XIX: Antigüedades

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La mamá de Pablo es la dueña de una tienda de antigüedades que se llama Linden & White. Sobre todo vende muebles, pero también tiene joyeros ordenados por décadas. La tienda está justo al lado de la librería, así que a veces paso a visitarla.

Estoy de pie delante del expositor, tocando el cristal con el dedo, cuando
Pablo aparece del interior de la tienda.
-Hola -dice, sorprendido.

-Hola, ¿qué haces acá?

Él me mira como si fuese tonta.
-Mi mamá es la dueña, ¿te acordas?

-Sí, pero nunca te había visto en la tienda. ¿Trabajas acá?

-No, vine a traerle una cosa. Ahora dice que mañana tengo que ir a buscar unas sillas a Rosario. Son dos horas de ida y dos de vuelta. Aburridisimo -se queja.
Asiento y me corro del expositor. Finjo estar mirando un globo terráqueo rosa. A Luna le gustaría. Sería un buen regalo de Navidad.
-¿Cuánto cuesta el globo terráqueo?

-Lo que diga ahí. -Pablo apoya los codos en el expositor y
se inclina hacia delante-. Deberías venir.

-¿A dónde? -respondo, y alzo la vista.

-A buscar las sillas conmigo.

-Recién te quejaste de lo aburrido que va a ser.

-Sí, si lo hago yo solo. Si me acompañas, va a ser un poco menos aburrido.

-Bueno, gracias.

-De nada.-Pongo los ojos en blanco. -¿Venis conmigo o qué?

-O qué.

-¡Dale! Buscamos las sillas de una venta de patrimonio. Algunas cosas
llevaban ahí desde hace cincuenta años. Seguro que hay cosas que te van a interesar. Te gustan las antigüedades, ¿no?

Sorprendida de que sepa eso de mí, respondo:
-Sí. Siempre quise ir a una de esas ventas. ¿Cómo murió el dueño? ¿Cuánto tardaron en encontrarlo?

- Que morbosa. No conocía esa faceta tuya -comenta.

-Tengo muchas facetas distintas -le digo, y me inclino hacia él-. ¿Y? ¿Cómo murió?

-No está muerto. Su familia lo manda
a una residencia de ancianos -contesta, y arquea una ceja-. Te
paso a buscar a las siete. Tenemos que salir temprano antes de que desaparezca todo lo bueno.

●●●●

Esa noche preparo el almuerzo de mañana para él y para mí.
Preparo sándwiches de carne con queso, tomate y mayonesa para
mí y mostaza para Pablo. A él no le gusta la mayonesa. La de cosas
que puedes aprender con una relación falsa.

Taly entra disparada en la cocina e intenta agarrar uno, pero
le saco la mano de un golpe.
-No son para vos.

-¿Para quién es?

-Es mi comida de mañana. Mía y de Pablo.

Ella se sienta y me observa mientras los envuelvo dn papel de aluminio.
-Me gusta Pablo. No se parece en nada a Manu, pero me gusta -
comenta Nati.

-¿Qué queres decir? -inquiero, y levanto la vista.

-No sé. Es muy gracioso. Debes de estar muy enamorada si le preparas sándwiches. Cuando Luna y Manuel se
convirtieron en pareja, no dejaban de comer hamburguesas porque eran su plato favorito. ¿Cuál es el de Pablo?

-No sé. Bueno, le gusta todo.

Ella me mira de reojo con gesto escéptico.
-Si sos su novia, tendrías que saber cuál es su comida favorita.

-Sé que no le gusta la mayonesa -sugiero.

-Porque la mayonesa es asquerosa. Manuel también odia la mayonesa.

A todos los chicos de los que me enamoré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora