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— ¿Y esa puerta?
— Oh, es una puerta que conecta con el otro departamento.
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— La verdad que esta muy bien para todos los años que tiene —comentó la chica mientras caminaba por el pasillo del edificio.
— Si, y eso que no viste los departamentos, porque eso sí se ve moderno en comparación del exterior —el agente inmobiliario le dirigió una rápida mirada con una sonrisa sobre su hombro.
Ambos pararon en frente de una puerta negra, con el número 506 en color dorado sobre la mirilla.
Mierda esto tiene pinta de que me va a costar un riñón. Pensó Delia.
El agente, que antes se presentó como Gabriel, abrió la puerta, dejando primero que pasara la chica, que quedó asombrada con solo ver la entrada.
— Me gusta esa cara de sorpresa —cerró la puerta tras de él—. Le enseñaré todo.
El piso no era tan grande, pero era lo suficiente que ella necesitaba. En la entrada se encontraba la típica mesita para colocar las llaves, todo la casa se podía ver desde ella, ya que tenía un estilo abierto. El salón era ocupado por un pequeño sofá blanco con un mini sillón a su izquierda.
— Como podés observar este apartamento se puede llegar a catalogar como loft —Delia se estremeció mientras hojeaba la cocina que estaba a la derecha del salón.
— Eso suena caro —dijo con timidez, haciendo reír al hombre.
— No tanto, teniendo en cuenta que está a las afuera, no tiene garaje, ni tampoco es una urbanización... Se queda barato —encogió sus hombros, viendo como la joven le miraba con sorpresa—. Además de que al ser un edificio antiguo, aunque se renueven los departamentos, no podemos subir el precio.
— Curioso —Delia se movía por la casa viendo todos los detalles posibles.
La cocina aunque fuera de un tamaño más pequeña de lo común tenía una distribución bastante buena, desde ella podía ver la única habitación de la casa, ya que no había puerta, al ser todo abierto.
Se acercó a la habitación viendo que la cama era bastante grande, y el armario era igual. En el corto pasillo que conectaba la entrada con la habitacion había una puerta corredera que le llevaba hacia el baño, y al final de ese pasillo había una puerta transparente que suponía que la llevaría a un balcón.
