T2 Capítulo 14.2: Oculto en las sombras

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Cientos de años atrás, en el corazón del Bosque Everfree, estaba el Castillo de las Dos Hermanas. Un castillo que ya tenía partes de su techo destruido luego de las batallas allí libradas, pero que de igual forma, estaba en mucho mejor estado que las ruinas en las que lo conocieron Dusk Shine y sus amigas en el presente. En medio de aquel lugar, se encontraba la Princesa Celestia, parada frente a un gran altar, en donde se encontraban las seis gemas que representaban los Elementos de la Armonía.

“¿Por qué…? ¿¡Por qué ya no funcionan!? ¿¡Por qué no responden a mi magia!?” Dijo Celestia frustrada, con una expresión desesperada. Una expresión que Dusk nunca le había visto antes a su maestra.

“¿Celestia? ¿Qué es lo que estás haciendo aquí?” Dijo repentinamente el Rey Aspen, atravesando las viejas puertas del castillo. Sorprendiéndose al ver a la alicornio blanca en su antiguo castillo.

“Necesito usar los elementos, pero… no puedo tocarlos.” Dijo Celestia molesta, sin siquiera voltearse a ver a Aspen, solo enfocada en el altar frente a ella.

Al escuchar aquello, Aspen también se sorprendió. Luego él entrecerró sus ojos y desvió la mirada con ojos pensativos. Como si se le hubiera ocurrido algo desagradable.

“Quizás no puedes tocarlos… Porque tu corazón no está en armonía en este momento.” Dijo Aspen, caminando hacia Celestia con una mirada preocupada.

“¿A qué te refieres?” Dijo Celestia, mirando molesta a Aspen.

“Sabes a lo que me refiero…” Respondió Aspen, mirando seriamente a su amiga. “Desde que fuiste atacada por ‘esa criatura’, no has sido la misma… Desde ese día, parece que no puedes dejar de pensar en el pasado.”

Ante las palabras del ciervo, Celestia desvió molesta la mirada. Recordando lo que había sucedido hacía unos cuantos días atrás.

“No lo entiendes, ‘Ella’ no solo me atacó a mí y a mi reino.” Dijo Celestia con una mirada enojada. “Ella me hizo recordar todos los errores de mi pasado… Luna, Starswirl, Crystal… Ella sabía lo mucho que me dolía recordarlos. No solo porque los extrañara, sino porque fue mi culpa que ninguno de ellos esté ahora mi lado.” Agregó Celestia, con una mirada llena de angustia.

“Estás dejándote cegar por el dolor. Tú no tuviste culpa en nada. Ellos tomaron decisiones que afectaron sus vidas, tú solo los detuviste por el bien de tu reino.” Dijo Aspen comenzando a preocuparse, notando que su amiga Celestia parecía estar demasiado inestable emocionalmente.

Lo que decía Aspen era totalmente cierto, en el fondo, Celestia lo sabía. Sin embargo, luego de derrotar a la última amenaza que los atacó hacía unos días, el remordimiento y la culpa que sintió Celestia durante siglos, finalmente pudieron más que ella... Años de reprimir sus propias emociones, hicieron que estas se fueran acumulando, hasta que finalmente explotaron como un volcán furioso. En tal estado, la alicornio blanca no pudo controlar sus emociones, formándose una desesperación interna en su corazón, una que le hizo imposible pensar con claridad.

En ese instante Celestia se dio por vencida con los Elementos de la Armonía y miró furiosa a Aspen, cegada por el dolor.

“Tú siempre has estado rodeado por los tuyo. Jamás has tenido que despedirte de una hermana, de un maestro, de una estudiante. ¡No sabes cómo me siento!” Gritó Celestia frustrada, cerrando sus ojos con furia. Entonces ella tomó una decisión que había querido evitar tomar, pero que en tal estado emocional, le pareció que era su única opción.

El cuerno de Celestia se iluminó gradualmente, y el aire a su alrededor se enrareció. Al instante, fue como si ella y Aspen quedaran inmersos en un aterrador y profundo silencio, mientras Celestia acumulaba magia oscura en su cuerno, dispuesta a usar magia que ella misma había prohibido en su reino.

Dusk Shine en busca de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora