16. 🏎️

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Capítulo 16.


Alessandro.


Quito el piloto del monoplaza para poder salir de su interior e igual hago con mi casco. Los mecánico vienen a revisar que todo esté perfecto con él y me alejo.

Estoy en las últimas revisiones antes de la carrera que serán dentro de dos semanas.

Capto la figura de Mónica hablar con Emilio y no dude en acércame a ella. La mandé a buscar algo y espero por su bienestar mental que me la haya traído.

—Alessandro— dice al verme.

Emilio se aleja de nosotros excusándose con una llamada.

—¿Tienes lo que te pedí?— voy directo al grano.

—No.

Me molesto con rapidez.

—¿Por qué?

—Dijo que la dejarás en paz y que te centrarás en tu prometida...

—¡¿Que maldita prometida Mónica?¡ Yo no tengo ninguna prometida— la cortó molesto.

Olivia sabe cómo sacarme de mis casillas y no se esfuerza en hacerlo.

—Eso no tienes que decírmelo a mi Alessandro, es a ella— espera una reacción de mi parte por esas palabras. —. Ales, creo que debes de olvidarte de ella y centrarte en la temporada. El año pasado...

—No— la detengo antes de que llegue a mencionar el nombre que llevo odiando hace un año exactamente. —. Sé que voy hacer con esa malcriada.

Me dirijo a mi cubículo para cambiar mi traje de piloto y salir de la pista.


Olivia.


Dejo caer el lápiz de color al lado del boceto, llevo toda la tarde haciéndolo mientras escucho la historia trágica, pero romántica de mi hermano.

Volvió hace poco de Inglaterra y no lo hizo solo. Se tragó Amalia con él y aunque no he tenido el placer de conocerla aún sé que es una persona maravillosa solo por la manera en la que Olivier habla de ella.

Esta muy enamorado.

Siento un poco de envidia por eso, él está siendo feliz con la mujer que si quiere a su lado mientras que yo quiero matar a una persona que no deja de rondar mi cabeza. Ya no se que mas hacer con esto, ya no duermo ni tengo paz.

Las únicas palabra que rondan mi cabeza son la de su prometida al que día que apareció en su departamento pavoneándose con dicho título. No sé que me molesta más si el hecho de que Alessandro está comprometido o que me mintió y me ocultó ese detalle.

Fue lindo mientras duró no lo puedo negar, pero es hora de que me olvide de Alessandro Lombardi para siempre.

—¿Harás ese diseño?— Oliver toma la hoja con el boceto en sus manos.

—Aún no lo sé— me encojó de hombros tomando mi café.

Estoy en la misma cafetería de la otra vez. Esa en la que me encontré a Alessandro con Iván. He tratado de ignora el hecho y la voz de mi cabeza que dice que quizá lo encuentre como esa vez. Eso sería imposible. Porque una cosa no pasa dos veces la misma vez.

El teléfono de Oliver suena y él no duda en tomar la llamada.

—Es Amalia— informa alejándose dejando dos besos en mis mejillas y uno en mi frente.

Sé que no volveré a verlo por hoy. Todo su tiempo está dedicado a su novia y por primera vez me tocara compartirlo.

Le doy un asentamiento de cabeza dándole otro sorbo a mi café, tomo el lápiz de color para dar uno detalles más al boceto.

—¿No perdiste tiempo?— lo escucho a mi lado. Alzó mi rostro encontrándolo de pies justo frente a mí.

Disimulo mi cara de sorprendida mirándolo de arriba abajo. Esta vestido muy formalmente, como si fuera a un almuerzo importante. La camiseta negra se abraza perfectamente a su músculo y su cuerpo y no hablemos del pantalón, resalta sus fuertes piernas.

—Alessandro— intentó pronunciar su nombre con amargura y falló en todos los sentidos.

Se me nota la alegría de verlo frente a mí.

—Te dije una sola cosa Olivia— articula serio. Lo cual no me sorprende. —. ¿Quién es él?

Arrugó mis cejas en confusión.

—¿Él quien?

Entrecierro mis ojos cuando se queda en silencio. Tiene un debate interno en si hablar o no.

—El hombre que te beso hace poco— se escucha molesto y sonrío. Ahora que se aguante. —. ¿Quién es el Olivia? ¿Está contigo?

Dejo la taza al lado de mi diseño reclinando mi espalda hacia tras y cruzándome de brazos. Los celos brillan en sus ojos mieles y no sé si es por la lejana distancia en la que me encuentro o haya algo más para que sus ojos se vean más oscuro a como lo recuerdo.

Siguen siendo hermosos de esa manera.

—¿Y si está conmigo que te importa Alessandro? Estás comprometido y no debería de estar pendiente a mi...

—No estoy comprometido— me corta gruñendo entre dientes. —. Y me importa mucho lo que haces bella ¿Sabes porque?

—Ilumíname cariño— hablo tiernamente. Loren lo llamo de esa misma manera en su departamento y solo con eso odio ese llamado.

—Exclusividad recuerdas— pregunta. —. Te dije que me gusta tener exclusividad con mis cosas y tú eres mía Olivia.

Me levanto de mi asiento sin despejar la mirada de él en ningún momento. Quien se cree para venir y decir que soy suya cuando él es el que está comprometido con otra mujer.

—¿Necesitas que te refresque la memoria Alessandro? Estas comprometido.

Rodea la mesa hasta estar frente a mí provocando que el olor de su perfume me atrape uno segundos.

—Ya te dije que no. Esa es una ridiculez inventada por Loren, Olivia ¿Si? No estoy comprometido con nadie.

—No te creo— niego sin dudarlo. —. Tu prometida lo decía muy segura.

Me mira molesto. Este no debería de ser mi comportamiento, solo la mujer que no razones y quiera demostrarle a un hombre lo mucho que le afecta el saber que eligió a otra por encima de, debería de molestarle. A mí. Tengo que demostrarle que él no me interesa aunque sea lo contrario.

Correr hacia ti ( Run 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora