Dusk Shine en busca de la felicidad

Capítulo 29.1: Ilusiones sobre el escenario

La elegante unicornio blanco caminaba a paso veloz por las por ahora casi vacías calles de Ponyville, dado que muchos de los ponies del lugar se habían reunido en la plaza central del pueblo, cerrando momentáneamente sus negocios para divertirse con un espectáculo que había llegado al pueblo y que había llamado la atención de muchos de ellos. Y era precisamente de aquel particular espectáculo que Rarity quería, o más bien, debía avisar a Dusk Shine.

“Típico, hay todo un revuelo en el pueblo y él es el último en enterarse, ¿Qué estará haciendo?” Pensó Rarity una vez llegó a la puerta del hogar de Dusk, la biblioteca Golden Oak.

Rarity tocó la puerta un par de veces y esperó un rato hasta que alguien saliera o le indicara que podía entrar, sin embargo lo único que pudo escuchar fueron murmullos y risitas, incluso a la unicornio le pareció escuchar que alguien mencionaba su nombre, pero no estaba segura dado que los murmullos se escuchaban despacio detrás de la puerta.

“Adelante.” Dijo Spike, finalmente abriendo la puerta desde adentro.

“Gracias Spike, ¿Por qué se demoraron tanto en abrir?” Dijo Rarity apurada, sin siquiera mirar a Spike, solo entrando a la biblioteca y buscando con la mirada a quien necesitaba en ese preciso momento. “¿Y dónde está Dusk? Estoy casi segura que escuché su voz murmurando junto a la tuya.”

“Debes haberte confundido, lindura, él no está aquí, solo estamos TÚ y YO.” Dijo Spike con un extraño acento, hablando lentamente y dando énfasis en ciertas palabras.

“¿Lindura?” Dijo Rarity sorprendida al escuchar decir aquella palabra al pequeño dragón, solo entonces ella se giró y se volvió a ver al pequeño dragón al que no se había tomado el tiempo de ver detalladamente cuando entró a la biblioteca. “Spike, ¿Por qué estás hablando-?”

La unicornio dejó de hablar abruptamente al darse cuenta de lo que estaba frente a ella y que casi pasa por alto. Junto a la puerta, estaba su siempre adorable Spikey-Wikey, pero por alguna razón él ahora tenía un largo, frondoso y horrible bigote negro sobre su hocico, el cual el dragón tocaba con la punta de su garra y enrollaba las puntas de este mientras miraba a Rarity con una coqueta mirada.

Después de un rato en que Spike se quedó viendo a Rarity con una sonrisa coqueta mientras esperaba un comentario de su parte, y en el que Rarity seguía impactada y sin palabras por el desastre estético que estaba presenciando, finalmente el dragón habló.

“¿Y bien? ¿Qué te parece?” Preguntó Spike obviamente refiriéndose a su nuevo accesorio capilar, mientras seguía jugando con las puntas de su bigote y levantaba y bajaba sus cejas rápidamente para seguir con su terrible acto de galantería.

“¡Horrible! ¡Espantoso! ¿¡En qué estabas pensando mi lindo, tonto y tierno Spike!?” Era lo que quería gritar Rarity ante aquella pregunta, sin embargo ella no podía decir eso, pues pese a que ella normalmente era muy franca y directa en cuanto a apariencia se trataba, ya que para ella no había nada peor que lucir mal, esta vez ella debía de hacer una excepción, ya que ella era incapaz de decirle esa cruel verdad y de herir así el orgullo de Spike, sabiendo lo atento y servicial que él siempre era con ella. Sin embargo, su gran sentido estético y de la moda, también le hacía imposible decirle un falso cumplido a aquel horroroso montón de pelo sobre su labio, así que ella finalmente solo se quedó callada, mirando hacia otro lado.

“Yo… eh… bueno…” Comenzó a tartamudear Rarity sin saber cómo responderle al tierno bebé dragón. Súbitamente Rarity recordó a lo que ella había venido y se dio cuenta que aquello era además perfecto para cambiar de tema y no responderle a Spike su pregunta. “¡Es cierto! Spike, ¿Dónde está Dusk Shine? Necesito hablar urgentemente con él.”