Capitulo 20

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Cuando llegue a casa ya era la mañana del día siguiente, no había dormido nada!! corrí a mi habitación y me acosté, necesitaba descansar, así dejaría de pensar en Eliot, en ese maldito beso y la rubia despampanante.

Cuando abrí mis ojos, después de caer dormida, el cielo estaba oscuro, ¿que hora es? Me pregunté a mi misma, encendí el celular y vi que eran las 7 p.m, también vi que tenia varias llamadas de Elliot y algunos mensajes.

"Ana donde estas?" "por qué no contestas?" "por qué ya no están tus cosas en la habitación?" eran algunos de los mensajes que habían, decidí ignorarlo!

Salí de mi cuarto y vi a Lu, quien se sorprendió con mi presencia

- Cuando llegaste? - me preguntó

-Esta mañana Lu- respondí con desgano

-Paso algo? Te ves fatal! - decía mientras me abrazaba

Decidí contarle todo lo que había pasado, no podía guardarmelo! Lo cierto es que en ese momento me sentia fatal, Eliot me había tratado increíble hasta esa noche en el bar del hotel, y yo había ido a ese viaje solo por él, por ese viaje tuve más problemas con Paúl, me terminó por lo mucho que había cambiado a causa de mi rollo con mi profesor (aunque el no lo sabía) y lo que parecía de cuento se torno una pesadilla...

Sentía que era mi karma por haber engañado a Paúl con alguien a quien apenas conocía de unos meses atrás, me había enamorado de dos hombres, uno perfeccionista y controlador que me amaba y me había apoyado por años; y otro que era un caballero sensual y dominante, que me había demostrado cosas que no había recibido antes y me había hecho sentir más confiada y segura de mi misma, pero que había besado a otra en frente de mi.

El remordimiento que había superado volvió a mi y me sentía tan tonta, esa noche la pasé realmente mal, al igual que los días siguientes.

Me ausente de las clases unos días justificando que estaba enferma, aunque en verdad no quería ver ni a Paúl, ni a Eliot, quien seguía intentando contactarme, había pasado por mi casa un par de veces aunque Lu le decía que yo no estaba ahí, el insistía hasta que se cansaba y se iba.

...

Debía regresar a mi vida normal, así que ese lunes me desperté y arregle con el mejor animo que podía, tome mis cosas y salí rumbo a mis clases de ese día.

Había logrado pasar toda la mañana tranquila, hasta que me encontré con Paúl cerca de las máquinas de café, lo salude pero me ignoro, supongo que seguía molesto y su actitud también me había molestado así que le reste importancia, y seguí mi camino.

Debía comprar un texto así que fui hasta una de las tiendas del campus, lo pedí y me apoye en el mostrador mientras esperaba que el chico que atendía, lo trajera  y me lo entregará.

Alguien tomó mi brazo y a mis espaldas preguntó

- Por qué has estado ignorandome desde que te fuiste sin decir nada del hotel? - Era Eliot el que me reclamaba

Me gire con fuerza para que soltara mi brazo

- Era obvio que yo sobraba ahí- conteste con furia

-¿Que dices? - preguntó incredulo

-Los vi besarse- dije viéndolo con ira

-Dejame explicarte Ana, las cosas no son como crees, Mai... -

- No me interesa Eliot, al final solo soy tu alumna, así que dejame tranquila - lo interrumpí

Eliot se quedo casi petrificado ante mi comentario, como analizando mis palabras, cuando pretendía responderme, justo en ese momento el chico se acerca y me entrega el libro que había solicitado, lo recibo y me marchó del lugar tan rápido como puedo.

Diario de una confesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora