Capítulo 16💜

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3 años después....

Vaya que aprovecharon el receso del que hablaron, en ese laxo de tiempo su hijo aprendió a caminar, a hablar mejor y ahora le enseñaban a leer y escribir bien puesto que ya lo habían inscrito a un preescolar.

La pareja disfrutó de la etapa temprana de la niñez de Michael, pues era muy sonriente y juguetón, le gustaban los deportes de lucha y jugar en el parque. Asimismo, el mismo William llegó a creer que su hijo no sacó sus demonios y es dentro de todo, más normal de lo que imaginó.

A cierto punto, los dos acordaron darse un tiempo para atender bien a Michael y cuando tenían relaciones William se protegía casi más que ella por haberle confesado que era mejor idea tener otro bebé cuando Michael tuviera 6 años y eso del todo no le agradó a Clara, pues consideraba que era mucho tiempo.

De modo que, sin decir nada planeo engañarlo.

Su plan era mentir sobre haber tomado la pastilla o hacer que se viniera dentro suyo, aunque eso era difícil ya que el 85% de las ocasiones él no pierde detalle en eso y cuando se le olvida le dice que tome la pastilla. Ahí es donde ella va a mentir.

....

Una noche en especial, William estaba leyéndole un cuento de "Peter Pan"a su hijo para dormir. Y asombrosamente se quedó dormido cuando iba empezando el segundo párrafo.

A sus tres años dormirlo fue con otra dinámica, le compraban cuentos no porque a Michael le gustaran, en realidad le aburrían pero funcionaban para dormirlo en cuestión de minutos.

Una vez, desocupado salió de la habitación de su hijo directo a la suya, se cambió de ropa y se acostó en su cama. Luego su esposa le siguió el paso solo que en vez de piyama, ella tenía puesto una bata de tela ligera de color lila y muy cortita, no llegaba a los muslos, llegaba a abajo de su trasero. Aparte, en lo que se arreglaba para irse a dormir pasaba de un lado a otro exponiendo sus piernas. William no dejaba de verla, sabía lo que hacía Clara y quien era él para negarse.

Para cuando la mujer llegó, se colocó arriba suyo y se inclinó para besarlo. Afton cooperó siguiendo la sintonia mágica de ese beso. Las manos de él fueron de su rostro hasta sus hombros y pecho metiendo mano y comprobando que no tenía nada debajo. Apretó y acarició los pechos de ella y con su tacto la rubia se sonrojó dejando salir unos pocos suspiros placenteros. Después, la joven lo besó de nuevo con la misma fiereza que usa con ella, mordiendo su labio de abajo e incluir más la lengua que los mismos labios como en un beso francés.

--- Tengo ganas de ser yo quien te domine ahora.--- dijo Clara al separarse del contacto.

William la miró sorprendido y de cierto modo curioso, en sí a él le gusta someterla pero sería interesante saber qué se siente ser sometido.

Sonrió de forma ladina.--- adelante, matame a sentones, linda.

Con el camino libre retiro la camisa y acarició su torso. Se dispuso a no solo lamer y darle besos en toda esa área, también lo mordía suave y medio fuerte. Llegó hasta los pezones lambiendolos y dando mordidas suaves.

Bajo su mano hasta el miembro de su esposo sobando de arriba a abajo y William a este punto ya miraba estrellas. Gemia al sentir la mano de ella estimularlo y si eso no fuera todo, su preciosa dama le hizo sexo oral tan glorioso que no recuerda haber vívido algo tan grandioso con alguien más en él pasado. Luego de eso, su marido se vino en la boca de ella y sin pensarlo, tratando de ignorar el hecho de que no sabía que el semen era tan, tan, tan agrio, se lo trago de una.

William se rió un poco de las caras que ella hacía, "cada vez menos inocente, dulzura" Pensó él.

La mujer se volvió a acomodar arriba suyo inclinándose para besar a Afton con salvajismo y hambre. Se posiciono sentada arriba de su pelvis provocando fricción entre ambos. Las manos de él sujetaron la cintura de ella y en un YA de parte de ambos, entró en Clara de una sola embestida. Ella ya soportaba desde hace tiempo la rudeza de Afton y sabía seguir el ritmo, se movió dando saltitos totalmente hipnotizada por el placer que sentía. Los dos se movían rápido y gemian sin control, los movimientos aumentaron y al sentir que ambos llegarian al clímax, sintió que Afton de un momento quiso salir pero las manos de ella detuvieron las suyas y en ese frenesí ya no lucho solo se dejó llevar. Se terminó viniendo dentro de ella y Clara bajo poniendose a un lado suyo.

AFTON | La trágica historia del hombre morado | William y Clara AftonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora