CAPÍTULO 19

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-          ¿En qué piensas? – dijo Erika-

-          ¿Se enojarían si me mudo del país y no saben nada de mí por unos meses?

-          ¿Estás pensando en irte con Ella? – dijo Jaime-

-          Sí, te dije que me quería ir…

-          ¿Y tu familia? – dijo Enedelia-

-          Sin duda los extrañaré, pero mamá se ha puesto tan loca….

-          Samay, pero no crees que te estás precipitando…

-          ¿A qué? Tú sabes cómo se puso mi mamá…

-          Lo cual me sorprende, pero tienes en cuenta que apenas hablarás con Lucero… ¿Qué pasa con la niña con la que era su ex?

-          Pues la mando a la chingada….

-          ¿Y estás segura?

-          Em… sí … - la verdad es que no estaba segura –

-          No, no suenas segura… ¿Qué pasa si te engaña de nuevo? – dijo Erika-

-          Crees que se atreva a hacerlo?

-          Si lo hizo una vez, ¿Por qué no hacerlo una 2da vez? Quiero, digo queremos que seas feliz y queremos lo mejor para ti, y todos estamos de acuerdo que Lucero no es alguien con quién puedas confiar en todo, te daño y no queremos que te ilusioné y tire de nuevo tu corazón a la chingada, Samay… piensa en que todo puede ser un engaño…

-          Tampoco hay que ser tan negativos, Erika… pero tienes razón,  tienes que estar prevenida para cualquier bateada, ¿Está bien?

-          Está bien…

-          Sí, Samay.. queremos lo mejor para ti…

-          Te queremos bebé. – dijo Erika-

-          Y yo a ustedes….

No había pensado en eso, de verdad que quizás tenía razón… Yo cayendo como pendeja ante ella y ¡Bam…! ella que aún siga con la morra, me moriría de pena con Jaime, y conmigo misma si le creí y me engaño.

Estuvimos un rato en el restaurant de Cadereyta, recordé mis momentos lesbicosexuales con ella en Allende, me gusta acordarme y sentía como me llenaba de deseo cada ratito más…  Lucero me gustaba y me gustaba chido, tenía mis expectativas altas de la nueva Lucero, quería ver de que era capaz, sabía que nos merecíamos pero no sabía que tan rápido iba a ser todo esto, en menos de 3 días nos veríamos y sin pelos en la lengua le diría como me siento al respecto de su regreso, porque realmente Lucero había llegado para quedarse.

En el restaurant:

-          Samay, puedo hacerte una pregunta… - dijo Jaime-

-          Amm.. Dime – le dije riendo-

-          ¿Besa muy rico una mujer?, tipo tu besas rico, pero a lo que quiero llegar es una mujer con otra… ¿Si te mojas con los besos de ella?

-          Todas las mujeres presentes en esa mesa comenzamos a reír-

-          Es neta lo que pregunto – puso cara de indignado-

-          Bueno, bueno… - comencé a reír-  ¡me va dar hipo! Jajajajajjaja- me dio hipo-

-          Voy por agua – dijo Enedelia-

Crónicas de una HeteroflexibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora