Capítulo 24.3: El Boleto que Todas Quieren

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¡TOC-TOC!

La vista de Dusk se dirigió hacia la puerta de la biblioteca, ya que alguien había tocado la puerta. Él silenciosamente se alejó del sector de lectura de la biblioteca y abrió la puerta para ver quién se encontraba afuera.

"¡Hola Dusk!" Dijo Applejack con una sonrisa.

"Eh... hola Applejack, ¿Qué te trae por aquí?" Peguntó Dusk con una mirada confundida, ya que comenzaba a darse cuenta que era muy poco probable que cuatro de sus amigas llegaran una por una a visitarlo solo como una coincidencia, además había otra cosa que llamó la atención de Dusk, fue que Applejack estaba carreando un especie de carreta tras ella.

"Solo pasaba por acá y se me ocurrió que podías tener hambre." Dijo Applejack levantando la cubierta de la carreta que llevaba, dejando ver que estaba llena de varios pasteles y distintos postres de manzana.

"¡Con esto no podré fallar!" Pensó Applejack con confianza. "La abuela Smith siempre dice que a los potros se les conquista por el estómago, ¡Y yo he visto que a Dusk le gustan mis pasteles! Y una vez su estómago esté lleno, ¡Él estará tan feliz que en agradecimiento él me invitara a la gran gala!"

"Bueno... yo en realidad-" Comenzó a responder Dusk, pensando en negar la invitación que le ofrecía Applejack a comer, sin embargo en el acto su estómago gruñó de hambre en cuanto él vio lo delicioso que lucían los pasteles que había traído Applejack, además sus modales le impedían rechazar un regalo de una yegua. "Supongo que sí, tengo un poco de hambre." Terminó de hablar Dusk algo apenado.

Applejack sonrió alegre al ver que Dusk había aceptado y todo estaba yendo como ella planeó, entonces ella tomó algunos pocos pasteles y entró en la biblioteca.

"Solo te pediría que nos quedáramos aquí, cerca de la puerta." Dijo Dusk rápidamente antes que Applejack avanzara más. "Debo seguir en el salón principal vigilando a los visitantes, pero tampoco quiero ser descortés e ir a comer a su lado mientras ellas leen tranquilamente."

"¡Claro! No hay problema, de hecho es mejor así, ya que la carreta no puede pasar por la puerta." Respondió Applejack sonriendo.

Entonces Applejack y Dusk se sentaron mientras ella ponía un par de pasteles de los que sacó de la carreta frente a Dusk.

"Luego de la temporada de cosecha, la abuela deja un gran lote de manzanas para preparar sus famosas tartas de manzana, las cuales se venden muy bien." Dijo Applejack mirando a Dusk con expectación. "Sin embargo estos pasteles los hice yo, practicando todas las recetas del antiguo libro de cocina de la familia, ¡Espero que te gusten!"

En cuanto Dusk escuchó las palabras de Applejack, él sintió una mayor responsabilidad al comer los pasteles de Applejack, ya que si ella había hecho todos esos pasteles y tartas que estaban en la carreta, significaba que ella había pasado horas trabajando en la cocina, y ahora que ella se los traía a él, él no podía tomar a la ligera todo el esfuerzo que Applejack había puesto en esos pasteles.

"¡Hmm! ¡Está delicioso!" Dijo Dusk luego de probar la primera tarta de manzana, recordando lo buena cocinera que era su amiga.

"Esa es una tarta de manzana con nueces molidas y corteza de avena." Dijo Applejack un poco sonrojada, alegre que Dusk disfrutara de los pasteles que había preparado y traído. "Ahora come esta, es una tarta de masa de bellotas y manzanas verdes agridulces."

Así, Dusk fue comiendo una por una las tartas y pasteles que le ponía Applejack por delante. Cada vez que Dusk se comía una tarta, Applejack iba a la carreta y traía otra más, pues cada tarta era una receta diferente, y cada vez que ella traía una tarta y veía a Dusk comérsela, diciendo lo deliciosa que estaba, Applejack se ponía más feliz por saber que Dusk disfrutaba de sus tartas y por saber que su plan para que Dusk pasara un buen rato junto a ella estaba resultando, sin embargo, aunque Applejack pensara que Dusk estaba disfrutando todo aquello, el unicornio pensaba de otra manera, ya que era cierto que las tartas y pasteles de Applejack eran todos deliciosos, sin embargo parecía que las tartas nunca acababan, y su estómago se iba llenando más y más, hasta el punto que Dusk sentía que iba explotar. Para Dusk, habría sido muy fácil detener a Applejack y decirle simplemente que él ya no podía comer más, sin embargo, luego de saber que su amiga se había esforzado por cocinar todos aquellos postres solo para traérselos a él, él sentía que no podía rechazar las tartas que llegaban y llegaban, pues sería rechazar el arduo trabajo que hizo su amiga. En tanto, Applejack no se daba cuenta de ese gran detalle, ya que toda su familia era de campo, con sementales grandes y fuertes, ella estaba acostumbrada a que su hermano y primos comieran toneladas de tartas cuando la abuela las preparaba, así, ella no se daba cuenta que Dusk era muy distinto a su hermano, más pequeño y refinado, con un estomago pequeño acostumbrado a las elegantes y pequeñas cenas de palacio.

Dusk Shine en busca de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora