Cruzada, Sangre y Luna [WINRINA 1]

36: Traición

Kim Minjeong – 13 de diciembre del 2024

Al abrir mis ojos reconocí ese lugar, estaba en el hospital de Sherwood. Ese extraño sueño con Aurelius estaba en mi mente, pero sabía a la perfección que la verbena provocaba alucinaciones, y un tiempo atrás recordé a aquella mujer, seguro mi mente me jugó una mala pasada. Claro que nada de eso fue real.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por un fuerte sonido que parecía provenir de afuera, al salir mis ojos se abrieron de par en par, al notar como la alfa de ojos morados estaba a punto de golpear a Jessica, mientras insinuaba que ella era una bruja.

En ese instante mis rodillas flaquearon haciendo que golpeara el suelo, y las lágrimas comenzaran a bajar por mi rostro, había recordado porque estaba en el hospital.

—No la lastimes Jimin, ella siempre dijo la maldita verdad, Hailee no es quien pensábamos —confesé haciendo que mi voz se cortara por mis sollozos.

Mi cabeza estaba en dirección a las losas blancas del suelo, mientras un par de lágrimas se deslizaban por los pómulos de mi rostro. Escuché como Jimin acercaba sus pasos hasta mí, colocándose en cuclillas.

Sentí como colocaba su cálida mano sobre mi hombro, alcé la cabeza para encontrarme con sus hermosos orbes morados, notaba una extraña mezcla de emociones en ella, parecía enojada, feliz y angustiada al mismo tiempo. Sin dudarlo extendí mis brazos rodeando su cuello y pegándome a su cuerpo, necesitaba sentir su calor, ella no demoró en corresponder a mi acto.

Al separarme me regaló una sonrisa que hizo dar un salto a mi corazón. ¿cómo era posible que fuera tan bella? Unas enormes ganas de besarla se apoderaron de mis sentidos, olvidando por completo lo que realmente estaba ocurriendo en aquella sala.

Mis manos fueron directo a los costados de su rostro, y velozmente repose mis labios sobre los suyos. Aquel beso fue corto, solo unos segundos bastaban para entender que ella estaría a mi lado.

Una pequeña tos me hizo observar a los lados devolviéndome a la triste realidad, mi mejor amiga y mi ex prometida tenían sus ojos pegados en nosotras, noté la incomodidad de la última tragando con fuerza, verla me hacía sentir mal, la había estado tratando mal todo este tiempo ignorando sus advertencias sobre Hailee, al final ella no estaba tan loca.

—Linda, ¿qué has dicho sobre Hailee? —susurro la alfa tomando mi mano mientras dibujaba círculos allí.

Intenté colocarme en pie, pero mis piernas flaquearon, necesitaba grandes cantidades de sangre si quería recuperar mi fuerza. La pelinegra al notar aquello, colocó uno de sus brazos bajo el mío ayudándome a levantarme del suelo.

—Creo que necesito sangre, ¿Podrías pedir sangre para mí? Por favor —pedí a Jimin, mientras caminaba conmigo hacia el cuarto del hospital nuevamente, escuchaba los demás pasos venir detrás de ambas.

Una vez recostada en la cama, observé en silencio a las personas que me rodeaban.

—Jessica, siento mucho haber ignorado tus advertencias. Me equivoqué y ahora estoy pagando las consecuencias —dije sintiéndome terrible por no haberla protegido de Hailee cuando estábamos juntas.

No obtuve respuesta de su parte, sus afilados orbes celestes me hicieron tragar con fuerza.

—Hailee no es quien pensaba que era, y me cegué ante la verdad. Pero estoy dispuesta a hacer lo que sea necesario para enmendar mis errores...

La castaña de ojos celestes estuvo a punto de responder cuando fue interrumpida por la alfa abriendo la puerta con varias bolsas de sangre entre sus manos, detrás de ella noté una silueta masculina de bata blanca, se trataba del médico cirujano.