Capítulo 18.1: Un pequeño desvío

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Los murciélagos eran algunas de las pocas criaturas que se aventuraban a recorrer los cielos del bosque Everfree una vez anochecía, como aquella precisa noche lo hacían, volando entre las copas de los arboles mientras sus sombras se reflejaban abajo por la luz de la luna, sombras que se veían especialmente aquella noche ya que esa noche la luna estaba particularmente brillante. Sin embargo esa noche, una de las sombras que se reflejaban en las copas de los árboles no era la de un murciélago, pese a que podía parecerlo de lejos, ya que tenía el mismo color negro y las alas puntiagudas que tenían aquellas criaturas, pero esta criatura tenía cuatro largas patas, una gran y etérea melena, al igual que su cola, además de ser mucho más grande y temible que un pequeño murciélago... Era la temible Nightmare Moon, quien sobrevolaba los cielos del bosque, encaminándose hacia el antiguo castillo de las dos hermanas.

"¡Maldición! ¡Maldición! ¡¡Maldición!!" Gritaba Nightmare Moon mientras volaba, furiosa como nunca por casi haber sido derrotada por un simple unicornio. "¡Fue mi maldito error! ¿¡Cómo no me di cuenta antes que mi energía mágica se había agotado!?"

Fue así que la yegua oscura siguió maldiciéndose a sí misma por su exceso de confianza, hasta que finalmente avistó el antiguo castillo. Ella voló hasta la destruida puerta principal del castillo y aterrizó, pues incluso volar la estaba cansando rápidamente. Nightmare Moon respiró cansadamente y antes de continuar caminando giró su cabeza hacia atrás para comprobar que ni aquel unicornio ni nadie más la había seguido, algo que le entregó un pequeño respiro, ya que ella lamentaba admitir que en su estado actual ella no podía enfrentarse a nadie, no, ella necesitaba recuperar su poder antes de poder luchar nuevamente. Entonces la yegua oscura volvió a mirar hacia el frente, hacia el castillo, y sonrió, después de todo para su fortuna aún tenía una poderosa reserva de energía mágica esperándole allí adentro, solo tenía que tomarla, y ahora había llegado el momento.

Por su parte, Celestia estaba sentada tranquilamente, con la cabeza en alto y sus ojos cerrados, en un estado que en primera instancia hubiera parecido que estaba dormida, sin embargo era todo lo contrario. La princesa alicornio se encontraba meditando, con todos sus sentidos en alerta, tratando de captar cualquier sonido, cualquier olor, cualquier perturbación mágica que pudiera alertarle de la situación en la que se encontraban Dusk y Nightmare Moon, dos seres a los cuales ella les tenía profunda preocupación. Fue así que lo primero que Celestia sintió fueron los pasos por el pasillo, seguido por la presencia casi ínfima de un aura mágica, ella abrió sus ojos y miró hacia la puerta del salón en el que estaba, justo cuando por esta apareció su captora, Nightmare Moon. Al instante hubo tres cosas que le llamaron poderosamente la atención: primero fue el hecho de ver que a diferencia de como se había ido, Nightmare Moon había llegado caminando y no volando o usando su característico camuflaje de nubes oscuras; segundo, fue que su aura mágica era ínfima, lo que significaba que ella estaba muy debilitada; y tercero y más perturbador, era el hecho que a pesar de tener esa poca cantidad de aura mágica, ella mantenía una cruel y sádica sonrisa.

A Celestia la invadieron las dudas en cuanto vio a Nightmare Moon, ¿Por qué estaba tan agotada? ¿Acaso ella se había enfrentado a Dusk? Y si se habían enfrentado y ella había vuelto, ¿Eso significaba que Dusk...? Un escalofrió de temor recorrió la espalda de la princesa pensando que quizás Nightmare Moon había roto su promesa y había atacado a su preciado alumno. Aquello era algo que Celestia confiaba poder saber de antemano, ella esperaba que la fuerte conexión mágica que había forjado con Dusk durante todos esos años le indicaría si Dusk hubiera sufrido algún daño, de ser así ella sentiría alguna perturbación mágica como mínimo, o al menos eso era lo que ella esperaba, Celestia no tenía la certeza de poder sentir a Dusk en peligro si él en efecto lo estaba, ya que aquella magia que había usado Nightmare Moon en ella le impedía sentir correctamente la magia que la rodeaba, por eso las dudas comenzaron a invadirla rápidamente. Además estaba esa sádica sonrisa con la que la yegua oscura la estaba viendo mientras se acercaba hacia ella... Celestia no podía dudar más, aquella mirada con sed de sangre perturbó por primera vez esa noche la resolución de Celestia de intentar resolver aquella situación de forma pacífica, si Nightmare Moon ponía esa mirada asesina era porque ya estaba dispuesta a matar, y si bien era cierto que ella quería salvar el alma de Nightmare Moon, no podía seguir arriesgando el cuello de Dusk ante un ser tan peligroso que al parecer había perdido el último rastro de la buena pony que había sido alguna vez, ¡Ella tendría que arriesgarse y resolver todo ahí mismo, en ese mismo instante!

Dusk Shine en busca de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora