Kim Minjeong — 04 de octubre del 2024
Si continuaba atrapada en mi oficina, perdería la cabeza. Miré por última vez la pila de documentos por firmar y salí dando un portazo, agobiada por la sensación de estar atrapada en una rutina interminable.
Ir al bar de apuestas parecía una opción considerable, un escape temporal de la monotonía y las responsabilidades no solo de liderar un clan de vampiros desagradecidos, sino también de la dirección de los hoteles Kim.
Llevaba un pie delante del otro mientras cruzaba por los eternos pasillos del hotel que llamaba hogar, algunas personas iban y venían saludando con emoción. ¿Cómo podían estar tan animados luego de horas exhaustivas de trabajo?
Una vez fuera del edificio llevé mi mano al bolsillo sacando el móvil de allí, la hora marcaban las 23 pm. Lo más probable era que mañana me doliera la cabeza al despertar, o en el peor de los casos no quisiera salir de la cama, pero eso era de todos los días.
Mis ojos buscaron la entrada al estacionamiento, el Bar estaba a unas cuantas cuadras y caminar no sería una opción, una vez allí miré mis vehículos pensando en cual llevar, mi colección se había reducido considerablemente desde que apostaba con ellos. El hermoso Jaguar E—Type color rojo llamó mi atención, hoy sería su turno de pasear las calles de Nottingham.
Cerré la puerta, encendiendo el antiguo motor, y sin más, salí a las calles que relucían bajo el brillo de la luna. La brisa nocturna acariciaba mi rostro mientras el motor rugía con potencia, ansioso por devorar la carretera que se extendía ante mí.
Una vez llegué al bar, estacioné bajando mientras mis tacones chocaban el suelo pavimentado, necesitaba una copa de sangre urgente, al entrar el familiar olor a cigarrillos y alcohol inundó mis sentidos, envolviéndome en una especie de confort.
Busqué rápidamente una esquina tranquila donde poder relajarme, pero una familiar voz interrumpió mi búsqueda. Miré hacia un lado encontrándome con su animada silueta. La castaña de ojos azules me observaba sonriente mientras cargaba una copa en su mano izquierda. Allison Niamh era mi compañera de trabajo en el consejo vampírico.
—Oye, conozco a un grupo aquí, están haciendo apuestas por grandes sumas de dinero, creo que te podría interesar —confesó agachándose ligeramente para quedar a la altura de mi oído, a mi lado era un poco alta, y la fuerte música no ayudaba a conversar tranquilas.
Asentí esperando que me llevara hasta ese tan dichoso grupo, no sin antes pedir el nuevo trago recomendado por la vampira de ojos azules.
No me sorprendí al llegar a una mesa rodeada de hombres que lucían brillantes cadenas que probablemente tenían más valor que sus propias existencias. Al sentarme allí, parecieron tensarse, tal vez mi fama no ayudaba.
En mis 250 años, las apuestas se habían vuelto un vicio en los días estresantes. Mayormente ganaba, dejando a muchos en banca rota, pero no siempre las cosas salían a mi favor. Y esta no sería una excepción.
Sin embargo, la incertidumbre flotaba en el aire, un recordatorio constante de que, en el mundo de las apuestas, incluso los más hábiles podían ser derrotados. Me preparé mentalmente para lo que vendría, consciente de que cada carta, cada movimiento, podía cambiar el curso de la noche y determinar mi destino.
En la mesa, el juego avanzaba con rapidez y ferocidad. Las cartas se repartían con un crujido apenas audible, mientras los jugadores calculaban estrategias y evaluaban sus manos con expresiones serias y concentradas.
—Y bien, señorita, ¿qué está dispuesta a apostar?
Las miradas convergieron en mí, esperando mi respuesta. Alcé la mirada lentamente esbozando una sonrisa desafiante, yo iría a lo grande sin dudas.
ESTÁS LEYENDO
Cruzada, Sangre y Luna [WINRINA 1]
FantasiaEn el Bosque de Sherwood, una serie de muertes misteriosas desata el temor entre las criaturas del lugar. Yu Jimin, alfa de los licántropos, investiga y encuentra a Kim Minjeong, líder vampiro, entre los sospechosos. ¿Podrán estas mujeres dejar de...