CAPÍTULO 34

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3:45 am, Casa de Samay.

Sonó su celular, era la 5ta vez pero ella estaba algo así como “Jetona”.

-          ehhh, quién habla?

-          Hola bebé…

-          ¿Lu?

-          Sí, soy yo…

-          ¿Qué pasa? Creí que no hablaríamos y eso…

-          En efecto, solo te hablo para decirte que te quiero mucho y que pase lo que pase te voy a esperar, Alicia no me dejará llamarte, así que esta es la última vez que sabrás sobre mí dentro de este tiempo…

-          Oh, esa Alicia Malvada pero buena amiga…

-          Lo sé, algún día la conocerás…

-          Algún día Lu..

-          Si bebé, bueno espero que tengas un buen sábado y un magnifico domingo recuerda que te amo mucho y que siempre seré tú bebe…

-          ¿Solo mía?

-          Solo tuya…

-          Me agrada eso, te quiero bebe… hasta pronto.

-          Hasta pronto…

-          23 de Diciembre…

-          23 de Diciembre.

Colgamos, era bastante inusual este pedo, su llamada realmente no la esperaba pero de un modo u otro había logrado aplacar mis pensamientos, me había dado un beso en el alma.

7:33am.

-          Carajo, carajo…  - la alarma la había puesto a eso de las 7:00 am y ya llevaba media hora jetona-

Me levanté de pedo, no podía con mi alma de verdad tenía mucho sueño, me bañé y puse lo primero que estaba a la mano, unos jeans y una blusa de “ One Direction” Si, yo tenía una blusa de Harry Styles, Harry Styles el hombre de mis sueños más húmedos. Dieron las 7:51 y el pánico se apoderó de mí, solo llevaba una mochila con dos cambios, la tarea que haría que Isabel me ayudará a hacer ,mi cámara fotográfica y unos sándwiches que había preparada anoche. Entonces dieron las 8:00 en punto y adivinen quién estaba afuera de mi casa?, ¡Bingo! Empieza con I y termina en bonita.

Salí, me despedí de Carito que era la única que estaba despierta, tomé el dinero que mi papá me había dejado en el portavasos de la sala y salí con Isabel, y ahí estaba ella. Con unos texanos, botas y un lindo sombrero que la hacía lucir realmente sexy.

-          Buenos días señorita, Rodríguez… ¿Cómo amaneció?

-          Heeey, qué vaquerita…

-          Pues ya sabe, pero usted qué bonita con ese mono con rizos en sus pechos…

-          Él es Harry, Harry ella es Isabel la niña bonita…

-          Mucho gusto ricitos…

-          Hola niña bonita – hice una voz graciosa-

-          Jajajaja, soy la niña bonita?

-          Así es…

-          Pues qué bonito, jajaja… ¿Nos vamos?

-          Si, vámonos…

Subimos a la camioneta, la aventura daría inicio un fin de semana con la niña bonita, en realidad recordé cuando fui a Allende con Lucero, Lucero, Lucero, Lucero… me la tenía que quitar de mi cabeza para poder disfrutar de este viaje, y poder vivir estos dos meses sin ella en mi cabeza.

Crónicas de una HeteroflexibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora