Correr hacia ti ( Run 2)

14.🏎️

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Capitulo 14.

Alessandro.

Tomo una de la toalla enrollándola alrededor de mi cadera cubriendo mi cuerpo húmedo por la ducha. Escucho pasos fuera del cuarto de baño.

Puede que sea ella que haya vuelto otra vez, hace media hora que se fue sin decir nada.

Dejo la toalla con la seco mi cabello sobre el lava manos y salgo a mi habitación encontrándome con la persona que menos esperaba ver aquí.

Loren.

Quita el abrigo de piel que lleva cubriendo su cuerpo tirándolo molesta a un lado dentro de mi guardarropa.

—¿Qué estás haciendo en mi casa y en mi habitación Loren?— hablo deteniéndola de que lleve a tocar el vestido roto de Olivia.

Se gira sobre sus pies sonriendo y llegando hasta mí.

—Hola mí amor— giro mi cara a un lado rechazando el beso que intenta dejar sobre mis labios, sus manos también la quito de mi cuerpo mojado.

—¿Qué haces aquí Loren? ¿Cómo entraste?

—Igual que la última vez amor— habla despacio. Sigue con su misión de besar mis labios.—. Le dije a tu portero que era tu prometida y me dejo pasar.

—¿Sigues con esa ridiculez Loren?— preguntó molesto.

En realidad estoy molesto. Olivia se fue de mi casa sin decir la más mínima palabra luego de haber estado conmigo. Por una ridiculez. Yo solo quise saber si le habían gustado mis rosas y ella se comportó de la manera más inmadura posible.

Por un momento recordé lo que había dicho Iván sobre que ella no quería tener hijos de ninguna manera. Quise preguntarle por eso también y no pude porque ella decidió escapar antes de que pudiera hacerlo.

También quería proponerle algo que llevo pensando desde hace unos días. Quise decirle muchas cosas y no pude porque ella me dejó tirado como siempre.

¿En qué momento me convertir en alguien desechable para otra persona?

Los ojos azules de Loren se posasen en los míos y maldijo el hecho de que no sean lo de cierta bailarina lo que me observen ahora. No sé cómo tendré que hacer para que ella se rendida un poco más a mí y no al revés.

Me jode y me gusta que ella sea la que tenga ese trato conmigo. Estoy acostumbrado a ser el centro de atención con cada mujer con la que salgo, la que tengo frente a mí es igual, pero con Olivia es muy diferente. Con ella debo de pisar con cuidado y no buscarme mi propia muerte, que ella termine rechazándome como hace unos minutos

Ella es un nuevo reto para mí y estoy dispuesto a tomarlo y ver quién es el que termina doblegándose a quien.

—Vamos amor no te molestes, es la verdad— dice intentan acercase a mí.

Amor... esa palabra me está comenzando a irritando y es solo porque es mencionada por ella.

—Deja de llamarme amor Loren que no lo soy— me aparto.

—Pero...

—Quiero que salgas de mi casa y me dejes en paz, no estoy para chiste y ridiculeces tuyas ahora.

No se inmuta por la forma de mis palabras, me sostiene la mirada en todo momento tratando de intimidarme. Nada, no siento nada al contrario de Olivia. Su mirada me provoca querer sostenérsela todo el tiempo.

—¿Estuviste con alguien aquí cierto?— pregunta.

—Sí.

Expande sus ojos tras mi confesión. No voy a mentirle ahora. Si con confirmarle que estoy con otra mujer ella deja de buscarme y dejarme en paz voy hacer el hombre más feliz de la vida, estoy cansado de solo verla.

—Lo admite así sin más Alessandro— ruedo los ojos caminando hasta mi vestidor y colocarme ropa interior bajo su mirada. No hay nada que ella no había visto antes. —. ¿Cómo te atreves a decir que te acuesta con otra mujer en mi cara?

—Por que es lo que hago Loren, ahora vete.

Da dos pasos hasta mí acercándose e invadiendo mi espacio.

¿Esta mujer no se casa a caso?

—No voy a irme y vas a decirme con qué maldita interesada estás.

Río sin gracia por su exigencia.

—Tienes dos minutos para largarte Loren, por las buenas o a mi manera tú decides.

Niega provocando que comience una cuenta regresiva en mi cabeza. Nunca la trataría de manera agresiva, no se me olvida que es una mujer y que yo no tengo eso tratos con ellas.

—Ya te dije que no voy...

—¡Que si joder!— le alzó la voz espantándola. No me importa, mi paciencia se acabó desde que la rubia que necesito se fue de mi lado. —. Hay otra mujer en mi vida Loren y no eres tú. ¿Feliz? Largarte de mi casa y déjame en paz.
No lo diré otra vez.