Crónicas de una Heteroflexible

CAPÍTULO 45

Era el gran día, no había podido dormir en toda la noche, vería a Lucero y haríamos el amor.

Eran las 4:23am, me tenía loca pensar en que me pondría para ella, le obsequiaría un llavero que tenía para ella, era un bonito detalle.

Dieron las 5:00 y aún no decidía entre el vestido de margaritas o el short negro con la blusa blanca que hacía que mis bubis se me vieran más bonitas, por mi mente vagaban recuerdos de ella y yo en la cama la primera vez, de cómo la conocí y de cómo todo se había ido a la mierda poquito a poquito.

¿Por qué Lucero era la indicada? , Dios nos puso pruebas y las pasamos, ya solo quedaba Jaime, hablar con Isabel , acabar la universidad y ser feliz con la frutería de Lucero, ¿Cómo le pondríamos a nuestra frutería? , tenía que ir pensando en un gran nombre.

Me decidí por el vestido de girasoles, ni por el de margaritas ni por el short, girasoles serán.

Bajé faltando 15 minutos, me preparé un licuado y rogué porque mis papás no se levantarán pero mala suerte, la chucky menor y mi papá se levantaron.

- Espero que me hayas preparado uno, ehh! – dijo mi papá-

- Obvio que no – les mentí-

- Jajajaja, mendiga! , ¿Cómo amaneciste?

- Muy bien papi, y tu?

- Bien hija, ¿Vas a salir? , ¿Cómo seguiste?

- Bien papi, estoy bien... y sí, iré a comprar regalos de navidad...

- ¿Santa Samay? – dijo sirviendo licuado-

- Así esssh! – dije orgullosa-

- Bueno, bueno.. con cuidado, ¿Irás con ella? – dijo arqueándome una ceja como diciendo " Samay a mí no me haces pendejo y yo con cara de " ni es mi intensión papá'" .

- Sí, ella me llevará...

- ¿Reconciliación? – su tono fue muy gracioso-

- Mm... algo así, creo... - dije dudando del tono en que lo pronuncié-

- Con cuidado, te quiero temprano - se escuchó una carro estacionarse-

- ¿Sales a despedirme?

- Pero claro que saldré a avergonzar a mi hija... - dijo riendo-

- ¡Ay, papáaaa! – dije abrazándolo-

- Anda, anda... - me besó la frente-

Me despedí de Caro y cuando iba a cerrar la puerta dijo "No olviden los condones" la voz de mi papá desde la cocina y me reí mucho cuando cerré la puerta. Papá sabía que mañanas tenía mi bebé, ¡Cómo extrañaba decir eso! 😍, mi bebé, mía.

Cerré la puerta, y estaba ella con una camisa de cuadros, un pantalón de mezclilla, unas botitas super monas y una gorra que la evidenciaba como recién levantada.

Sonreí como pendeja al verla, como una vil pendeja que me tenía para ella.

- ¡Pero qué bonita te ves hoy! – pronunció tras acercarse al portón, que era el único limitante que teníamos en ese momento para que ella estuviera besándome a mí en estos instantes, a mí y solamente a mí-

- ¿Verdad que sí? – le dije aun sonriendo-

- Sí, sí, sí – ella repetía-