¡Gracias por estos 6 meses de espera! No es el final, es casi el final. Porque a veces tienes que aprender a cerrar ciclos, aprender a dejar de escribirle a quien no te responde y comenzar una vida sin tantas ataduras y tropiezos.
- Karyna Anguiano.
Feliz y sonriente iba en camino con todo mi pack, me sentía tan feliz. Quién sabe si la pinche de Samay tan capaz me había querido ver su casa para terminarme y yo iba tan feliz, pero es que neta que de tan solo imaginarla conmigo el resto de la vida me ponía simplemente feliz.
Ya estaba cerca de su casa, me puse a recordar cuando fuimos a Allende a la primera vez y ella juraba que teníamos que ir despacio, que todo tenía que ir calmado.
Llegué a su casa, me estacioné, y le llamé.
- ¡Holaaaaa bebe! – se escuchó a Samay del otro lado de la línea-
- Mi amor, ya estoy aquí afuera... ¿tocó?
- Mmm.. sí, princesa ya voy para abajo.
- Te espero aquí afuerita mejor...
- Ay, lucero no te van a comerrr...
- No, no... pero tus papás me odian..
- Tampoco no te creas tan importante...
- Jajajaja, ¡Feaa!
- ¿Estás diciéndole fea a tu futura esposa?
- Jajajaja, ¿Por qué siempre lo tienes que arruinar todo Rodriguez?
- Jajajajaja, no es mi culpa...
- Claro que Sí...!
- Ya, ya... deja bajo, mi amorrr...
- Samay, yaaaa!
- Jajajaja, ya deja de ser tan calienteee!
- Jajajajaja, baja, te espero.
- ¿toda la vida?
- Si esperé dos meses puedo esperar más tiempo...
- Ay, qué panchosaaa!
- ¡tú la llorona!
Podíamos estar así todo el tiempo, sí yo estando aquí a fuera de su casa y ella adentro, ella me complicaba la vida de una manera que le agradecía infinitamente.
NS: Bajé ya eran pasadas de 12:00 , le avisé a mi mamá que estaría en el porche con Lucero, ella dijo que nos metiéramos a la terraza porque le iban a meter los carros, sabía que Lucero no aceptaría por la vergüenza pero lo tenía que intentar, me la imaginaba toda roja y estúpidamente feliz.
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Crónicas de una Heteroflexible
Fiksi RemajaCrónicas de una Heteroflexible Basada en la historia real de una persona con la colaboración de muchas otras bocas. Crónicas la historia que te hará pensar en que si quieres chichis lucha por esas chichis y no por un banano que no te hará...