𝟬𝟬𝟰

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— ¿Por qué?

Tomalo como un castigo por lo de esta mañana
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Delia se dejó caer bocabajo al sofá encendiendo la tele, Batman no tardó mucho en subirse con ella y tumbarse en su espalda.

Acababa de terminar de comer, y menos mal que por la mañana decidió recoger su casa, porque sino ahora tendría que hacerlo. También terminó colgando la estantería en su habitación, sin hacer más ruido.

No pudo volver a coger el sueño cuando dejó a su vecino siendo regañado por su culpa, no por el remordimiento, sino porque la señora se tiró como veinte minutos gritándole, y porque ya se le había ido el sueño completamente. Así que básicamente por la mañana recogió todo, sacó a Robin, y jugó con ambas mascotas.

Cuando se estaba quedando dormida con la tele de fondo, su móvil empezó a vibrar encima de la pequeña mesa que decoraba en frente del sofá. Sólo estiró la mano tanteando la mesa sin abrir sus ojos y sin moverse mucho por su gato.

— Espero que sea una emergencia porque me estaba quedando dormida —gruñó la chica tras coger la llamada.

— Relaja fiera —la risa de Carlos hizo que la chica sonriera.

— Hola Carlos, ¿qué te cuentas?

— Nada interesante, solo te llamaba para decirte que tú y yo esta noche salimos de fiesta —el tono emocionado del chico no pasó desapercibido.

— Oh vamos, sabes como soy con las fiestas —se quejó la joven.

— Si, pero ya sabes como eres cuando te tomas dos copas —se burló.

Era verdad, a Delia no le gustaba salir mucho de fiesta porque le daba mucha pereza y prefería quedarse en su casa, pero cuando ya estaba en la fiesta y bebía para quitar la vergüenza y la timidez, se podía a llegar a convertir en el alma de la fiesta.

Era muy difícil llegar a sacar a Delia de su casa para llevarla a un sitio lleno de gente, ya que ella es de sufrir mucha ansiedad ante tanta gente, provocándole diversos tics nerviosos y, algunas veces, acababa huyendo de esas situaciones. Su ansiedad social la estuvo tratando durante años para que no le llegase a afectar a su vida diaria, y aunque esa ansiedad disminuyó considerablemente, todavía solía molestarle bastante.

Por eso cuando salía de fiesta, siempre bebía, para poder quitar todo rastro de miedo, vergüenza y ansiedad.

— Ya pero también tengo clientes hoy —Delia intentaba persuadir a su amigo de no salir.

Falling Fast  |  Matías Recalt Donde viven las historias. Descúbrelo ahora