Me dirigí hacía centrito la verdad es que iba tranquila, sabía que Isabel comprendería que lo nuestro ya no podía seguir, que terminaríamos bien y que en un futuro hasta madrina de alguna de nuestras hijas (Sí, yo y lucero tendríamos niñas) el anillo que Lucero me dio era hermoso y no lo podía dejar de ver, ¡Me encantaba!
Me bajé de la camioneta y no vi a Isabel por ningún lado, faltan 10 para la hora en la que habíamos quedado, le llamaría cuando sea la hora, me dirigí a una tienda de jugos naturales y comida disque orgánica o vegana, no sé qué pedo pero tenía sed y quería un agua de Jamaica. Fui y compré mi bendita agua, ¿Se imaginan que se me manchará el vestido con agua de Jamaica? ¡No mames! Eso sería estar bien pinche salada.
Salí y le llamé a Isabel, ella respondió.
- ¿Hola? – le dije-
- Ya estoy aquí en el estacionamiento, ¿En qué parte está la tienda?
- 2do piso a tu mano izquierda vas a ver una tienda con un cristal enorme y dice " VSM" ...
- Te veo en 5 ahí...
- Ahí te veo...
Colgamos, ¿y recuerdan que no tenía nervios? Bueno, les mentí o ellos me engañaron me sentía super nerviosa y sentía que estaba sudada acá tipo que todo me escurría, mis manos estaban temblorosas y no me podía aclarar la garganta, me reí de mi misma y me mentalicé... ¿Qué es lo más malo que pueda pasar?, nada... ¡Ya la tenía a ella! Y era lo único que me debía importar en estos momentos, que nos casaríamos y seríamos felices.... ¡JUNTAS! Que mi compromiso con Jaime sería solo eso un compromiso, que con ella iba a vivir mi cuento de hadas, mi propia historia de princesas que se dan besitos y terminan haciendo el amor en el estacionamiento de walmart, Lucero era la mujer de mi vida y eso nadie me lo podía quitar, ya no.
Caminé y subí al elevador 10 segundos después ya estaba en el 2do piso y la ciudad se veía hermosa, por un momento me imaginé estando de nuevo en Allende con ella, disfrutando de la vida y sus placeres, de nuestra vida planeada juntas, ¿Pedía mucho? Realmente no lo sabía, todo se estaba dando tan bien después de tanta mamada que nos había pasado.
Vi a Isabel del otro lado del otro lado, sabía que era ahora o nunca. Sabía que estaba renunciando por el amor que le tenía a Lucero, que con Isabel las ganas se habían terminado, y era hora de ser feliz con la mujer que siempre quise, Isabel era buena y sabía que encontraría a una mujer que la haría feliz, inclusive más que eso porque Isabel era la mujer más buena del mundo, pero no era la mía.
- ¡Hola muchachita! – dijo viéndome –
- Isabel, ¿Cómo estásss? – la abracé, viéndola así cara a cara, sí seguía igual de bonita que siempre-
- ¡¡Te extrañaba mendiga Samay!! – El abrazo fue reciprocó, ella me quería y mucho-
Sentí la tensión que había en el ambiente, sentía como ella notaba mi distancia y es que aunque no la marcaba mucho, si se notaba bastante a como era antes con ella, y entonces ella dijo: "¿Vamos a terminar, cierto? Y sin darle más vueltas al asunto le dije: "Sí, te voy a terminar". No sé cómo tuve los huevos para decirle eso, así de tajo.
- Así de buenas a primeras?! – dijo –
- Lo cierto es que te mereces la verdad, porque eres Isabel...
- ¿Hay alguien más?
- Sí, y sé que sabes quién es...
- No me lo digas, ¿Lucero? – dijo con tristeza en su mirada-
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Crónicas de una Heteroflexible
Teen FictionCrónicas de una Heteroflexible Basada en la historia real de una persona con la colaboración de muchas otras bocas. Crónicas la historia que te hará pensar en que si quieres chichis lucha por esas chichis y no por un banano que no te hará...