10: Estupida idea

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Kim Minjeong ― 16 de octubre del 2024

Jimin me cortó la llamada y aún no terminaba de hablar. No podía creer que Hailee fuera tan estúpida de ir hasta su pueblo a buscarla, podría perjudicarla con su manada, además estaría trabajando. Tiré el celular sobre el escritorio y suspiré. Como si el concejo no fuera suficiente problema ahora, también estaba la tonta de Hailee.

Llevaba un rato pensando en la propuesta de Yizhuo, quizás era una idea bastante alocada, pero me serviría. De todas formas, las probabilidades de que Yu Jimin aceptara casarse conmigo eran del 0,001%, por no decir nulas. El tratado detallaba puntualmente que ni el reglamento vampiro o licántropo podrían oponerse a la unión. Decidí dejar de preocuparme por un momento y salí del edificio. Debía ir al laboratorio para ver si Comada había pasado por allí, pero al llegar y preguntar por él, me informaron que había salido de vacaciones. Maldito humano.

Cuando iba saliendo, me encontré con un auto muy parecido al de Jimin. Miré frunciendo el ceño cuando ella bajó caminando rápidamente hacia mí. Recorrí su cuerpo de arriba a abajo. Llevaba puesto un traje ceñido al cuerpo que resaltaba sus curvas, estaba realmente preciosa.

―Minjeong, sabía que te encontraría por aquí ―comentó mirando detrás de mí.

―Hola Jimin. Sí, debía comprobar si Comada no había llegado a trabajar, y efectivamente, se tomó un mes ―solté molesta, caminando lejos del laboratorio. La loba venía detrás de mí.

―Sabes la forma en que lo sujetaste a esa silla, hubiese jurado que era imposible que saliera, y tengo la teoría de que alguien pudo estar ayudándolo.

La miré asintiendo y me mantuve en silencio. Seguíamos caminando sin decir nada. La verdad era que mi mente no dejaba de pensar en la idea de Ning.

―Minjeong, ¿te encuentras bien? Si deseas hablar de la muerte de Milán, puedo escucharte. En la manada suelen decirme que soy buena escuchando ―comentó, regalándome una cálida sonrisa.

Lo pensé por un momento. No se trataba de Milán, era por el maldito concejo y la amenaza de Jungkook.

―No es nada, Jimin, no te preocupes. Dime, ya que me cortaste la llamada hace unas horas, ¿aceptaste salir con Hailee? ―pregunté, recordando su llamada.

Quizás no debía preguntar esas cosas, pero prefería hacerlo a sacar el tema del tratado. Ella me miró, alzando una ceja y sonriendo de forma extraña.

―No puedo responderte, me temo ―comentó, deteniéndose en un parque verde.

Giré los ojos, sintiéndome molesta por esa respuesta tan vaga.

―Como sea, me voy.

Estaba dispuesta a volver a trabajar. Debía buscar una alternativa para mi problema. Tampoco tenía nada que hablar con la alfa, bueno, quizás el punto 15, pero ya me había irritado con sus palabras.

Comencé a mover mis pies mientras me alejaba de ella, cuando sentí una cálida mano reposar sobre mi hombro. Me detuve en seco. Era tan extraña la sensación del calor. Desde que me había convertido en vampira, algo tan simple como eso se volvió una extrañeza.

―¿Ya te vas? Pero si apenas llegué ―preguntó haciendo un poco más aguda su voz.

Giré mi cuerpo ligeramente quedando frente a frente, algunas personas pasaban a nuestro alrededor disfrutando el aire fresco del parque.

― Lo siento Jimin, tengo cosas que atender en el clan, y creo que deberías aprovechar que ya estás en la ciudad para salir con Hailee Gilbert ―comenté, apretando la mandíbula.

Cruzada, Sangre y Luna [WINRINA 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora