Capítulo 3
Los nervios se habían ido, me sentía feliz.
-¿Y a dónde vamos? –me pregunto como si supiera a donde ir y la neta es que no-
-No conozco aquí, así que esperaba que tuvieras un plan… - le dije de nuevo sonriendo-
-¿Siempre sonríes?- pregunto acercándose a mí-
-Sí, casi siempre ¿Por qué?
-No nada más
-Ah… ok lucero!!
-¿Qué pues qué?
-No pues no sé tú
-No pues nada
-No pues chido
-Sí, chido – comenzamos a reír-
“No sé qué estaba pasando me sentía en un mundo extraño o un sueño que rogaba por nunca despertar.”
-Ya, bebé… ¿tienes sed?
-Sí, tengo sed… pero no tengo hambre
-¿Quieres algo de las maquinitas?
-Nooo! Porque se tragan tu dinero…
-Se rio- no se van a robar mi dinero…
-No, no quiero de ahí… ¿Hay una michoacana cerca?
-No, no hay… ¿Segura que no quieres nada de la maquinita?
-Ya estábamos caminando hacía el auto de Lucero, la neta fue cuando regresaron mis miedos digo podía ser que no tuviera apariencia de mala persona pero qué tal si era la creadora de una organización de secuestradoras de niñas a las que les hablan bonito y luego les quitan los órganos y los venden por ahí, ehhhhhhhh! Yo no quería morir.- -
-Sí, segura ¿qué hay por aquí? – Me dijo un montón de lugares que no me llamaron la atención- ¿por aquí está Plaza Fiesta… no?
-¿Quieres ir ahí?
-Pues sí, está tranquilito ¿no?
-Me imagino que sí…
-Bueno vamos…
“En realidad me quería quedar en el Parque, se veía cool y como nunca había ido quería ir a caminar por ahí pero pensé: A esta morra no le gusta andar en el sol, se me va a pinche derretir y pa’ que quieres”.
Caminamos y caminamos hasta encontrar el cajero para pagar el estacionamiento, en el camino Lucero me hacía preguntas y me parecía divertido. – Y pensar que me habían dicho que no la conociera, qué tonta hubiera sido-
Venía observando como caminaba, como le caía el sudor por la oreja y que sus labios estaban bien chiquitos. ¿Cuándo me iba a besar? ¿Se iba atrever a besarme en la primera cita? ¿No se escucha muy anticuado usar la palabra cita en la primera cita? ¡Qué mensa!
-Bebé y ¿le dijiste a tu mamá que ibas a venir conmigo?
-Sí, le dije que iba a venir contigo
-ah, ¿sí? ¿Y qué dijo?
-Me dijo: Vas a ir con tu amigonovia…
-se echó a reír-
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Crónicas de una Heteroflexible
Novela JuvenilCrónicas de una Heteroflexible Basada en la historia real de una persona con la colaboración de muchas otras bocas. Crónicas la historia que te hará pensar en que si quieres chichis lucha por esas chichis y no por un banano que no te hará...