con tu hermana— vuelve a matárselo. —. Eres más bella y perfecta cara a cara que en una foto.
—Gracias— le dice con pena.
Miro a mi lado, en su dirección y soy testigo de cómo su rostro se encuentra levemente sonrojado por las palabras del tal Lorenzo. Mis celos aumentan más de lo que yo mismo podría llegar a pensar y con ello mi arrebato por quitarle su mano de ella sin ninguna delicadeza o amabilidad.
Que le quede claro desde ahora que ella no está disponible.
—a ver Olivier. ¿A quién querías engañar todas esa veces que me pedías no exagerar con la belleza de tu gemela?— inquiere alzando una de sus cejas.
Juro por Dios que si continúa alagando a mi mujer le voy a partir toda su cara y ahí veremos quién queda más hermoso.
—No quería engañar a nadie— le responde Olivier disfrutando la situación. A mi cuñado lo miro fulminantemente. —. Sabes cómo no me gusta exponer a mi familia con otros.
—No tienes que exponérsela a los ojos de otros hombres, ella está conmigo— buscó su mano, la misma que Lorenzo tenía antes. La entrelazó con la mía y limpió la zona en la que él puso sus labios besándola para dejar un beso de los míos ahí. —. Ya deberías de tenerlo en cuenta.
Su hermano no cambia la expresión seria de su rostro con mis palabras. Hasta ahora solo lo he visto sonreír con Olivia sin ningún esfuerzo.
—No necesito tener nada en cuenta— dice. —. A cambio de ti. Tú si deberías de tener en cuenta que tu tiempo con mi hermana llegó a su fin— la mira nuevamente. —. Vas a irte conmigo y no se discute Olivia...
Olivia lo interrumpe.
—Claro que sí, Olivier. No me puedes pedir que me vaya contigo a Londres de la nada.
—Aquí no estás a salvo— vuelve a repetir mirándome a mí. —. Tú permitiste que tu ex pareja se acerque a ella dos veces y que atentara contra su vida.
—Te dije que lo mantuve bajo control y ahora me encargaré de que Loren no salga de esa cárcel definitivo.
Mira a su hermana dejándome a mí en el olvido.
—No Olivier, no voy a irme— Olivia se mantiene firme en su decisión.
—Opino que deberías pensar mejor esa opción bella Olivia— es Lorenzo quien habla ahora.
La sangre se me calienta cuando la palabra Bella sale de su boca en una perfecta pronunciación. Solo yo puedo llamarla de ese modo.
—No la vuelvas a llamar Bella. ¿Me escuchas? Su nombre es Olivia.
—Se como se llama y créeme que no se me olvida— me contesta airoso.
—Ven a Londres por unos días, hasta que pueda asegurarme de que a su lado te mantiene segura.
Olivia niega
—No voy a Londres contigo Olivier, no es porque no quiera es que no puedo.
—¿Y porque no podrías?— su hermano inquiere con una ceja alzada. —. Sería tan fácil recoger tus cosa e irte con nosotros...
—Estoy embarazada— dice de pronto haciéndolo que se calle. Olivia hace una pequeña pausa antes de continuar. —. No puedo volar por un tiempo.Todos se mantienen en silencio cuando ella suelta esa información. Su gemelo lo analiza en total silencio por los siguientes minutos.
Mi sonrisa satisfecha sale a la luz. El rostro de su hermano está más pálido que un muerto en descomposición y el de mi querido Lorenzo está peor.
—¿Escuche bien iceberg?— pregunta. —. ¿Estás embarazada?
—Es lo que escucharé— respondo en lugar de Olivia y ni siquiera así logro que su hermano quite la vista de ella.
—Si Olivier. Voy hacer madre.
Su hermano tarda unos segundos en procesar la información revelada hace poco. Todo su cuerpo se mantiene quieto y su ojos azules puestos en su gemela. No dice o hace algo en su lugar, solo verla pensativo.
—Ahora con más razón voy a sacarte de aquí— habla tras unos minutos. —. No será Londres...
—¿Es que acaso no entiendes que no voy a dejar que la lleves a ningún lado?— lo interrumpo ya cansado. Quiero que él y su amigo salgan de mi casa y me dejen en paz. —. Ella no va a ninguna parte.
—No tiene derecho en esto Lombardi, esto es entre mi hermana y yo.
—Tu hermana es mi mujer y muy pronto la madre de mi hijo.
—¿Y...?— pregunta interesado.
—No voy a dejar que te la lleves— termino de pegar el cuerpo de Olivia al mío como si el hacerlo fuera una protección contra su hermano.
—Me da curiosidad ver cómo lo vas a impedir.
—Lárgate de mi casa— le ordenó molesto. Ya me casé de escucharlo decir que se llevara a Olivia.
—Alessandro...— la voz de su hermana interviene entre ambos.
Olivier da una paso hacia delante de mi plantándose enfrente y provocando que su hermana se interponga en los dos.
—No me largo— responde en el mismo tono. —. De la única manera que voy a salir de aquí es con ella— señala a su hermana.
—Vas a sacarla de aquí por encima mío— le advierto.
Él termina de acorta la poca distancia entre ambos y es detenido por su amigo. Yo me quedo en mi lugar sin mover ningún músculo de mi cuerpo, sin enfrentarlo. Olivia ya permaneciendo frente a mí y lo menos que haría ahora sería provocar una discusión con ella en medio y más en la condición que se encuentra.
—Dile que no te irás a ninguna parte— le pido sin apartar la vista de su hermano que se ve furioso, Lorenzo lo detiene de no acercarse. Olivia presiona su mano en mi pecho obligándome a caminar hacia r atrás alejándome de su gemelo. —. No puedes irte de mi lado Bella. Vamos a tener un hijo.
Olivia suspira cansada. No deberíamos ponerla en esta situación. Hace poco que la pude rescatar de Loren y ni siquiera sé si ha descansado como Iván nos informó que es requerido para ella, o si se alimentó correctamente.
—Necesito hablar a solas con él...
—No— me niego con rapidez. —. Te va a convencer de irte y no quiero eso, no lo voy a permitir.
—No me voy a ir a ninguna parte ales, además si me llego a ir tú corres detrás de mí ¿No?
—No tengo que darte esa respuesta.
Olivia.
Tomo a mi hermano del brazo alejándolo conmigo a un lado de la sala en donde solo podamos mantener una conversación él y yo a solas. Sus pies se mueven a donde yo lo guío, pero su mirada nunca deja la de Ales atrás de nosotros.
Parecen dos titanes dándole inicio a una guerra.
—¿Podrías prestarme un poco de atención a mi Oliver— le exijo cruzándome de brazos delante de él?
Soy una mujer que pueda considerarme alta para el tipo común de alturas de otras y aún así delante de algunos hombres me veo menos alta y mi hermano es uno de ellos.
—Habla, tienes toda mi atención Olivia.
—Pues mírame— demandó molesta.
El lo hace unos segundos después de habérselo pedido. Me observa con un brillo en sus ojos y nada discreta sonrisa.
—Lo siento, me gusta molestar a tu novio— confiesa. Dejo caer mis hombros por la confesión. El comportarse de esta manera no es típico de él, al menos que otras personas como alessandro. —. Me olvidare unos minutos de él.
—Gracias— digo. Sus pies se mueven sin quitar su ojos azules idénticos a los míos, de mi. —. ¿Qué sucede?
—Ahora que lo noto y tú lo confesaste hace unos minutos— hace una pausa y le hago un gesto con mi rostro para que siga tras su silencio. —. Si te puedo notar diferente. Te vez menos pálida que la última vez y más calmada, liberada. ¿Algo que quieras decir?
Me encojo de hombros reprimiendo una sonrisa. Yo misma he notado esos cambios ahora que comencé a vivir con Ales y dejar de preocuparme más por las cosas que me rodean. Hace poco lo dije, ese es el efecto que Ales está provocando en mí.
Y me gusta.
—¿Ya no vives es con mamá y me imagino que él tiene algo que ver?— asiento. Olivier no sabe nada de lo que ha pasado con nuestra madre y tampoco pienso decírselo. El siempre la ha tenido como una diosa en los mortales y lo menos que necesito ahora es más problema con ella. —. ¿Sigues en la academia?
—No, la dejé hace poco.
Expande sus ojos con asombro.
—¿Imagino lo furiosa que debe de estar mamá con ello? Tú eras su siguiente esperanza para mantener su legado en el ballet.
—Creo que ahora sí no me considera su hija— respondo bajo.
Olivier me extiende sus brazos abiertos para estrecharme en un acogedor abrazo. Es reconfortante. Paso mis brazos al rededor de su cuerpo pegándolo más a mí y disfrutar un poco más de él.
—No puedo irme a Londres contigo Olivier, estoy esperando un hijo de Ales y quiero intentarlo con el— le susurró, mi cabeza está recostada sobre su pecho escuchando el latir de su corazón.
—Lo sé—responde con calma. —. En el fondo sabía que te ibas a negar.
—¿Y por qué insiste tanto?— alzó mi cara para verlo. La curiosidad está plasmada en todo mi rostro.
—Ya te lo dije, me gusta molestarlo. Además no todos los días tengo el placer de molestar a un piloto de fórmula uno Oli, voy a disfrutarlo mientras dure— aparta mi cabello de mi cara. —. Estas a su lado y te vez diferente en todos los sentidos, no solo porque estés embarazado iceberg. Esté ves muy enamorada del piloto y creo que eso cambia muchas cosas.
—¿Enserio?— mi mejillas se vuelven rojas lentamente. Asiente. —. ¿Cómo cuales?
—Estás embarazada— toca mi vientre con libertad. —. Antes te desagrada la idea por completo el solo pensarlo. También he visto como te vuelves vulnerable a su lado, ningún hombre antes tuvo ese placer Olivia. ¿Porque él?
Sonrió sabiendo la respuesta.
—Ales me entiende.
—Lo aseguró— me dice. La punta de su dedo traza la línea en la piel de mi garganta que hace poco provocó Loren. —. El único problema que tengo con él, es que no te cuida.
—Si lo hace, esto fue un solo fue un descuido que no volverá a pasar.
—Claro que no volverá a pasar, voy a encargarme de esa mujer y hace que pague por lo que te hizo. No voy a irme de Italia hasta hacerlo.
—¿Me vas a cuidar?
—Yo siempre te cuido iceberg, aunque no estemos juntos siempre estás protegida por mí, y ahora también mi pequeño sobrino—'vuelve a tocar mi vientre haciéndome sonreír con ello. A lo lejos escucho la queja de alessandro sobre eso. —. ¿Cuánto tienes de embarazo? ¿Como sucedió?
Oculto mi rostro avergonzada por la última pregunta que suelta. ¿Qué tan penoso sería contarle cómo salí embarazada?
—Tienes la respuesta detrás de mi— le digo refiriéndome al hombre celoso detrás de mí. Él lo observa unos segundos sin mostrarle ninguna expresión.
—Ya no quiero lo detalles— dice con evidencia.
—Tan poco iba a dártelos— rio alto provocando que sus ojos vuelvan a mí.
—¿Te siente segura aquí, a su lado?— vuelve a interrogar.
Sé que él no me obligaría a nada que yo quiera, pero que haya sucedido esto con Loren no lo va a dejar tranquilo.
—Prometo decirte cualquier cosa que pase Olivier, puedes estar tranquilo.
...
—En unos días podemos hace tu primera ecografía— informa Iván levantando su vista para verme. —. ¿Si estás de acuerdo?
—¿Ya puedo verlo formado? ¿No es muy pronto?— preguntó con asombro.
He estado investigando los últimos días sobre todo lo relacionado a embarazos. He leído mucho y aprendido algunas cosas que me serán útiles más adelante, quiero saberlo todo sobre esta etapa y cómo funcionan las cosas. Es muy enserio que quiero dar todo mi empeño en esto.
La risa de Iván y ales llenan el lugar y solo contraigo mi rostro al no entender por qué ellos ríen.
—No verás mucho Olivia, nada más que un embrión tan pequeño como una semilla de manzana— informa Iván y me siento avergonzada al segundo. Tengo demasiada curiosidad de saber cómo será mi bebé. —. Con mucha suerte y si has tenido un buen cuidado y desarrollo podrás escuchar sus primero latidos.
Asiento un poco desanimada. He puesto mucho en esto y espero que todo salga bien. No quiero defraudar a nadie.
—Vamos a escucharlo— la mano de Ales sostiene la mía hablando con seguridad. —. Tú lo has hecho bien Bella.
—¿Pero y si no lo llegamos a escucharlo?—sueno más preocupada que lo habitual.
—No pasará nada Olivia— me tranquiliza Iván. —. Ales tiene razón, has hecho todo bien hasta ahora y que no escuche el corazón de tu bebé en la primera ecografía no es nada malo, suele pasar en mucho embarazos y es normal. No todos los embarazos son iguales.
—Si, pero he investigado y leído...
—¿Investigas?— pregunta ales interesado. Nuevo mi cabeza de espacio respondiéndole. —. ¿Qué has leído?
—Mucho— musito. —. Malestares y cómo tratarlos, también como tener un embarazo sano y otra cosa más que me parece interesante y que quiero estar lista para cuando me sucedan.
Una enorme sonrisa crece en su rostro con lo que le reveló. No se lo había contando hasta este momento. No quería que el pensara que no podía dominar este tema sin antes intentarlo.
—Sé que es ridículo, pero tengo muchas dudas y poco conocimiento. Esto es algo muy nuevo para mí Ales...
Cierra su mano en el antebrazo de mi asiento pegándome más al suyo y me besa con profundidad antes de que pueda terminar de hablar, es un beso que me transmite todo su apoyo en esto. Yo le correspondo siguiendo el ritmo.
—Lindo, pero yo estoy aquí y no quiero eso en mi oficina— declara su amigo haciendo que nos separemos.
—Se que puedes, no te juzgo Bella, al contrario me siento orgulloso de ti.
—Prometo seguir investigado— susurró contra su boca después de unos segundos.
—Te voy a apoyar en todo— deja un corto beso que termina por el mismo motivo que el anterior, Iván se volvió a quejar.
—Gracias— ahora soy yo la que le sonríe.
—Te agendaré la cita para— hace una pausa mirándonos a ambos. —. ¿Cuándo lo quieren?
Miro a Ales en busca de una respuesta. El tiene muchos eventos que hacer para la fórmula y es obvio que no voy a venir sola para esto.
—¿Después de la entrega de premios te parece bien?— pregunta y asiento. Aún debo de terminar el vestido rojo que voy a usar es noche. —. Dentro de una semana— le dice a su amigo.
Iván apunta todo en una agenda y poco después me entrega una pequeña receta con varias vitaminas que debo tomar. Ales y yo salimos de su consultorio al terminar y antes de llegar al departamento pasamos por una farmacia a comprar la pastillas que debo de empanzar hoy mismo.
Subo tomada departamento la mano con Ales al ascensor para llegar al departamento en poco segundos. Quedo paralizada y asombrada cuando la puertas se despejan y veo todo las rosas rojas esparcidas por el departamento decorándola y globos en forma de corazones regados por casi todo el techo.
Este hombre no puede ser más detallista ya atento de lo que ya lo es.
—¿Imagino que Mónica se esmeró mucho más esta vez?— hablo al ver que él está igual de sorprendido que yo con lo que hay frente a él.
Lo escucho decir algo muy bajo y no le prestó mucha atención entrando al departamento. Esto es demasiado y me acuerda a la primera vez que me regaló flores, llenó la academia de ballet. Sigo caminando a través de los gigantes arreglos de rosas y al llegar a mitad de la sala encuentro una enorme caja repleta de chocolate blanco y fresas cubierta del mismo.
Siento la enorme necesidad de comerlas ya y es lo que hago.
Tomó una de ellas llevándomela a la boca para saborear complacida los sabores mezclarse en mi paladar. Gimo complacida tomando otra de la misma manera.
—No deberías de comer eso— Ales me quita la tercera fresa antes de que llegue a mis labios.
—¿Por qué? Están deliciosas— hablo con la boca llena, tomando otra fresa. El me mira con una mirada desaprobatoria que no entiendo. —. Lo hiciste igual que la vez en la academia, gracias...
—Yo no hice esto Bella— revela confundiéndome más.
—¿No?
Niega observándome. El mira todo a nuestro alrededor buscando algo que pueda darle información de quien pudo haber dejado esto aquí y parece haberla en contrato en unos de los arreglos de rosas. Lo veo caminar hasta allá y tomar una pequeña nota que lee concentrada mentes.
—¡Lo único que vas a tener es mi jodido puño entre tu cara maldito idiota!— habla tan fuerte y molesto que me espanto en mi lugar.
La fresa que estaba por come a escondida cae al suelo.
—¡¿Como se atreve a proponerte eso?!— sigue hablando alto y furioso. —. ¡¿Es que no entiende que tú eres mi mujer y no estás disponible?!
—No estoy entendiendo nada Ales. ¿De qué hablas?— camino hasta el.
—De esto— alza la nota a la altura de mi cara. —. Lorenzo te está pidiendo pasar una noche con él.
Mi cara se descompone cuando lo dice y tomo la nota para leerla.
Espero no traerte problemas con el piloto por mi propuesta mi bellísima Olivia. De todas maneras no me importa como él lo tome, solo me importa tú y tener una cena contigo antes de regresarme a Londres.
¿Que dices? ¿Aceptas?
Disfruta tus fresas y chocolates, tu hermano me dijo que te gustan mucho. Y las rosa son para que siempre te acuerdes de mí. Te dejo mi número para que me escribas cuando veas esto
ATT: Lorenzo Johnson.
Termino de leer la carta mirando al hombre frente a mí, sigue furioso a tal punto en el comenzará a botar humo por la orejas.
—Él solo mencionó una cena Ales, no es para tanto.
Su cara se reconfigura con dramatismo y exageración.
—¡¿Que no es para tanto Bella?!— repite indignado. —. Quiere mucho más que una cena es obvio.
—No es lo que dejo dicho aquí— le muestro la nota haciéndolo que se moleste más. —. Y además debo de agradecerle por esto.
Lo único que quiero es molestarlo con esto. Es claro que no iré a ninguna parte con Lorenzo, no lo conozco de nada, literalmente fueron hace dos días que supe de su existencia para ahora salir con él y además no le haría eso a Ales.
Pero a pesar de todo me está gustando viendo lo celoso que se encuentra ahora.
—No le vas a agradecer nada, voy a pedir que se deshagan de toda esta basura— dice decidido buscando el teléfono del apartamento para comunicarse con la recepción.
Lo toma hablando con la persona al otro lado de la línea. Mis pies toman vida propia caminado devuelta hacia la fresas. Están deliciosas, tanto así que es lo único que se me antoja por comer ahora.
—Ya suelta eso, no quiero que te comas y disfrutes lo obsequios de otros y menos mi hijo— Ales aparece una vez más detrás de mí, ahora quitándome la fresa.
—¡Pero si tu hijo es quien me hace comerlas!— exclamó.
Veo como toma los chocolates y las fresas dirigiéndose a la cocina, lo sigo sabiendo su intención.
—¡No, espera!— lo detengo antes de que lo mande al bote de basura. El me mira esperando a que hable. —. Déjame comerme un chocolate— pido.
—No.
—Solo un pedazo Ales, por favor— estoy que casi le lloro por ello.
El respira hondo deteniéndose de botarlo.
—¿Quieres chocolate?— pregunta y asiento con rapidez. Es lo que más he comido estos últimos días a toda hora. —. Voy a comprarte todo el chocolate que quieras, pero de estos no te comes ni uno.
Todas mis esperanzas de comerlo se van a la basura juntos con ellos y las fresas cuando lo lanza sin remordimiento.
—¡Alessandro!— exclamó.Ales celoso es lo mejor que hay 😂😂😂 vamos a tener un poco más en el próximo capítulo.
Olivia investigando sobre cosas de embarazo por que quiere estar súper lista para ello. Es lo más tierno que hay.
Para la que ya exigían leer a Olivier, acá lo tienen y tendremos mucho más de él en los próximos capitulo. También veremos cómo se va desarrollando en esta historia y que tan aceptado seria un libro de él para que lo conozca a mas profundidad. Un pulgarcito los que estén de acuerdo con esto.
Nos veremos en la próxima actualización...
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PD: Los quiere su escritora.
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Correr hacia ti ( Run 2)
RomanceSinopsis. Numero 2 de la trilogía Run. Olivia siempre ha tenido todo lo que ha querido, menos una cosa. Ella Nunca ha sentido lo que es el amor de una madre, ha hecho todo lo que su madre le ha impuesto aunque no sea lo que ella desea en la vida. C...