Capitulo 28

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Había discutido con Piero toda la semana, me molestó que comenzó a tomar decisiones sobre el Bufete sin consultarme, a eso se le sumó la preocupación pues mi papá enfermo repentinamente y se negaba a venir a vivir con nosotros en Madrid.

Los días cada vez se me hacian más extensos y dormía poco concentrada en aquellos casos complejos que nos habían dado la fama de la que hoy gozabamos, pasé noches enteras en mi despacho.

Llegue a nuestro piso a la madrugada, Piero yacia dormido en nuestra cama, así que me acosté a su lado tratando de hacer el menor ruido posible, no quería despertarlo!

Esa misma mañana Paúl y Piero me sorprendieron con la noticia de que abriríamos una sede de nuestra firma en Portland. No me habían comentado nada al respecto porque según ellos quería sorprenderme ya que por fin estaría mas cerca de mis padres.

Entendia la naturaleza del gesto, ciertamente me gustaba la idea de estar cerca de ellos nuevamente, pero me había ido de ese lugar con el corazón roto y me costaba sentirme emocionada de volver ahí.

Además ello significaba una millonaria inversión de dinero y si bien en Madrid contamos con suerte y logramos estabilizarnos rápido, no sabia que era aquello que deparaba esta idea.

El proyecto se consolidó en semanas, Piero había encomendado a Paul la tarea, y él había últimado hasta el más mínimo detalle, para la apertura iríamos junto con Piero y después de algunos meses de funcionamiento, regresariamos a nuestro hogar en Madrid, encontraríamos inversionistas  y un director para esa sede del bufete; así podríamos expandirnos sin abandonar a nuestros clientes y yo podría pasar también algún tiempo cerca de mis padres, hasta que papá se recupere.

Viajamos el mes siguiente.

Paul regreso antes a Madrid para encargarse de sus casos en el país, Piero iba y venía, y yo estaba fija en Portland fungiendo como reclutadora, necesitábamos prometedores abogados y yo sería quien los escogiese, eso fue la parte sencilla, sin embargo la tarea de conseguir un direcror para esta sede se había complicado y es que muchos de los candidatos no cumplían las expectativas que teníamos, así que por algunos meses Paúl, Piero y yo tuvimos que turnarnos entre Madrid y Portland atendiendo compromisos y dirijiendo las dos sedes.

Mis suegros continuaba presionandome con tener hijos, así que comencé a posponer mis viajes a Madrid para evitarlos, pues ese tema desencadenaba varías discusiones con mi esposo, eso más el estrés de manejar las dos sedes del Bufete, estaban pasándonos factura en nuestra relación, aun así, seguíamos trabajando en solucionar las cosas y mantener nuestro hogar estable.

...

Piero había viajado hace una semana para estar conmigo y ayudarme con el trabajo.

Ese día cuando me desperté y no encontré a Piero en la cama, me llamo la atención así que me levante.

-Piero, amore- solté mientras lo buscaba por la habitación.

-Baja bella-gritó

Baje las escaleras y encontré la mesa lista con el desayuno, procedí a tomar asiento con cierta sorpresa.

-Por que estas despierto tan temprano? - pregunte con extrañesa

-Hoy es un día importante amore- dijo Piero mientras comenzaba a servir mi desayuno

-Nos visitará el posible nuevo inversionista y potencial director para la sede, Paul lo sugirió - me contaba mientras comíamos

-y para eso madrugaste tan temprano? - cuestioné

-No amor mio, tendrás que recibirlo tu, recuerda que en unos días es el juicio de Tomás, debo tomar un avión a Madrid y reunirme con él- continuo contandome

-Esta bien- conteste sin darle mucha importancia, así era como funcionabamos los dos.

Luego de comer fui a darme una ducha, minutos después entro Piero sin que yo lo notara, el ruido del agua silenciaba todo lo demás.

Piero dijo - Eres hermosa- mientras me miraba con deseo a través del cristal.

-¿Quieres acompañarme? - pregunte en tono pícaro

El se quitó su bata y abrió la puerta de vidrio que nos separaba, me tomo en sus brazos y me pegaba a su cuerpo mientras nos devorabamos las bocas, me dio vuelta en un momento y pego mi torso a la pared del baño, empezó a penetrarme tan placenteramente que no tardamos en llegar al orgasmo al mismo tiempo. Aún agitados terminamos de ducharnos.

Cómo la reunión con el posible nuevo director era un tema importante, decidí usar un traje bastante sobrio que era ceñido al cuerpo en un tono blanco, la falda daba por debajo de la rodilla, ceñida y quejo un resaltaba cada una de mis curvas, organice mi pelo ondulado, lo acompañe con un maquillaje sutil que completaba el look.

-Ana, si no fuera por el juicio de Tomás, no te dejara ir a ningún lado con lo guapa que estás- me dijo Piero cuando se acercaba apara darme un beso de esos que nublaba mi juicio

Reí entre sus brazos por el comentario y le devolví el beso con igual pasión.

Pronto se despidió y se fue rumbo al aeropuerto.

...

Llegue al edificio donde funcionaba nuestro Bufete y subí hasta mi oficina, al rato Denisse, mi secretaria toco la puerta para avisarme que había llegado el potencial socio del que me había hablado mi esposo.

Me sentía bastante ansiosa por la reunión y es que Piero no me había dado ningún detalle sobre este misterioso inversionista y cuando llame a Paul para preguntarle ignoro mis llamadas. Sentía la presión de dejarle una buena impresión a este hombre porque pisaría su confianza en nosotros al invertir en el bufete, además ya me había pasado con algunos candidatos antes, que no me tomaban enserió por ser más joven que ellos o por ser mujer.

Tomé aire y dije:

-que pase- mientras me ponía de pie para ir hasta la puerta de mi despacho a recibirlo.

La puerta se abrió a unos centímetros de mi y justo ahí lo vi, era él! Me petrifique al verlo, él se acercó confiado y tomó la mano que yo instintivamente le extendí a modo de saludo.

Diario de una confesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora