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— ¿Qué? ¿Cómo que esta noche?

— Si, para eso te llamábamos, esta noche tu padre y yo cenaremos con vos porque te queremos dar una noticia. Y como has dicho que vives con tu novia pues... La conoceremos.

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Matías veía con concentración como la máquina de café echaba el líquido en su vaso. Se había levantando muy temprano para ir a por el libreto de una serie de la cual haría el casting.

Haber madrugado le estaba pasando factura ahora, por eso tenía que sobrevivir a base de café.

El de Delia estaba re bueno, ¿qué marca será?. Pensó después de darle un sorbo a la bebida. Si le pregunto seguro que me tira la cafetera a la cabeza. Se rio de su propio pensamiento.

Era horrible tratar con esa chica, todo lo que ha liado porque la otra vez colocó música fuerte. En defensa del chico, le pilló en un día malo, por eso actuó borde.

Pensó que lo dejarían ahí, pero al día siguiente el susto que se llevó al escuchar un taladro cerca suyo lo perturbó demasiado. Además, con lo de la vecina se pasó, inculparle, encima con la mujer que peor se lleva del edificio.

— Mati, concentrate —se ordenó a si mismo para dejar de pensar en su vecina de al lado.

Se sentó en el sofá, dejando la taza sobre la mesita del centro, y cogió los papeles, para poder empezar a leer de que trataba.

— ¡Batman, Robin, me voy! —se escuchó del otro lado de la puerta. Matías rodó los ojos al escucharla.

Tan solo con escuchar su voz le ponía de los nervios. Sonó una puerta cerrándose, por lo que intuyó que había salido y se despidió de sus mascotas. Cada vez que se iba gritaba eso.

No pasaron muchos minutos en el que su móvil empezó a sonar sacándolo de la lectura.

Se ve que hoy no podré leer esto. Gruñó.

Vio que era su madre la que llamaba, por lo que no tardó en coger la llamada y colocar el teléfono en su oreja.

— Hola mamá —saludó.

— Uy, ¿y ese tono re seco? —la voz de su madre resonó por el otro lado.

— Perdón perdón, es que estaba leyendo una cosa —Matías dejó el libreto sobre la mesa para levantarse con la taza en la mano.

Falling Fast  |  Matías Recalt Donde viven las historias. Descúbrelo ahora