Capítulo 4: Desayuno gratis

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Spike había dormido como un tronco, después de haber tenido un día tan agotador como el anterior, en cuanto había cerrado los ojos había dormido sin interrupción toda la noche, pese a estar durmiendo en un simple sofá en vez de su cómoda cama de Canterlot. Sin embargo su despertar fue otra historia.

En cuanto Spike abrió los ojos esa mañana, se encontró cara a cara con una esponjosa nariz con largos bigotes y profundos ojos negros. Era el rostro de un conejo, un travieso conejito llamado Angel, que lo miraba con grandes ojos a solo centímetros de su cara, y que en cuanto vio despertar a Spike, ocultó algo tras de sí.

"¡WAAHH!" gritó Spike al ver a Angel tan cerca de él.

Un soñoliento Dusk Shine, que estaba justamente al lado de Spike, despertó sorpresivamente al oir el grito del dragón.

"¿Qué sucede?" preguntó Dusk, abriendo con esfuerzo sus ojos y dando un gran bostezo.

"ese... ¡ese conejo estaba enfrente mío!" Dijo Spike con temor, apuntando con una garra hacia Angel, que solo se quedó quieto donde estaba, con una sonrisa siniestra en su adorable cara. "te juro que está planeando algo contra mí."

Dusk se restregó los ojos y miró a Spike con cuidado. Ahora que estaba más despierto se había dado cuenta que algo estaba fuera de lugar. Por alguna razón Spike tenía toda la cara manchada con distintos dibujos sobre su cara, unos lentes que rodeaban sus ojos, un bigote y una barba, todo con pintura negra.

Dusk se quedó mirando un momento a Spike y luego dirigió su mirada a Angel. Tras el pequeño conejo se podía ver un pincel con tinta negra, el que era escondido en vano por el pequeño conejo tras de sí mismo.

"Deberías verte en el espejo." Indicó simplemente Dusk, no queriendo inmiscuirse en la pelea de estos pequeños gigantes.

Ambos se levantaron del sofá. Dusk empezó a estirar sus patas mientras Spike se dirigió al baño.

"¡Pero qu-! ¡Maldito conejo, me vengaré!" se escuchó refunfuñar a Spike desde el baño.

Entre tanto, poco a poco el cerebro de Dusk se fue despertando y conectando a la realidad. Aún le era difícil creer que había pasado la noche fuera del castillo, y más importante aún, lejos de la presencia de la princesa.

Dusk empezó a mirar hacia todos lados. El living de la casa parecía estar bastante iluminado, indicando que probablemente ya era bastante avanzada la mañana, cosa que Dusk verificó al ver la hora en un pequeño reloj cucú que colgaba en la pared de la casa. Le sorprendió que hubiera dormido tanto, aunque nadie podía culparlo después de todo lo que había pasado el día anterior.

"Hace... mucho tiempo que no dormía tan profundo" dijo Dusk pensando en voz alta.

"Sí, lo mismo pensé yo. En verdad es un lugar agradable a pesar de ser tan... campestre." Dijo Spike, que había salido del baño y se había acercado hasta Dusk.

Dusk lo quedó mirando fijamente con una extraña cara.

"¿Qué?" preguntó Spike, sabiendo en realidad lo que Dusk miraba.

Spike se había lavado la cara y limpiado la pintura, de los ojos y barbilla, pero por alguna razón se había dejado el bigote de pintura.

"¿Te sorprende mi nuevo look?" dijo Spike con una garra en su barbilla y una mirada seductora. "creo que me viene bien el bigote, me da un aire más maduro."

"Más bien ridículo" contestó Dusk con una pequeña sonrisa.

"qué sabes tú de moda ¡probablemente un bigote sea un imán para las chicas!" Dijo Spike inflando su pecho con orgullo.

Dusk Shine en busca de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora