- No puedo creer que hayas hecho esto por mí, el día de tu cumpleaños...
- Samay es que no es el día de mi cumpleaños, es nuestro aniversario.... Nuestro nuevo comienzo...
NS:
¡No mamesss, qué pinche hermosa ella! Lucero se merecía ser mi Lucero, esto me daban más ganas de hacerle el amor hasta el anochecer, hasta que las piernas no nos respondieran y mis labios estuvieran secos.
- Es que, ¡eres una hermosa, mi amor! – le abracé y luego le besé los labios-
- ¿Podemos hacer el amor, ya? – dijo mirándome con esa mirada tierna que ella tenía, la misma mirada con la que la conocí aquel 24 de Julio del 2014-
- ¿Quieres hacerme el amor? – le dije besándola despacito, como nunca yo llevaba el ritmo del beso, íbamos despacio pero yo sentía como su corazón y su cuerpo le pedían que me tirara sobre la cama y quitarme la blusa en tiempo record-
- Quiero quitarte esa blusa... y hacer estoo... - mordió mi labio de la parte inferior-
- ¿Así que a la señorita Sallers, le gusta morder? – sentía la sensualidad correr por mis venas-
- A ti... me gusta tenerte... - interrumpía los besos para poder hablar-
- ¿Te gusta tenerme arriba o debajo de ti? – ya estaba besando mi cuello y solo sentía las piernas temblarme y aproximándose cada vez más a la cama, aunque si por ella fuera me haría el amor en el piso-
- Me gusta tenerte... - respondió sonriéndome-
- ¿Entre tus piernas? – le dije coqueta-
- Me gusta tenerte así, en mí, para mí...
- Me gusta sentirte así... - le besé de nuevo pero esta vez me dejé guiar por ella, tomó mi nuca y profundizo más el beso, guiándome a la cama sin ninguna parada antes-
- Te voy a hacer el amor... - me miró a los ojos y todo me recordó-
Recordé de nuevo cuando la vi por primera vez, su blusa roja con mangas arremangadas y pantalón caqui, su sudor por el sol, sus disgustos y nuestro primer beso, las ganas que sentí por tenerla conmigo por primera vez, cuando la tomé de la mano y juré jamás soltarla.
- Te amo...
- Yo también te amo, lucero...
- Samay yo te amo demasiado, nunca había sido tan feliz como lo soy contigo en estos precisos momentos, podría morir feliz porque te tengo, nos tenemos...
- Mi amor... - nos besábamos hasta el nuestro último aliento, ella abajo y yo encima besándola y aprovechándome de su calentura y luego pronunció unas palabras que jamás olvidaré-
- Samay, ¿Te quieres casar conmigo? – sacó una cajita color negro debajo de la almohada y me sonrió-
- ¿Qué yo qué quiero qué? – se me lengua la traba-
- Si, lo que ves... ¿Te quieres casar conmigo? – tomó mi mano izquierda y yo aún sin poder concentrarme en lo que me había dicho-
- ..... – Yo no podía pronunciar absolutamente nada, me había quedado anonadada-
- Mi amor, dime algo... ¡Bésame o algo!
No podía creer esto, me estaba pidiendo matrimonio en nuestro lugar perfecto, estábamos a punto de hacer el amor y ella quería casarse.
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Crónicas de una Heteroflexible
Novela JuvenilCrónicas de una Heteroflexible Basada en la historia real de una persona con la colaboración de muchas otras bocas. Crónicas la historia que te hará pensar en que si quieres chichis lucha por esas chichis y no por un banano que no te hará...