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Por su parte, el CEO puso todo su autocontrol al límite para no salir corriendo tras el más joven. Tomó asiento en su escritorio y desde su teléfono, le tecleó varios mensajes, bajo la atenta mirada de Lawrence.

¿Qué carajos?✓
Espérame en el estacionamiento en 5 minutos✓
Por favor y te explicaré, lo prometo✓✓

Casi al instante, la puerta sonó y Emma ordenó que ingresaran.

Era la asistente de Beaumont y traía una tableta con información que la rubia solicitó. Jessica observó a su jefe, como disculpándose con la mirada y este se dirigió hacia Lawrence para preguntarle con evidente sarcasmo —¿Y eso? ¿Abrirás una franquicia?

—Te recuerdo que también soy dueña de esta empresa— le respondió en tono frío —y no te incumbe lo que yo haga o no.

Vince suspiró rendido, era imposible tratar con ella cuando se ponía de mal humor y peor él, estando inquieto por Azriel. Así que le habló a su asistente, rogando que le siguiera el juego.

Carraspeó —Jessica, ¿están listos los contratos que te pedí en la mañana?

La muchacha no entendía a qué se refería, hasta que disimuladamente le hizo una seña hacia Emma, quien estaba concentrada en la tableta.

—Así es, pero los olvidé abajo ¿quiere que vaya por ellos?
Se levantó —no hace falta, iré yo así los firmo y se envían— observó a la rubia —si Emma no te necesita, puedes volver a tus actividades.

La mujer negó con la cabeza —me iré enseguida— pero tenía que hacer algo antes.

—Bien, estaremos en contacto— ambos salieron y le agradeció a la joven para luego, salir corriendo hacia el estacionamiento. Le marcó al castaño, pero no contestaba y pensó en ir hasta su departamento, lo que sería muy extraño, por que se supone, no sabe dónde vive.

Abatido y a paso lento, regresó para almorzar con su mejor amigo.

En cambio, antes de que Emma se retirara de la oficina, con un programa que instaló en su celular, apagó la cámara que había allí. Se dedicó a buscar algo que había escondido entre los libros hace meses, con más exactitud desde la cena aniversario de la empresa.

Mientras eran pareja, crecía en ella la sospecha de que la engañaba. Por eso, contrató a un detective privado que lo siguió a todos lados y le colocó una pequeña cámara.

Cuando la encontró, la guardó en su bolso, reinició el video y se marchó para reunirse con el detective.

[...]

Unas delicias del mar junto a un exquisito vino blanco, fue lo que compartieron Vincent e Iván en su restaurante preferido de la ciudad y charlaron sobre lo que ocurría en sus vidas.

El compromiso del abogado con la creativa decoradora de interiores fue el tema principal, sumado a la inmensa alegría que había en ambas familias. Si bien aún no estaba pactada la tan ansiada fecha, es más que seguro que lo harían entrando al próximo año.

A pesar de la fallida relación amorosa del rubio, no podía dejar de sentirse más que feliz por su mejor amigo. Llevaba consigo dos responsabilidades muy significativas; ser el padrino de bodas y el organizador de la despedida de soltero.

Todo marchaba con tranquilidad hasta que Iván le preguntó acerca de su vida sentimental. Quiso despistarlo diciendo que solo tenía tiempo para él mismo, pero no funcionó. De tanto insistir, terminó confesando que "estaba conociendo a alguien".

El de rasgos asiáticos, festejó entre aplausos y lo felicitó por ello.

—Bien, muy bien, eso es genial amigo.