Capitulo 36

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A la mañana siguiente, después de haber desayunado y pensado bien todo, entendí que el problema principal era Maitte Vernon y lo iba a resolver de una vez.

Denisse consiguió para mi la información de contacto de la rubia, así que la llamé y la cite para verla en el restaurante del hotel donde me quedaba, esa misma tarde.

Me arregle y baje con la cara en alto hasta el restaurante y pedí un café mientras la esperaba.

-No pensé que quisieras verme y menos ahora que sabes que le daré un hijo a tu esposo- inicio provocando me apenas llegó y se ubico en la silla de enfrente

-Maitte, cual es tu problema conmigo? Que te hice lata qué te metieras en mi vida, no una sino dos veces? - pregunté tranquila

-Quería a Eliot para mí, él solo tenía ojos para mí incluso después de romper, hasta que apareciste tu, reto hasta a su padre por ti y aunque hice todo para obligarlo a estar conmigo, solo acepto cuando le amenace con destruirte a ti- ella me hablaba con resentimiento, con mucho resentimiento

-Yo no tuve la culpa de eso- me defendí

-Tal vez, pero eres su punto débil y no te iba a dejar el camino libre para que tomes lo que me pertenecía - se explicó

-El nunca te perteneció, quizás te amo... Pero él no es un objeto que podías usar cuanto quisieras- la corregí con ira

-Lo sé, pero incluso después de casarnos Eliot no fue capaz de tocarme ni una sola vez, me odiaba y se encargo de repetirmelo cada día durante el tiempo que duró nuestro matrimonio.- hablaba con molestia

-Eso no es culpa mía, es toda culpa tuya, no puedes obligar a alguien a sentir o hacer algo solo porque a ti te place- justifique con obviedad y desdén

-Nunca dejó de amarte y luego de que nuestro divorcio quedó en firme lo primero que hizo fue ir por ti- se notaba que estaba herida

-¿Y tu por qué te metiste en mi matrimonio? - pregunté

-Cuando supe que volviste y que Eliot estaba contigo, primero solo quise avisarle a Piero de tu relación con Eliot para alejarlos, sabía que lo había enojado y que quería vergarse de ustedes, así que me preste para eso porque también quería vengarme porque te odio, quería que sufrieras y humillarte- mencionó esas últimas palabras con más ira que antes

-Maitte, has lo que se te de la gana pero déjame en paz, te lo advierto ya no soy la estudiante que una vez conociste y no te tengo miedo, ni a ti, ni a la fortuna de tu papá - amenace antes de irme

Admito que una vez me retire, la ira era mayor pero al menos ahora tenía las respuestas a muchas cosas que aun me atormentaban.

Piero seguía insistiendo en contactarme y yo seguía ignorandolo porque aun no sabía como iba a proceder.

Sabía que necesitaría armas para defenderme de Maitte, sabía que no me dejaría en paz; así que contrate un investigador privado para que la vigile a ella y a su padre.

Esta vez no sería yo la que huyera y tampoco iba a dejarme amedrentar por amenazas de esa familia.

También contrate un abogado en Madrid para que iniciara y tramitará mi divorcio, eso porque fue en España donde nos casamos, así que debía delegar esa tarea, hasta que yo pudiera viajar y encargarme personalmente de lo que faltara.

En cuestión de 2 semanas tenía sobre mi escritorio el informe del investigador acompañado de varias fotografías, que sería muy útiles para mis intereses.

Había hablado con mi delegado en Madrid, quien no podía ser otro que Paúl, me había ayudado a adelantar todos los trámites y papeleos que se requerían y ahora era mi momento de viajar de regreso a Madrid para completar lo que hacia falta y dar por terminada la relación con mi esposo.

Piero intentó llamarme un sin fin de veces, nos cruzábamos en la oficina y a veces en casa cuando iba a recoger algunas de mis cosas, me pidió que arreglaramos las cosas, que nos mudemos a otro lugar y empecemos de cero, pero no, yo ya no podía seguir con él, no sólo porque tendría un hijo con otra mujer, sino porque el cariño que tenía hacia él se extinguió con su comportamiento en estos últimos meses.

Viaje a Madrid, Paul me recibió y me acompaño la semana que estuve allá organizando las cosas y recogiendo todas mis pertenencias, pues había decidido ya no vivir en Madrid y radicar me definitivamente en mi país natal.

Regrese a Portland con papeles del divorcio en mano, estos se los lleve personalmente a Piero, quien en principio se negó rotundamente a firmarlos, ello no me sorprendió y en realidad estaba preparada para su negativa.

No pudo resistirse a firmarlos cuando le recordé que por haberme engañado sería yo quien se quedaría con todas las acciones que compartíamos en el Bufete, además de nuestras propiedades en Madrid y acá, con esa información propuse que el se quedaría con la mitad de las acciones y con el piso en Madrid y yo el otro 50% de las acciones y el apartamento en Portland, de forma que los dos ganábamos.

Aceptó luego de verse acorralado y notar que esa era su mejor opción para no perder todo lo que tenia, así el conservaba parte del bufete y yo recibía mi libertad.

Una vez en firme mi divorcio, y ya con la titularidad de mis acciones decidí venderlas a alguien que las valorará, pues no quería tener nada que ver con Piero, ni tener que verle en las juntas de socios. Paul fue quien las compró y ahora él era el socio mayoritario de la empresa.

Al tiempo recibí el resto del informe del. Investigador que había contratado, ahora tenia toda la información así que decidí entregarle una carpeta con parte de la investigación a Piero, ahí decía que el hijo que esperaba Maitte no era de él ya que en realidad la rubia solo tenía 6 semanas de embarazo.

Luego de eso fui a ver al director Vernon, a quien también le entregue otra carpeta que contenía una lista de todas las alumnas que había acosado durante sus años como director de la universidad, la carpeta contenía fotos e información detallada de cada víctima, así que lo amenace con denunciarlo si no controlaba a su hija y dejaba de interferir en mi vida, este aceptó de inmediato pues su reputación era lo más valioso para él.

Diario de una confesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora