Kim Minjeong – 15 de diciembre del 2024
Las malditas palabras de Kenta Comada resonaban en mi mente como tambor descontrolado, las chicas hablaban entre ellas, pero no podía centrarme en escucharlas.
Había pasado mucho tiempo desde la última vez que algo me causó tanta inseguridad, un fuerte golpe en el vehículo provocado por un bache en la calle me devolvió a la realidad mientras liberaba un largo suspiro.
—¿Alguien más siente que estamos cavando nuestra propia tumba? —inquirió Yizhuo con preocupación en su voz.
Giselle respondió mencionando que también tenía un mal presentimiento sobre nuestra segunda parada, yo me limitaba a asentir.
—Tengo tantas ganas de golpear a esa vampira que el miedo no entra en mi lista de actividades del día —soltó Jessica.
Cuando finalmente el GPS de Jessica indicaba que estábamos próximas a nuestro destino, el sitio descampado llamó mi atención. En aquel lugar no había señales de civilización, solo predominaban unos pocos árboles y pastizal sin mantención. Todas bajamos del vehículo un poco confundidas, ¿aquella dirección era la correcta?
El silencio que envolvía el lugar era casi surrealista, interrumpido solo por el suave susurro del viento entre los árboles. Nos quedamos paradas allí por un momento, observando el paisaje desolado y preguntándonos qué nos aguardaba más adelante.
La sensación de inquietud que había estado creciendo en mi pecho se intensificó cuando me di cuenta de lo aisladas que estábamos.
Jessica consultó el GPS una vez más, asegurándose de que no nos hubiéramos desviado del camino. Sin embargo, las coordenadas coincidían perfectamente con la ubicación en la que nos encontrábamos. Estábamos en el lugar indicado, pero algo no cuadraba.
—¿Qué hacemos ahora? —preguntó Jimin.
Yizhuo carraspeó su garganta llamando la atención allí.
—¿Creen que el idiota de Sunghoon nos haya jugado una broma de mal gusto dándonos una dirección incorrecta? —aquello pasó por mi cabeza como una idea fugaz, si era así golpearía al maldito vampiro hasta el desmayo.
Jessica frunció el ceño, parecía molesta.
—No lo creo —respondió la vampira con firmeza—. Sunghoon puede ser muchas cosas, pero no creo que se arriesgaría a jugar con nosotras de esa manera.
Nuestra atención fue desviada cuando las licántropas comenzaron a inhalar aire de manera intensa, haciendo muecas extrañas y agitando sus narices como si estuvieran buscando algo.
Ambas se miraron mutuamente con un gesto de temor, soltando un pequeño gruñido mientras sus pequeños dientes comenzaban a ser reemplazados por enormes colmillos de lobo. Aunque no se transformaron por completo.
Jessica y Yizhuo intercambiaban miradas confusas mientras yo intentaba percibir, pero era inútil. En el aire, solo detectábamos un ligero aroma a hierbas. Las licántropas seguían inquietas, sus sentidos más agudizados que los nuestros, parecían captar algo que nosotras no éramos capaces de percibir.
—Chicas, ¿qué ocurre? —preguntó Yizhuo.
Giselle cerró los ojos por un momento, concentrándose en captar cualquier indicio en el ambiente. Una ráfaga de viento trajo consigo un ligero cambio en el olor del aire, algo sutil. Un escalofrío recorrió mi espalda cuando finalmente lo identifiqué, el olor a magia oscura, y algo más...
—No estamos solas aquí —susurró la pelinegra.
La tensión me recorrió cuando Jimin rugió hacia los altos pastizales, seguida por el eco del gruñido de su mejor amiga. En un parpadeo, ambas adoptaron su forma de lobos.
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Cruzada, Sangre y Luna [WINRINA 1]
FantasyEn el Bosque de Sherwood, una serie de muertes misteriosas desata el temor entre las criaturas del lugar. Yu Jimin, alfa de los licántropos, investiga y encuentra a Kim Minjeong, líder vampiro, entre los sospechosos. ¿Podrán estas mujeres dejar de...