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— ¿¡Dónde está, Marco!?

— No te quiere ver Mati.
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Marco entró en su casa cerrando la puerta detrás de si. Todavía le seguía dando vueltas a lo que le había dicho Delia, Matías le había engañado. Él no se lo había contado, siempre estaba diciendo lo de la pelea, y ni siquiera hubo pelea. Ahí entendía porque su hermano estaba tan mal.

Escuchó unas risas que provenían del salón, y se encaminó hasta allí, viendo a Matías y a Marisa viendo un programa de comedia. Cuando la chica se dio cuenta de su novio lo saludó.

— Hola amor, ¿qué tal fue todo? —preguntó haciendo que Matías también mirase a su hermano.

— Bien —contestó neutro mientras se sentaba en el sofá frente a ellos. Marisa y Matías vieron al chico confundido por la respuesta seca que había dado—. Mato —lo llamó.

— ¿Qué pasó boludo? —le preguntó con una sonrisa que borró al ver como Marco seguía estando serio, e incluso un poco enfadado.

Matías pensaba que iba a estar feliz al ver que su hermano menor había salido de su habitación y lo había visto reírse, pero no.

— ¿Qué fue lo que te pasó con Delia? —le preguntó de golpe, haciendo que el menor y la chica borraran sus sonrisas—. Antes del accidente —específico.

— Marco, ¿qué te pasa? —le regañó Marisa—. No podés sacarle el tema ahora que está mejor —recriminó al mayor.

— Si que puedo —le dio una rápida mirada a su novia.

Matías no entendía porque su hermano le estaba preguntando esto ahora, él ya le había contado la historia que él mismo creó, ¿por qué se la volvía a preguntar?. Su mirada pasó por un momento por el brazo de su hermano mayor, viendo que de su manga sobresalía un plástico.

Se levantó del sofá y a grandes zancadas se acercó a Marco, tirando de su manga para arriba revelando lo que él pensaba. Era un tatuaje, un tatuaje recién hecho.

— La viste —afirmó en un murmullo bajo notando como un nudo se formaba en él—. Has visto a Delia —miró a su hermano mayor.

Marisa había escuchado eso y tapó su boca de la sorpresa.

Falling Fast  |  Matías Recalt Donde viven las historias. Descúbrelo ahora