Capitulo 14

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Eran las 9 de la noche Eliot y yo nos habíamos quedado en la cama recuperando energías después de aquella ronda de sexo cuando mi teléfono comenzó a sonar.

Eliot se puso de pie y se acercó al mueble donde reposaba mi celular, vio el nombre en la pantalla y me lo entregó, era Paul.

¡Que incómodo!

-Contesta, estaré abajo- dijo con sequedad

Respire hondo y le tome la llamada.

-Hola! - salude
-Hola amor, que tal todo? - preguntó Paul
-Bien, ya estaba por irme a dormir- mentí
-Tan temprano? - me cuestionó
- Fue un día largo- me justifique
-Entiendo, descansa amor- dijo comprensivo
-Tu igual- me despedí
-Te extraño! - me dijo antes de colgar

Hablar con Paul me trajo de vuelta a la realidad, una en donde tenía a un hombre engañado pensando que estaba con mi mejor amiga, cuando en verdad estaba con otro hombre de quien no podía mantenerme alejada.

Decidí bajar en busca de Eliot antes de seguir dándole vueltas a las mentiras que hasta el momento había dicho por seguir mis instintos. Si alguien discipaba eso, era el hombre que los había provocado. Me cubrí con un albornoz para no andar denuda por ahí.

-Todo en orden? - preguntó
-Si- le ofrecí una sonrisa acercándome a él

Estaba concentrado preparando algo para comer, el silencio nos cobijo un momento, sentía que el estaba actuando de forma diferente de como lo hacía hace unos momentos. ¡Comprensible!

Sirvió dos platos y los puso en la barra qué había en la cocina y comenzamos a comer

-Esta delicioso- exclame probando la pasta que había preparado

El guardo silencio, solo me miró a los ojos y siguió comiendo

-Podemos usar el jacuzzi?- pregunté tratando de romper el silencio

-Lo prepararé después de acabar- señaló la comida que aun quedaba en nuestros platos

Recogí la loza y le lleve al fregadero para lavarla, mientras Eliot subía a la habitación.

15 minutos después subí yo también y me asomé a la terraza que tenía la habitación donde estaba el jacuzzi, él ya estaba dentro con los ojos cerrados y la cabeza hacia atrás. En silencio camine hasta él y deje caer la bata al suelo, revelando mi cuerpo desnudo. Eliot abrió los ojos cuando puse un pie en el agua, parecía hipnotizado pues sus ojos iban de arriba a abajo, recorriéndome entera.

Me senté frente a él, hasta que por fin soltó el aire que contenía y dijo - eres increíble-

Me levante de hombros y respondí - No quería mojar la bata-

-Que considerado de tu parte- soltó Elliot acompañado de una sonrisa ladina

Eliot trató de conversar conmigo sobre temas varios, pero era evidente que estaba distraído viendo mi cuerpo a través del agua, eso me lleno de confianza debo admitir

-te gusta lo que ves? - pregunté con voz seductora

-No sólo me gusta nena- contestó, su voz se había tornado ronca

- en serio? - insistí arqueando una ceja

-Ana, si no tratara de demostrarte que no solo quiero sexo casual contigo, ya te habría hecho mía aquí mismo- respondió con dureza tratando evidentemente de contener sus impulsos

Su respuesta causó dos sensaciones en mi: la primera confusión ¿no quiere solo sexo casual conmigo? ¿Entonces que quiere? ¿Es posible que sienta algo más por mi? No, no, no, imposible!!!
La segunda, "ya te habría hecho mía aquí mismo" mmm, nunca lo había hecho en un jacuzzi, eso me encendió tanto que quería provocarlo más. Así que continúe

- aquí mismo? Me harías tuya justo aquí? - dije mientras tocaba el borde del asiento dentro del jacuzzi

-si Ana, gritarías mi nombre y pedirías más - dijo entre dientes

-¿y si es lo que quiero? - cuestioné mientras ponía mis manos sobre sus piernas y acercaba mi pecho a él

-Ana- alcanzó a decir mientras lo silenciaba con un beso y me acomodaba a horcajadas sobre él.

Empecé a balancear mi cuerpo sobre el incitandolo, sus manos tomaron con fuerza mi cintura para guiar mis movimientos, su boca estaba pegada a mis pechos mientras mi espalda se arqueaba hacia atrás para recibir el placer que ello me provocaba, un grito salió de mi cuando con una estocada certera entro no podía contenerme y no quería hacerlo así que mis movimientos cada vez eran más fuertes y rápidos, mis gemidos eran ruidosos.

Sentí la respiración agitada de Eliot y su cuerpo tomaba el control de la situación, sus estocadas me provocaban tanto placer mis manos se aferraba a él, mi cuerpo era incapaz de resistir más

-Eliot- grite cuando entre espasmos me deje ir por completo.

Aún temblando sobre el hombre, este me tomo por la cara y note como su mirada había cambiado, no era lujuria lo que veía en ella, me miraba con dedicación y sus manos acomodaban mi cabello con delicadeza, me dio un beso suave en los labios y me tomo en sus brazos para salir del jacuzzi.

Me entregó una toalla, él tomó otra y comenzó a secarse, regreso a la habitación y se recostó en la cama.

-ven- me llamo dando palmadas al puesto que estaba a lado de él

Me seque y luego me incorpore a su lado, apoyando mi cabeza en su pecho mientras pasaba un brazo por mi hombro y el otro sobre mi cintura, abrazándome.

Su respiración me transmitía calma, estaba quedándome dormida

-podría acostumbrarme a esto- dijo con voz baja y lanzando un suspiro

-¿que? - pregunté somnolienta, esperando que confirmara lo que mis oídos habían creído escucharle decir

-nada preciosa, nada-contestó

Su mano comenzó a acariciar mi piel y preferí guardar silencio para no indagar respecto de eso que el había evadido.

No estaba segura de que me deparaba el futuro pero sabía que debía disfrutar cada momento con él, mientras esto dure...

Diario de una confesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora