45: Tras la paz

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Yu Jimin – 21 de diciembre del 2024

Repasaba la defensa una y otra vez en mi cabeza, para nuestra suerte los libros de mi abuelo fueron de gran ayuda. Era realmente extraño que todos estos años nadie me haya dicho sobre la particular mordida de un Alfa Lunarix.

Según una libreta que encontré bastante oculta, mi tipo de licantropía no tenía control sobre sí mismo cuando encontraba a su Aníma Lunaris, eso explicaría mi repentina mordida cuando habíamos sido secuestradas por Ainhoa Arias.

Especialmente porque la marca solo ocurría cuando la o el lunarix sentía una íntima conexión con su contraparte, que Minjeong bebiera mi sangre pudo activar esa naturaleza primitiva en mi interior.

Taeyeon había acertado al sugerirnos utilizar la marca como escudo, aún continuaba un poco preocupada por su bienestar. Si bien no éramos realmente unidas, tenía buenos recuerdos a su lado de cuando éramos más pequeñas y pasábamos las navidades juntas, siempre tocaba navidad con la familia de mamá y año nuevo con la de mi padre.

Cuando ella cumplió los 18 años presentó una audiencia con los líderes de la Orden, para luego ser incorporada al grupo de defensa, haciendo sentir orgullosa a toda la familia.

Miré por la ventana viendo como cada vez estábamos más cerca de la carretera principal de Mansfield, liberé un pequeño suspiro cerrando los ojos con fuerza. Mentiría si dijera que no moría de nervios por lo que pudiera esperarnos.

Tomé la pequeña pelotita anti-estrés que había guardado en la guantera antes de subir, y comencé a apretarla esperando que eso me ayudara a liberar la adrenalina que amenazaba con salir. Pero solo me hacía sentir ansiosa.

—Amor —hablé llamando su atención.

Ella solo movió la cabeza esperando que hablara.

—Te quiero mucho, ¿sabías? —llevé las puntas de mis dedos a su fría mejilla pinchando un poco.

Esbozó una sonrisa enseñando sus brillantes y blancos dientes, apartó su atención por unos segundos de la carretera, solo para mirarme y lanzarme un beso volador.

—Yo te quiero aún más mi amor —respondió apretando el acelerador intentando ganarle a un semáforo que iba en dirección a ponerse en rojo.

Me prendí con fuerza del cinturón regañándola por hacer algo tan peligroso, especialmente en una calle tan transitada como aquella.

Luego de ese pequeño momento donde sentí que perdería la vida en un accidente de tráfico mientras mi novia reía burlona, comenzamos a aproximarnos a nuestro destino. Frente a nosotras teníamos un edificio de tres plantas, que relucía con un gris cartel "Seat O.E Mansfiel England".

El aire frío del mediodía se colaba entre los pliegues de mi abrigo mientras salía del auto, buscando rápidamente la cercanía de la vampira para entrelazar nuestras manos.

—Tengo nervios —susurró cerca de mi oído mientras pasábamos por el umbral.

Apreté su agarre asintiendo ligeramente con la cabeza, yo también tenía un poco de miedo.

Una vez dentro, noté las miradas furtivas y prejuiciosas de algunas personas que vestían de formales trajes. Apreté los dientes intentando desviar mi atención de ellos, pero era difícil.

—Ignoremos sus miradas, estamos aquí por una razón y no permitiremos que nos intimiden —susurro la vampira acariciando mi mano con la yema de su pulgar.

Con pasos decididos sugerí preguntar al hombre de control de seguridad sobre la sala de audiencias. El hombre alto, con tez oscura y ojos rojos como la sangre alzó la vista hasta nosotras.

Cruzada, Sangre y Luna [WINRINA 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora