T2 Capítulo 21.1: El amargo final

56 6 0
                                    

Todo era una confusión en el centro de Canterlot. Luego de ver que desde el castillo salieran volando por los aires cientos de, lo que parecían ser, ponies insectos, siendo empujados por una poderosa magia; hizo que todos los ponies que estaban en la ciudad se quedaron anonadados. Sin entender si aquello era alguna especie de espectáculo de la boda de la Princesa Cadenza u otro extraño fenómeno. Sin embargo, luego del impacto inicial, la gran mayoría de los ponies solo se encogió de hombros y siguió con sus rutinas diarias. Con la seguridad de que aquello no podía ser nada peligroso, después de todo, todos creían estar protegidos gracias a la seguridad que les brindaban las princesas alicornio. Sin siquiera imaginarse de lo cerca que todo el reino había estado de caer.

Cuando los ponies retomaron sus rutinas, fue que Dusk llegó al centro de la ciudad. Él había visto desde lejos cómo una bola de fuego verde se había resistido al empuje mágico de la magia de Shining Armor y Cadance, y había caído en la ciudad, cerca de ese lugar.

Una vez allí, Dusk comenzó a buscar indicios de la Reina Cambiante o cualquier cosa que pudiera confirmar su teoría. Así, fue como Dusk abrió con sorpresa sus ojos al ver en un callejón lo que parecía ser un cráter, rodeado de cenizas, como si una gran bola de fuego hubiera golpeado allí. Entonces Dusk levantó su vista rápidamente y vio que en aquel callejón cerrado no había nada. Por lo que se volteó y volvió a mirar hacia las calles, donde decenas de ponies comunes y corrientes caminaban de un lado a otro, sin siquiera mirar hacia ese callejón.

"Ella está aquí, ese cráter lo confirma. Pero si no está en el callejón, significa que llegué tarde y huyó." Pensó Dusk, mirando preocupado hacia todos lados. Luego él cerró sus ojos y respiró hondo, para pensar con calma. "No, la magia de Cadance debió dejarla débil y herida, debe seguir cerca. Y ya que ninguno de estos ponies ha salido corriendo, significa que se disfrazó para no levantar sospechas."

Llegando a aquella certera conclusión, Dusk miró hacia la calle repleta de ponies y caminó hacia allí lentamente, con una traviesa sonrisa. Pensando que era hora de hacer enojar a su presa, para que se revelara a sí misma. Entonces Dusk comenzó a hablar fuerte, para que todos a su alrededor lo escucharan. Algo que sorprendió a los ponies que estaban allí cerca, quienes se le quedaron mirando con sorpresa.

"Todo en el castillo fue un desastre, ¿No es así, Chrysalis?" Gritó Dusk, con una sonrisa arrogante. "Por cierto, no te importa que solo te llame Chrysalis, ¿Verdad? Después de todo, supongo que sin esto, ya ni siquiera eres una reina." Agregó Dusk, levitando la corona que había estado llevando Chrysalis, ahora maltrecha y aplastada.

Luego de mostrar la corona, Dusk miró atentamente los ojos de todos los ponies que lo veían, esperando encontrar alguna pizca de odio o resentimiento. Sin embargo, todos los ponies a su alrededor siguieron viéndolo con miradas confundidas. Ante eso, Dusk supo que debía ser más duro con Chrysalis. Él bien sabía lo orgullosa y engreída que era aquella Reina Cambiante, y Dusk usaría eso a su favor, golpeándola donde más le dolía.

"No te culpo por esconderte, es decir, yo también me escondería en tu lugar." Dijo Dusk, con una pequeña risa burlesca, mientras se paseaba frente a todos los ponies que lo miraban. "¿Cuánto tiempo pasaste planeando tu pequeña invasión? ¿Años? ¿Décadas? ¿¡Siglos!? ¿Todo para que finalmente fracasara ante dos ponies enamorados? ¡Jajaja!" Se rio Dusk, burlándose de Chrysalis. "De verdad que eres patética. ¿Y te hacías llamar Reina? Supongo que podemos llamarte... ¡La Reina de los fracasados! ¡Jajaja!"

"¡AGHHH!" Gritó repentinamente un pony anciano furioso, abalanzándose contra Dusk desde su espalda.

Como si todo hubiera sido en cámara lenta, mientras estaba en el aire, el anciano se rodeó de fuego verde, revelando su verdadera identidad como Chrysalis, cargando su cuerno con una gran llamarada verde. Entonces Chrysalis cayó sobre Dusk, y al hacerlo, inmediatamente un círculo de llamas verdes rodeó a ambos, y en solo un instante, ambos desaparecieron. Dejando en el suelo solo un círculo negro de tierra quemada. Todo ante la atónita mirada de todos los ponies a su alrededor.

Dusk Shine en busca de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora