Habiendo dejado a todo el grupo en los pisos inferiores, llegué al que me correspondía y salí en busca de mi habitación, una vez puse la tarjeta en el sensor la puerta sonó y entre a una habitación enorme, el tapiz era color crema y la madera oscura contrastaba a la perfección, frente a mi unas ventanas que revelaban la ciudad y una sala bastante elegante, di unos pasos más y note una puerta más así que camine hace ella, cuando la abrí me encontré con una cama king size con tendidos blancos y en una mesita dos copas y una botella de champagne, alguien me tomó de la cintura y beso mi hombro, su perfume lo delataba, era Eliot.-Te dije que íbamos a disfrutar de esta semana- susurro aún sobre mi hombro
-Eliot, cada vez me sorprendes más- dije, en verdad estaba sorprendida de que haya preparado todo eso para mí, para nosotros.
Mi giro y luego pegó sus labios a los míos, mis brazos se enrollaron a su cuerpo acercandolo, estaba conmovida!
Se separó y nuestras miradas se cruzaron, parecía que quería decirme algo pero solo me miraba, estuve a punto de romper el silencio, pero su boca se adueñó de la mía nuevamente y sus manos me ajustaban a su cuerpo. Paro de besarme de manera abrupta y se acomodo la ropa
- debemos bajar pronto- dijo mientras su respiración aún estaba agitada.
Me tomo de la mano y salimos de la habitación rumbo al aparcamiento, nos esperaba ahí un descapotable rojo.
Me invitó a subir y salimos del hotel a toda velocidad, paseamos por la ciudad y paramos en un pequeño café estilo francés, tomamos algo y luego fuimos a visitar el public garden, pareciamos una pareja normal, caminábamos de la mano mientras hablábamos de nuestras vidas y admirabamos la naturaleza que nos rodeaba, nos tomamos fotos, reimos, fue un día divertidisimo.
Volvimos temprano al hotel, cenamos con todo el grupo, claro está Eliot a un lado con su aura intimidante de profesor y yo al otro tratando de seguir la conversación de mis compañeros.
Nos despedimos temprano, pues al día siguiente debíamos madrugar para asistir al evento, y cada uno tomó rumbo a sus habitaciones.
Una vez en la nuestra, Eliot nos sirvió dos copas de champagne, mientras lo bebiamos aprovechamos para ver una película.
Cuando se terminó eran casi las 11 de la noche, ya era tarde, así que entre al baño a cambiarme y me puse el pijama que Lu había guardado en mi equipaje, era una bata corta de seda celeste que se ajustaba a mi cuerpo como si fuese una segunda piel, resaltaba mi cuerpo.
« no debí dejar que Lu armará la maleta» pensé
Al salir, Eliot me miró y se acomodo, camine hasta mi lado de la cama y me recosté a su lado.
Eliot me seguía con la mirada y dijo - No me canso de verte preciosa - luego me beso!
Las caricias de Eliot entre la seda provocaban en mi una sensación placentera, ese era el poder que tenía Eliot sobre mi, un toque encendía mis sentidos y mis instintos, cada roce de la seda sobre mi cuerpo mientras me besaba, hacia crecer mi deseo, se sentía como una pequeña tortura, una muy placentera.
Mis manos recorrían su cuerpo hambrientas de sentirlo, quería más, y su entrepierna me confirmaba que él también, por eso en una pirueta terminé sobre él, intentó juntar nuevamente nuestros labios pero no lo deje!
Baje por su pecho dejando un recorrido de besos hasta llegar al borde del pantalón del pijama que llevaba puesto, lo retire como pude y seguí mi recorrido de besos hasta llegar a su miembro, cuando lo introduje en mi boca y empecé a moverme succionando como si de un bombón se tratara, note de inmediato como su cuerpo tensaba y se pegaba más a la cama, una de sus manos sujetaba mi cabello mientras la otra agarraba las sábanas con fuerza, podía escuchar sus gemidos
En respuesta empecé a mover mi boca más rápido, hasta que, no se como, me tomo de los brazos y me puso debajo de él.
-Yo también se jugar este juego- me dijo mientras sus dedos se abrían un espacio en mi, al notar lo mojada que estaba la mirada de Eliot se torno aún más intensa y sus dedos empezaban a jugar con mi clitoris de una forma extraordinaria, mientras su boca jugaba con mis pechos, no podía parar de moverme en respuesta a su tacto y cuando noto que mi orgasmo estaba por llegar, apartó sus dedos de mi.
Casi de inmediato siento como entra en mi con fuerza, no pude ahogar el grito que ese movimiento me provocó, sus embestidas era cada vez más profundas mientras yo me aferraba a su espalda con mis uñas, nuestros gemidos opacaban el ruido de la ciudad y nuestros cuerpos cada vez más hambrientos no podían parar, me di la vuelta para quedar de espalda a él, aún estando debajo y ese cambio hizo que sienta aún más profundo sus embestidas, lo que me hizo explotar de placer y al momento siento que el también acaba.
-Eres deliciosa- dijo con la respiración aún entrecortada
-Y tu una tentación - respondí mientras me acomodaba en la cama.
Paso su brazo alrededor de mi cuerpo, sentía como su respiración se iba haciendo más lenta hasta que se durmió, pronto lo seguí.
Fue la manera ideal de terminar el día tan maravilloso que tuvimos. Aún nos quedaban 5 más!!!
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Diario de una confesión
RomanceMi historia no es suave, ni armoniosa; tiene sabor a insensatez, locura, confusión, como la vida de aquellos que no quieren mentirse más a sí mismos. Ana era hermosa e inteligente, ya había encontrado a su príncipe azul y lo tenía todo o al menos e...