35: Entre libros

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Yu Jimin – 10 de diciembre del 2024

La tristeza y la incertidumbre se habían apoderado de mis días desde el terrible incidente con Minjeong. Un mes entero había transcurrido desde el ataque, y la vampira seguía sumida en un estado de inconciencia.

Cada mañana, al despertar, mi primera parada era su habitación, rogándole en silencio que despertara, que, sin ella, todo se volvía más oscuro y difícil.

Según las últimas noticias que había recibido de Yizhuo, ella había asumido temporalmente el liderazgo del clan mientras Minjeong permanecía en estado crítico. Sin embargo, después de dos semanas de su ausencia, las sospechas comenzaron a propagarse entre los miembros del clan. El concejo de vampiros decidió revelar la verdad sobre el ataque, y algunos empezaron a insinuar que yo era la responsable.

Mis viajes a la ciudad se volvieron menos frecuentes, limitándome a buscar cualquier pista que pudiera llevarnos al paradero de la científica desaparecida. Los ataques habían cesado, pero el misterio seguía sin resolverse. Dediqué menos horas al trabajo y más tiempo al hospital, gracias a Adam, quien me permitía visitar a Minjeong incluso fuera del horario establecido. La verbena que la mantenía prisionera no avanzaba como en el caso de Max, quien empeoraba día a día.

La angustia se apoderaba de la manada, pero ese no era mi único problema. Después de enfrentarme a mi abuelo, el anciano abandonó el pueblo, sin dejar rastro.

Lo más difícil fue tener que explicar aquello a Wonbin, quien parecía no darse cuenta de las dobles intensiones de Yu Suno, cuando le conté todo lo que había ocurrido y escuchado salir de su boca, no podía creerlo, incluso discutimos por mi decisión de expulsarlo.

Solté un largo suspiro intentando que al cerrar los ojos me durmiera, pero no fue así porque un extraño sonido llamó mi atención.

Al abrir los ojos mis músculos se tensaron y mi cuerpo se alarmó al ver como un sobre sellado aparecía envuelto en una sombra negra en medio de la habitación. Sin demorar cambié mi forma a la de una enorme loba gruñendo en esa dirección. La carta golpeo el suelo mientras la oscuridad se desvanecía.

Con paso cauteloso, me acerqué al sobre. Cambié mi forma volviendo al estado humano, mientras extendía mi mano para tomar la carta entre mis dedos. El sobre blanco contenía un sello negro resaltando en relieve sobre su superficie.

Sin rodeos la abrí topándome con una nota, pero, ¿qué idioma era aquel? Las letras dibujadas lucían como garabatos de niños, tal vez se trataba de una lengua antigua, saqué mi móvil picando directamente sobre la aplicación del traductor, pero me llevé una sorpresa al notar que aquella escritura no era reconocida como ningún idioma existente.

Rápidamente abrí la puerta de la habitación y bajé hasta la primera planta, tal vez algunos de los tantos libros de mi abuelo tuvieran el nombre de aquella lengua, o alguna pista que pudiera ser útil.

Aun vistiendo mi pijama utilicé la copia de aquella enorme casa. Una vez en la sala, subí las escaleras buscando la habitación biblioteca, donde el libro que pudiera imaginar reposaba sobre las viejas estanterías de madera.

Aquella habitación se caracterizaba por su gran tamaño, y paredes marrones. Caminé de forma apresurada hasta la sección de especies mágicas, la variedad de libros de brujas era increíble, ahora ¿por dónde podía comenzar?

Detenerme a leer uno por uno me llevaría toda la vida, por lo que comencé a juzgarlos por sus portadas, descartando algunos que no parecían tener algo realmente relevante. Me detuve al toparme una libreta de color blanco, el título brillaba por sus plateadas letras "Luz Celestial" murmuré dispuesta a leerlo. Tomé un par de libros más mientras los cargaba hasta el sillón.

Cruzada, Sangre y Luna [WINRINA 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora