Capitulo17

1.2K 105 15
                                    

Me ayudarías mucho dejando tu voto y comentario. Graciasss ¡Besitos!

Capítulo 17.

Alessandro.


Entapó su boca contra la mía impidiéndola de que diga algo más. Caminamos sin dirección alguna sin romper el beso hasta que su espalda choca con una de las paredes.

Se resiste a no seguir mi beso demostrando lo terca que puede llegar hacer cuando quiere y no tomo eso como un motivo para detenerme, sigo persistiendo hasta que es ella la que se rinde toma el control de esto volviendo el beso más exigente de lo que ya es.

Me obligo a dejar por milésimas de segundos sus labios para quitar el blazer de su cuerpo. Ella me ayuda en la tarea dejándolo caer al suelo junto a su costosa cartera. Vuelvo a sus labios y sus manos no pierden el tiempo en quitar los botones de mi camisa torpemente.

Su paciencia y agilidad no le dura mucho.

—Voy a pagarla— informa al romper mi camisa con rudeza. Cada botón que está poseía sale volando en diferentes direcciones. Comienza a sacarlo por completo de mi cuerpo y niego.

—Se como cobrármela— digo al tiempo en que hago lo mismo con su top.

Sus pechos salen a la luz por la falta de sostén quedando firmes en su lugar por la falta de sostén. Me quedo más de lo debido observando lo exquisitos que se ven de esa manera y desde mi posición.

Los botones que tienen por pezones se ven duros clamando mi atención inmediata, la cual le doy sin dudar. Una de mi mano acopla perfectamente uno de ellos encajando a la medida. Ella suelta un jadeo.

—¿Así es tu cobro?— pregunta refiriéndose a la manera en que toco su pecho.

—No— suelto el que tengo y yo el otro de la misma manera. Vuelve a jadea cuando lo llevo a mi boca aumentando el placer con mis dientes y lengua. —. Mi cobro será follarte como nunca nadie lo ha hecho y no lo hará Olivia porque eres mía. Voy a dejar ese coño con mi marca.

Sus gemidos son la única respuesta que tengo de ella.

Termino de desvestirla en tiempo récord. Admiro unos segundos las bragas que se presentan ante mí. Negras de encajes hechas perfectamente para ella.

—¿Lo haremos aquí?— pregunta con su mirada llena de deseo y lujuria se concentra en ver como quito el broche de mi pantalón deshaciéndome de él.

—¿Lo quieres aquí?

—Donde sea, no importa— responde.

Sonrío complacido con su respuesta, terminando de desvestirme bajo su atenta mirada.

—A mi habitación bella— ordenó y ella no duda en obedecer.

Camina por donde la guio sin peros en ningún momento dejando de lado su actitud malcriada. Voy hacer que la saque porque la necesito ahora. Sube por las escaleras que le indico contoneando sus caderas de lado a lado logrando que me encienda completo con solo verla caminar delante de mí con una braga como única prenda.

Es una bruja dominándome bajo su hechizo.

Se me hace muy difícil despegar mis ojos de cada parte de su cuerpo que tengo el placer de recorrer ahora. Vamos a mitad de camino cuando sigo deleitándome con su cuerpo desnudo y descalza por mi escalera, no le contengo en levanto mi mano pegándola con fuerza en uno de sus glúteo.

—¡Alessandro!

Grita con sorpresa. La marca de mi mano no tarda en salir exhibiéndose como si fuera un tatuaje recién hecho en su cremosa piel blanca. Amasa su glúteo siguiendo nuestro camino hasta llegar al último escalón. No respondo y sigo indicándole cuál es mi habitación.

Olivia es la primera en entrar por petición mía. Cierro la puerta de tras de nosotros.

—¿Tienes un mismo patrón para todas tus propiedades?— pregunta observando la decoración de la habitación. —. Esto es igual a tu departamento en Italia....

La tomo por su cintura girando para besarla despacio. Lo menos que me interesa ahora es hablar de la decoración. La alzo haciendo que ella enrede sus piernas al rededor de mis caderas, atravieso mi habitación llegando a la orilla de mi cama sentándome con ella sobre mí.

Trazo un camino por su cuello con mis labios tomándome la libertad de morder a mi antojo dejando marca en su piel. Aquí nadie va poder decirme que no hacer con ella.

Olivia comienza a frotar su sexo contra el mío poniéndome duro al segundo de sentir el primer roce. Se sujeta de mis hombros pegando de frente a la mía para seguir en lo que hace.

Empuja mi cuerpo atrás sosteniéndose ahora de mi pecho. Su mira azul se conecta con la mía sin dejar de moverse. Nunca le había permitido a una mujer estar sobre mí de esta manera, me gusta ser yo quien tenga el control en todo momento y al parecer a Olivia le gusta igual.

!Maldición¡ no hemos hecho nada aún y no puedo quejarme de esto. De cómo ella se ve encima de mí.

Sigue rozándose contra mí y maldigo bajo cuando siento la necesidad de gemir solo con eso.

—Ales— gime. Mi dos manos acompañan sus testas estrujando las con fuerza. No más de la necesaria para no lastimarla o provocar algo peor. —. Estás... tú y ella está junta, comprometidos...

Correr hacia ti ( Run 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora