17 de agosto de 2024
Estaban en casa de su padre. Debía reconocer que tenía curiosidad acerca del motivo del almuerzo familiar. Hasta el momento, de lo único que se había hablado, era de su visita al Castillo el Día de la Fiesta Nacional. Maximilian estaba contento y optimista. Sus padres le habían dicho después que Kitty era "una muchacha buena, inteligente y bonita". Aunque no se habían pronunciado expresamente sobre la conveniencia de un matrimonio, Max creía que Kitty había causado una buena impresión y que solo sería cuestión de tiempo hasta que se acostumbraran a la idea y dieran su aprobación.
Por su puesto, aún faltaría la autorización de su abuelo, quien solo recibió a Kitty por breves instantes. También era preciso hablar con Kitty, quien sería la más difícil de convencer. No obstante, tenía pensado que, cuando llegara el momento, presentaría primero la solicitud frente a su familia, para proponérselo a Kitty solo después que contara con la autorización familiar. Eso la terminaría de convencer de dar el siguiente paso, o al menos eso quería creer.
—Tengo la impresión de que hay algo que no nos están contando —le dijo Kitty bajito—. ¿Tienes idea del motivo del almuerzo?
—Estoy tan ajeno como tú, amor.
Su madre daba vueltas por la habitación, terminando de poner la mesa, mientras Alex le ofrecía a Max una copa de vino.
—Lisa y Rudolf han demorado un poco —comentó.
—Seguro que no tardarán demasiado en llegar —expresó Charlotte. Y, como si le dieran la razón, el timbre de la casa sonó—. Yo atenderé la puerta.
Unos minutos después, Charlotte regresaba escoltada por la pareja. Lisa y Rudolf saludaron con cariño a todos.
—Lisa, ¿sabes algo de lo que está sucediendo? —preguntó Kitty con una sonrisa después—. Estamos muy intrigados.
—Creo que sí sé —admitió ruborizada.
—¡Dios, entonces creo que somos nosotros los únicos ajenos, Max!
—Bueno, yo creo que acabo de percatarme del motivo de esta reunión —intervino el príncipe, también sonriendo, al ver el anillo en la mano de Lisa—. Debemos entonces darles la enhorabuena, ¿eh, chicos?
Kitty no sabía qué decir, pero Lisa le tendió la mano para que lo comprendiera.
—Rudolf me lo propuso hace dos días.
—¡Lisa! —Kitty la abrazó con genuina alegría, después de tocar con la yema de su índice la delicada prenda—. ¡Estoy tan feliz por ustedes!
—Muchas gracias, Kitty.
La esquiadora también abrazó a su colega. El pelirrojo la besó en la frente.
—¿Por qué no me dijiste nada?
—Ya sé que debí haber solicitado tu permiso. —Rio Rudolf—. Sin embargo, estabas un poquito nerviosa con la Fiesta Nacional y queríamos aguardar a reunirnos todos para decirte. Oficialmente ya no podré casarme contigo, preciosa —bromeó.
—Más te vale que no. —Fue Max quien habló con una sonrisa amenazante—. O tendrías un grave problema conmigo. —Rudolf soltó una risita—. Por cierto, muchas felicidades.
Finalmente el príncipe y el pelirrojo se dieron un abrazo.
—¿Cuándo será el gran acontecimiento? —preguntó Kitty, sentándose en el sofá junto a Max.
—Queremos que sea para diciembre o enero. Será algo sencillo —explicó Lisa—. Pensamos hacer una recepción en un hotel aquí en Ginebra para los amigos más cercanos y luego irnos de Luna de Miel.
![](https://img.wattpad.com/cover/359549128-288-k620955.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Corona de nieve
RomanceMaximilien Josep Louis -Max-, Príncipe de Liechtenstein, nunca se ha enamorado. Su fama de casanova es más que conocida, aunque a él parece no preocuparle demasiado. Mientras llega su turno de asumir como Jefe de Estado, pretende divertirse cuanto p...