Capítulo 44.2: Un cambio interior

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Así fue como Twilight llegó finalmente a la parte del bosque donde debía dejar el camino principal y adentrarse en el bosque, en dirección a su pequeño jardín privado.

"Aquí es donde debo avanzar hacia la derecha... hacia donde Rainbow Dash dijo que vio una sombra." Pensó Twilight una vez llegó a la parte donde Rainbow Dash había caído dos veces, en cuya parte izquierda, bajo la loma, se podía ver el campo de flores azules que Twilight aún seguía sin poder estudiar.

A los pocos pasos de avanzar, una densa niebla empezó a aparecer en el bosque, lo que hizo aún más dificultoso poder avanzar. Y mientras más avanzaba Twilight, más densa se hacía la neblina.

"Esta neblina no es natural... ¡Esto lo confirma! ¡Hay alguien aquí intentando ocultarse!" Pensó Twilight, inmediatamente iluminando su cuerno como señal de defensa.

Con la luz mágica de su cuerno, Twilight pudo ver un poco más claro lo que había frente a ella, pero entonces otra preocupación vino a ella.

"Esta niebla no es mágica... tampoco es una ilusión... Entonces, ¿Qué es lo que está causándola?" Pensó Twilight confundida, ya que no podía pensar en que otra cosa podía estar causando la neblina si no era magia.

"Qué sorpresa que una yegua aparezca aquí en mi hogar..." Dijo repentinamente una tenebrosa voz femenina que retumbo en todo el lugar.

La voz hizo que Twilight se parara en seco, con una mezcla de miedo y sorpresa. Entonces ella miró hacia todos lados, intentando en vano encontrar de dónde provenía esa voz a través de la densa niebla, apuntando a su vez con su cuerno iluminado, lista para fulminar a cualquier amenaza que apareciese.

"O quizás me equivoqué, y en verdad haya un potro tras esa linda piel..." Agregó la misteriosa voz, con un tono de voz que hacía parecer que aquello le parecía gracioso.

"¡Ella sabe quién soy en verdad!" Pensó Twilight sorprendida ante la nueva revelación. "Eso confirma mi teoría... ¡Ella es quien nos hizo esto!"

"¡Vengo a que me quites esta maldición!" Dijo Twilight, gritando enojada.

Luego que Twilight gritara, la misteriosa voz se calló por completo, dejando un incómodo y tenebroso silencio.

"No." Respondió finalmente la misteriosa voz, dejando a Twiligh paralizada. "Ahora, vete." Agregó la voz, esta vez más enojada.

Por instinto, Twilight levantó una de sus patas traseras para retroceder. Esto iba más allá de lo que ella había pronosticado. Todo este tiempo Twilight había estado probando distintos hechizos para despejar la niebla, sin embargo ninguno funcionaba. Y si ella se estaba enfrentando a un poder distinto, que podía superar a la magia, entonces ella estaba en verdadero peligro. Sin embargo, justo cuando Twilight retrocedió una de sus patas, a su mente vinieron las imágenes de sus cinco amigas, y entonces recordó que ella no estaba solo por ella, sino que por sus amigas, y si no podía encontrar una cura, sus amigas, ¡Sus verdaderas y queridas amigas! Jamás volverían. Entonces Twilight volvió a poner al instante su pata donde estaba y se paró firmemente, con una mirada determinada.

"No huiré." Dijo Twilight llena de determinación, dejando de iluminar su cuerno, como señal de que se encontraba completamente indefensa. "Solo quiero conversar contigo."

"¡Hahaha! Así que no huiras... jeje, me gusta eso..." Se rio fuertemente la voz, haciendo que Twilight temblara en el interior, pero por fuera ella se mantuvo firme en su mirada. "Entonces haremos un pequeño juego..."

"¿Un juego?" Repitió Twilight sorprendida, confundida ante la propuesta que le estaban haciendo.

"Te diré tres acertijos. Si adivinas aunque sea uno antes del final, aceptaré conversar contigo." Dijo la misteriosa voz oculta en la niebla.

Dusk Shine en busca de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora