La mamá de Pablo es la dueña de una tienda de antigüedades que se llama Linden & White. Sobre todo vende muebles, pero también tiene joyeros ordenados por décadas. La tienda está justo al lado de la librería, así que a veces paso a visitarla.
Estoy de pie delante del expositor, tocando el cristal con el dedo, cuando
Pablo aparece del interior de la tienda.
—Hola —dice, sorprendido.—Hola, ¿qué haces acá?
Él me mira como si fuese tonta.
—Mi mamá es la dueña, ¿te acordas?—Sí, pero nunca te había visto en la tienda. ¿Trabajas acá?
—No, vine a traerle una cosa. Ahora dice que mañana tengo que ir a buscar unas sillas a Rosario. Son dos horas de ida y dos de vuelta. Aburridisimo —se queja.
Asiento y me corro del expositor. Finjo estar mirando un globo terráqueo rosa. A Luna le gustaría. Sería un buen regalo de Navidad.
—¿Cuánto cuesta el globo terráqueo?—Lo que diga ahí. —Pablo apoya los codos en el expositor y se inclina hacia delante—. Deberías venir.
—¿A dónde? —respondo, y alzo la vista.
—A buscar las sillas conmigo.
—Recién te quejaste de lo aburrido que va a ser.
—Sí, si lo hago yo solo. Si me acompañas, va a ser un poco menos aburrido.
—Bueno, gracias.
—De nada.—Pongo los ojos en blanco. —¿Venis conmigo o qué?
—O qué.
—¡Dale! Buscamos las sillas de una venta de patrimonio. Algunas cosas
llevaban ahí desde hace cincuenta años. Seguro que hay cosas que te van a interesar. Te gustan las antigüedades, ¿no?Sorprendida de que sepa eso de mí, respondo:
—Sí. Siempre quise ir a una de esas ventas. ¿Cómo murió el dueño? ¿Cuánto tardaron en encontrarlo?— Que morbosa. No conocía esa faceta tuya —comenta.
—Tengo muchas facetas distintas —le digo, y me inclino hacia él—. ¿Y? ¿Cómo murió?
—No está muerto. Su familia lo manda
a una residencia de ancianos —contesta, y arquea una ceja—. Te paso a buscar a las siete. Tenemos que salir temprano antes de que desaparezca todo lo bueno.●●●●
Esa noche preparo el almuerzo de mañana para él y para mí.
Preparo sándwiches de carne con queso, tomate y mayonesa para mí y mostaza para Pablo. A él no le gusta la mayonesa. La de cosas que puedes aprender con una relación falsa.Taly entra disparada en la cocina e intenta agarrar uno, pero le saco la mano de un golpe.
—No son para vos.—¿Para quién es?
—Es mi comida de mañana. Mía y de Pablo.
Ella se sienta y me observa mientras los envuelvo en papel de aluminio.
—Me gusta Pablo. No se parece en nada a Manu, pero me gusta — comenta Nati.—¿Qué queres decir? —inquiero, y levanto la vista.
—No sé. Es muy gracioso. Debes de estar muy enamorada si le preparas sándwiches. Cuando Luna y Manuel se
convirtieron en pareja, no dejaban de comer hamburguesas porque eran su plato favorito. ¿Cuál es el de Pablo?—No sé. Bueno, le gusta todo.
Ella me mira de reojo con gesto escéptico.
—Si sos su novia, tendrías que saber cuál es su comida favorita.
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A todos los chicos de los que me enamoré
FanfictionMía guarda sus cartas de amor en una caja. No son cartas que le hayan enviado, las escribió ella, una por cada chico de los que se ha enamorado. En ellas se muestra tal cual es, porque sabe que nadie las leerá. Hasta que un día alguien las envía por...