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— ¿Me concedes este baile señorita?
— Obvio que si. _______________________________________
— Buenos días —la voz de la chica asustó a Matías que entraba en la cocina medio dormido.
— Boluda que susto —llevó su mano al corazón, dándole una mirada cansada. Delia aguantaba su risa apretando sus labios
— Perdón —murmuró burlona.
Veía desde su asiento al chico prepararse un mate, dio una sonrisa encanta al ver como el chico estaba utilizando el recipiente que le regaló hace unos días.
Después de prepararselo se sentó a un lado de la chica en la mesa, se quedaron en un cómodo silencio cada uno metido en sus cosas, Delia con su tablet y Matías con su móvil.
— ¿Qué hacés? —preguntó el chico después de largar un bostezo y de terminar de ver sus mensajes y redes sociales.
— Carlos ne pidió ayuda con un diseño —pasó sus manos por su rostro cansado—. Cada vez que va un cliente pidiendo un diseño complicado mezclando diferentes cosas, Carlos acude a mi, porque supuestamente tengo un don para hacer esos diseños —rodó sus ojos.
— ¿Qué tenés que hacer? —preguntó curioso mientras bebía de su bebida.
— Tengo que crear un diseño con un robot, una tortuga, y un cofre con tesoro —Delia dejó la tablet en la mesa cansada—. E hice unos cuantos, pero ninguno me convence —dejó caer su frente sobre la mesa, dejándola ahí apoyada.
— Es un tatuaje re raro —la chica hizo un sonido de la garganta afirmandolo, mientras asentía todavía con la cabeza en la mesa—. ¿Puedo ver lo que tenés? —Delia levantó su mano para empujar el aparato hacia él.
Matías cogió la tablet para encenderla y ver los diferentes diseños que había hecho sobre lo contado hace unos minutos. Se quedó impresionado al ver la mezcla de esas tres cosas en un mismo dibujo.
— Si que tenés un don —miraba con impresión a uno en concreto. Delia levantó la cabeza para mirarlo.
— ¿Te gustan? —preguntó un poco avergonzada.
— Claro, conseguiste mezclar tres cosas re diferentes, y sacás un tatuaje —le giró la tablet para mostrarle el que estaba viendo. Era el último que había hecho, el que más le convencía —. Yo me haría este —puntualizó.
