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Emma Lawrence creyó que lo tenía todo: una familia adinerada, el esposo perfecto y la vida que siempre había soñado desde niña. Pero es sorprendente cómo todo puede derrumbarse en un solo momento.

A pesar de mostrarse siempre segura de sí misma y ser un ejemplo para otras mujeres, en realidad vive atormentada por complejos, miedos e inseguridades. Algunos de los cuales son alimentados por su madre, Rebecca, quien después del fallecimiento repentino de su esposo, había volcado más presiones sobre ella.

“Cásate, ten hijos, honra tu apellido”

A la edad de 27, con dos posgrados en relaciones internacionales de las mejores universidades, pensó que por fin comenzaría su propio camino, pero se equivocó.

Cansada de la indiferencia de Vincent, buscó a otro hombre y desobedeció a su madre. Una noche bastó para que todo se derrumbara. Mientras tenía relaciones con un atractivo mesero en un bar alejado de la ciudad, su padre tomaba la decisión de suicidarse.

Lo ocultaron y ni siquiera Beaumont lo sabía.

Se perdía una vida y otra venía en camino. Nunca más vio al muchacho, ni siquiera sabía su nombre, y no le interesó saberlo. No necesitaba nada él. Se lo contó al rubio quien aceptó si ella lo dejaba en paz. Y su madre se alegró tanto al enterarse creyendo que era del CEO, pero al ver que ya no le ponía atención a su hija comenzó a odiarlo, hablar pestes de él, con las mujeres de su clase.

Así, de a poco, se iban alejando y fue Rebecca, quien la manipuló para que lo espiara.

Y es a lo que ambas se dirigían ahora mismo, en su casa de campo, ubicada en una zona tranquila y remota. Donde se encontraba Milton Heller con información muy valiosa.

El chófer las dejó allí, identificaron la motocicleta del hombre y lo invitaron a pasar. En la espaciosa sala, el ama de llaves les preparó café y té, para retirarse en silencio.

De su maletín, el hombre sacó dos carpetas y se las mostró —aquí está todo lo que solicitaron— habló firme.

Emma bebía té mientras abría esa carpeta que contenía imágenes, que no se esperaba ver ni en un millón de años.

Las primeras hojas con conversaciones, reuniones sociales, visitas a hoteles y restaurantes de lujo, nada fuera de lo normal. Cuando llegó al apartado de las fotografías, su mano tembló provocando que se le cayera la taza haciéndose trizas. Su madre estaba igual de impactada y hasta asqueada.

«Vincent Beaumont se ve a escondidas con otro hombre. ¿Por qué me hizo ésto? ¿Desde cuándo es gay? ¿Desde cuándo lo conoce? ¿Será una fase? ¿Quién es ese joven?» Un millón de preguntas se agolpaban en su mente cuando intentaba procesarlas.

Beaumont, besando a un castaño.
Beaumont, compartiendo cama con él.
Se veían felices, como si fuera normal y correcto lo que hacían. Sintiéndose a gusto con el otro, sin que fueran atrapados.

Se levantó del sillón aún en shock, tomó una fotografía mirando con detenimiento el rostro del joven y lo reconoció.

—Ese maldito— soltó con la voz quebrada y miró a su madre —sé quién es, lo vi hoy en su oficina— un par de lágrimas bajaban por sus mejillas.

—¿Tienes información del muchacho?— la señora Lawrence le habló en tono frío a Milton, quien asintió y le acercó otros papeles, una especie de “expediente”.

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NOMBRE COMPLETO: Azriel Böhen.
(imagen de su cédula de identidad).

Nacimiento: 25/03/1996
Oriundo del estado de Cleveland. Actualmente reside en New York

Edad:
26 años de edad
Nacionalidad: ciudadano americano.