19: La oscuridad

414 56 4
                                    

Yu Jimin 25 de octubre del 2024.

Había despertado con el sonido de la alarma, como de costumbre, a las 7:30 am, ya que mi trabajo comenzaba a las 9 de la mañana. Froté mis ojos mientras la luz del día irritaba mis pupilas.

Anoche había estado discutiendo con Minjeong, tuvimos una pequeña pelea por sus reclamos hacia mis acciones. Sin embargo, luego de mencionar a Max, decidió pasar la noche en mi casa. Con tres habitaciones de invitados, no fue ningún problema.

Me sentí culpable por hacerla esperar tanto tiempo ayer, pero después de beber junto a Talia, un malestar se apoderó de mi cuerpo. Usualmente, los licántropos necesitaban grandes cantidades de alcohol para llegar al estado en el que me encontraba.

Tomé una larga ducha para iniciar bien el día. Al salir del cuarto, no vi a la vampira; seguramente continuaba durmiendo.

Me dirigía a la cocina para preparar el desayuno, pero recordé que ella no consumía los mismos alimentos que yo. Quizás debía hacer una visita al hospital. Sin pensarlo mucho, fui en bicicleta, ya que estaba a unas pocas cuadras de mi hogar.

Al llegar, pregunté por Adam. Sería extraño pedir sangre. Esa idea revolvía un poco mi estómago, pero no podía dejar a mi invitada con hambre. El médico no tardó en llegar.

—Hola Jimin, ¿Vienes por Max? —preguntó mientras pasaba las hojas en su carpeta.

Aproveché la oportunidad para ver si Max había mejorado. Asintiendo a su pregunta.

—Me temo que no ha presentado mejoría, sigue inconsciente y las marcas negras cada vez se extienden más. Estuvimos suministrando grandes cantidades de Wolfgang para darle más tiempo.

Aquello me angustió un poco, ni mi mayor enemigo merecía un sufrimiento tan grande. Esperaba que Max pudiera salir de ese estado pronto.

—Es una pena, solo tiene 25 años. Esto es tan injusto —respondí con el semblante angustiado.

Recordaba que el pelirrojo era mi compañero cuando iba a la escuela primaria. Siempre peleábamos por tonterías, cosas de niños. Aunque al ir creciendo seguimos llevándonos mal; él era muy impulsivo y buscaba liderar al clan, pero a mi lado era débil. Sabía que cargaba con ese rencor hacia mí, y no podía culparlo.

—Si despierta, sería de mucha ayuda —aún tenía sus gritos en mi mente, "no puedo ver".

—Adam, usted ¿cree que los humanos hayan logrado avances tan grandes para dañarnos así? —consultó pensativa.

El médico se detuvo a considerarlo.

—No lo sé Jimin, no tendría sentido arruinar su relación con los no-naturales, son la especie más débil —respondió mirando a los lados pensativo.

—Si me disculpas, tengo que seguir trabajando —comentó mientras daba media vuelta para marcharse.

Lo detuve rápidamente, y él me miró frunciendo el ceño. Jugué con mis dedos nerviosa durante unos cortos segundos, me daba pena hacer una petición de ese tipo.

—Adam, ¿podría darme una bolsa de sangre? —El abrió sus ojos grandemente y se rascó el cuello preocupado.

Abrí mis ojos de par en par, necesitaba aclarar para que la necesitaba, seguro se estaba haciendo ideas extrañas, que vergüenza.

—Es que mi prometida, ya sabes, es una vampira y bueno, no puedo darle de mis galletas como desayuno —admití un poco avergonzada mientras miraba mis pies.

—Oh, eh, creo que puedo darte una bolsa. Sígueme —asentí y caminé detrás de él.

Ingresó a una habitación mientras yo esperaba afuera. Al salir, me entregó una pequeña caja de tergopol.

Cruzada, Sangre y Luna [WINRINA 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora