T2 Capítulo 23.1: Un tren cargado de misterios

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Spike se encontraba en el sótano de la biblioteca. Aquel rincón secreto que Dusk Shine había arreglado para usarlo como pequeño laboratorio. Allí, Spike vestía una bata blanca y unos enormes anteojos que cubrían por completo sus ojos. Entonces el pequeño dragón se acercó a una palanca y la jaló.

Un pequeño generador mágico se activó, lanzando pequeñas luces y rayos eléctricos en dos pequeño pilares. Luego, toda esa corriente eléctrica avanzó velozmente hacia una cama metálica que quedaba en el centro de la habitación. Una que cubría ‘algo’ bajo una gran sábana blanca.

Apenas la electricidad tocó la cama, ese ‘algo’ que estaba bajo la sábana se quejó, y comenzó a levantarse lentamente.

“¡Está vivo…! ¡¡Está vivo!! ¡Bwahahaha!” Se rio Spike siniestramente, mientras los rayos eléctricos del generador mágico iluminaban la habitación.

“Por supuesto que estoy vivo, ¡Ya basta de referencias locas!” Dijo repentinamente Dusk Shine. Quitándose la sábana que lo había estado cubriendo. Con toda su melena erizada debido a la corriente eléctrica que había recorrido su cuerpo. “No era suficiente electricidad para hacerme daño, solo sentí un cosquilleo.” Agregó Dusk, aplastando su melena erizada para que volviera a su lugar.

Tras peinarse, Dusk miró a su costado para ver su cutie mark, la cuál seguía sin volver a la normalidad. Entonces él suspiró exhausto, levitó una larga lista con su magia y tachó un cuadro en la última línea que había escrito.

“Experimento número 49: corriente eléctrica… Mi cutie mark sigue sin cambios.” Dijo Dusk Shine, con un suspiro cansado.

Luego de descubrir que una de las estrellas de su cutie mark había cambiado de color, Dusk Shine enfocó toda su atención en tratar de averiguar la causa. Pasando días encerrado en su pequeño laboratorio junto a Spike, probando distintas magias y sustancias en su cuerpo, para ver si podía replicar lo que había causado aquello, o al menos, revertirlo. Sin embargo, nada de lo que había intentado había dado resultado hasta el momento.

Mientras Dusk anotaba las conclusiones de su último experimento, Spike se quedó mirando a su hermano con una mirada llena de sospecha. Desde que descubrió el cambio en la cutie mark de Dusk, Spike se preocupó tanto como su hermano, ya que eso no era normal. Así que cuando Dusk investigó y no encontró nada al respecto en sus libros, Spike gustosamente se ofreció a ayudarlo en sus experimentos. Sin embargo, luego de días estando allí, sin salir de casa, es que Spike comenzó a sospechar que podía haber otra razón para que Dusk hiciera tantos experimentos.

“Quizás… ya sea hora de preguntarle a la Princesa Celestia.” Dijo Spike, intentando sonar casual. Mirando de reojo a Dusk.

“¿Eh? ¡Oh! Sí… Supongo que… eso sería una buena opción…” Respondió Dusk, con una mirada insegura. “Aunque con todo lo de la invasión a Canterlot, no sé si sea buena idea preguntarle este tipo de cosas en este momento.” Agregó Dusk, con una sonrisa nerviosa.

“Lástima, porque yo ya le pregunté.” Dijo Spike con una sonrisa traviesa. Mostrándole a Dusk el pergamino que había llegado aquella mañana, y que Spike había enviado en secreto, para ver la reacción de Dusk. “Ya lo leí. Dice que el cambio en una cutie mark es algo muy inusual, y que lo mejor es que vayas a Canterlot para conversar con ella.”

“Ir… ¿A Canterlot?” Dijo Dusk con una mirada un poco nerviosa. “Hmm… Quizás podríamos pedirle que ELLA venga para acá. Es decir, aquí tenemos el laboratorio, y-”

“¡AJÁ! ¡Lo sabía!” Dijo Spike molesto, con un grito de victoria. “Todo esto es solo porque no quieres salir de casa. Sigues nervioso por volver a encontrarte con Applejack y las demás.”

Dusk Shine en busca de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora