Capitulo 29

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Eliot era quien estaba frente a mí tomando mi mano!!! Internamente mi corazón estaba por salirse de mi pecho y mis piernas amenazaban con dejar de sostener mi cuerpo de pie.

-Ana... Que gus... -

-Señor Towers, adelante- le interrumpí, al tiempo inhale y me di vuelta para regresar hasta mi escritorio.

Eliot tomó el asiento que se encontraba frente a mí y se sentó con la suficiencia que siempre le había caracterizado. No lo había visto en años, 5 para ser exactos, se veía aún más atractivo que antes; tenerlo en frente despertaba en mi todos los recuerdos que creía haber enterrado.

Me costó bastante mantener la compostura y actuar de manera profesional pero apele a todo mi control para mantenerme firme pese a la revolución que en mi interior había surgido.

-Por qué desea ser director de esta sede? - pregunte mirándolo con seriedad

-Ana me da gusto verte tan bien, sabía que serias exitosa- respondió

-Señor Towers le pido que por favor hablemos de negocios, su tiempo y el mio son limitados- pronunciaba yo con profesionalismo

-Te ves tan diferente Ana, lo lamento tanto, por todo- decía mientras acercaba su mano a la mía y su cara reflejaba nostalgia

-El pasado es pasado señor Towers- comenté

Justo en ese momento golpeó a la puerta Denisse

-Pasa- dije en voz alta mientras alejaba mi mano de la de Eliot

-Señora, su esposo llamó dijo que la espera para la comida- me informó

-Y el viaje? - le pregunté a ella

- Dijo que el juicio del señor Tomás se aplazó así que no viajará hasta la otra semana - contestó al acercarse a mi escritorio entregando también unos papeles

Cuando ella se retiro Eliot preguntó:

-Te casaste?-

-Si- conteste

-Eres feliz? -

-Inmensamente - mentí

Su mirada se torno oscura y su cuerpo se puso rígido, pude notar como su respiración cambió; se puso de pie, me dirigió una mirada - No debí venir- pronunció entre dientes dándose media vuelta y abandonando mi despacho sin que yo pudiese decir algo más.

Una vez cerró la puerta, las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos, parecía que le había afectado mi respuesta y su reacción me afecto a mi, no se por qué, pero verlo desconcertado no produjo la satisfacción que creí al decirle que era feliz con otro hombre, fue todo lo contrario.

No pensé volver a verlo así, ni tenerlo tan cerca, su presencia, su aroma, su tacto, todo en el aún me hacía temblar, los recuerdos se liberaron y me estuvieron golpeando todo el día.

Un ruido me sacó del trance en el que me encontraba, era mi teléfono! Cuando conteste escuche a Piero decir molesto:

- ¿donde carajos estas? -

-Cariño estoy en la oficina, tenía algo de trabajo y me concentre en ello, lo siento- respondí al notar que ya eran las 11 de la noche y que obviamente no había estado para la comida a la me había citado.

-Por Dios Ana, estaba preocupadisimo- continuó reclamando

-Hablemos en casa, ya voy para allá - dije y luego colgué
...

Al llegar a casa, encontré un hermoso ramo de rosas en la mesita de la entrada, supuse que eran para mi,

Al adentrarme más note que la mesa estaba arreglada y la comida seguía en el plato posado justo frente a mí puesto.

-Cariño lo siento muchísimo, perdí la noción del tiempo - pronuncie mientras me acercaba a él, que estaba en la sala.

-Voy a descansar Ana se paro ignorando mi presencia y fue a nuestra recamara.

Me quedé sola en el comedor, Intente comer pero los pensamientos en torno a Eliot habían espantado todo mi apetito así que me levante y fui por un trago al mini bar

Mientras lo bebía revisé mi celular y leí el mensaje de Paul

"¿como te fue con la entrevista?"

"Sabias qué era el profesor Towers?" respondí

"Si, ¿no te lo dije? Debí olvidarlo, igual ¿que tal estuvo la reunión?" insistió

"Tuvo una llamada y salió del despacho sin haber alcanzado a hablar" mentí

Obviamente no podía decirle la razón por la que se fue y esa fue la única mentira que se me pasó por la cabeza.

Tome un par de tragos más tratando de ahogar en alcohol aquellos pensamientos que me estaban abrumando, cansada de ello decidí ir también a la cama.

La habitación ya estaba a oscuras, era obvio que Piero seguía molesto, así que evitando hacer ruido me prepare para dormir y me acosté a su lado, lo abrace, pero el retiro mi brazo y se giro, así que hice lo mismo y después de un momento me quedé profundamente dormida.

...

Había pasado medio mes desde el encuentro que tuve con Eliot en mi despacho, ese día iba rumbo al bufete porque tendríamos una junta con los accionistas.

Al llegar Denisse tenía preparada para mi una carpeta con algunos informes de rutina, los revise mientras caminaba a la sala de juntas.

Al abrir la puerta saludo a los accionistas, me percató que Piero aún no había llegado y luego mis ojos se fijan en Eliot que se encontraba sentado a lado del lugar que regularmente usaba mi esposo, avance hasta mi silla justo en la otra cabecera, mientras notaba como sus ojos me seguían, comencé a hablar un poco con los socios que estaban a mi lado y trataba de no fijarme en el hombre que no disimulaba su mirada sobre mi.

Minutos después entra Piero, antes de tomar asiento inicia diciendo:

"Buenos días a todos, lamento mi retraso pero tuve un asunto urgente que atender. Les agradezco por asistir el día de hoy, igualmente me alegra informarles que el señor Eliot Towers a partir de hoy ocupará el cargo de director de nuestro bufete aquí en Portland, sin embargo mi bellísima esposa (hace un gesto hacia mi) y yo seguiremos estando presentes aquí, igualmente Eliot se unirá a nuestra lista de socios inversionistas, bienvenido a la familia! "

Me quede en shock, ¿por que Piero o Paul no me habían dicho nada al respecto? este tipo de decisiones las tomábamos juntos.

-Gracias Piero, estoy ansioso por empezar a trabajar aquí- dijo Eliot y su voz me sacó de mis pensamientos

Todos aplaudieron y nos felicitaban mientras yo trataba de disimular el enorme enojo que acababa de surgir en mi, dibuje una falsa sonrisa en mi cara y me límite a continuar con la reunión.

Al salir de la sala de juntas me dirigí directamente al despacho de Piero con él siguiéndome de cerca... Cuando entramos le reclamé el por qué tomó esa decisión sin consultarme antes.

-Amore has estado más ocupada que de costumbre estos días, pensé que sería una buena noticia- respondió acercándose a mi y tomando mi cintuta

-Yo también soy dueña de este bufete y las decisiones importantes como esta las tomamos los los tres, ¿Paul sabe que lo contrataste? - conteste e indague molesta

-Claro que lo sabe, lo decidimos juntos y ya calmate, no es para tanto. Eliot lo hará bien y tu lo vigilarás los próximos meses-

-como así!? - pregunté

-Si, volveré a Madrid este fin de semana y me quedaré allá 3 meses, la firma nos necesita y ahora estoy llevando la mayoría de casos de esa sede, tu te estas encargando de los casos de acá, lo lógico es que nos dividamos un tiempo- se explicó Piero

- No puedo creer que decidas todo esto solo y apenas me informes- respondí molesta y antes de que Piero dijera algo más me fui del despacho.

Diario de una confesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora