Capítulo 54.1: La noche más inesperada

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Ajeno al bullicio del interior del castillo, Fluttershy aún se encontraba en los jardines reales. Luego de cerrarle la boca por error al pobre jardinero que allí trabajaba, y ver que ninguno de los bellos animalitos del jardín se acercaba a ella, Fluttershy había dejado caer su cabeza con pena y resignación.

"¿Hm? ¿Por qué tan desanimada?" Preguntó repentinamente el jardinero con mucha curiosidad, ya que era raro ver a uno de los invitados de la Gran Gala estar tan alejado de los grandes salones del castillo, pues cuando los ponies llegaban a acercarse a los jardines reales, solo lo hacían por los alrededores, sin adentrarse tanto como lo había hecho esa pegaso amarilla tan finamente vestida.

Luego de suspirar deprimida, Fluttershy levantó su cabeza y miró con una triste mirada al viejo jardinero.

"Yo quería acercarme a los pequeños animalitos del jardín, pero... parece que ellos me temen." Respondió Fluttershy con mucha pena, bajando nuevamente su cabeza mientras sentía que sus sueños se habían roto. "Yo amo a los animales, y siempre soñé con estar aquí y ver a todas las exóticas y bellas especies que aquí viven, pero... si ninguno quiere acercarse o incluso verme, quizás... quizás yo no sea tan buena con los animales como pensaba." Agregó Fluttershy bajando aún más su cabeza.

Luego que Fluttershy hablara, el viejo jardinero se enterneció al darse cuenta que aquella pegaso de verdad estaba dolida por no poder acercarse a los pequeños animalitos del jardín, animales que siempre eran ignorados por los demás invitados de la Gran Gala del Galope. Entonces el jardinero puso una mirada pensativa, luego sonrió y decidió ayudarla.

"Escucha cariño, los animales que viven aquí no son como los animales silvestres que probablemente conoces. Estos animales son mucho más tímidos, criados para vivir aquí, por lo que son muy tímidos con los extraños, y más aún en esta fecha, en que el castillo se llena de extraños y el ruido de los salones los molesta." Dijo el jardinero tocando el hombro de Fluttershy, haciendo que esta levantara su vista. "Te enseñaré un truco para que ellos se acerquen. Pero si ellos confían en ti, dependerá solamente de ellos."

Entonces el jardinero se aclaró la garganta y comenzó a silbar dulcemente, tal como Fluttershy lo había escuchado antes de llegar allí, un silbido tan dulce que parecía extraño escucharlo venir de aquel viejo jardinero.

No pasó mucho tiempo, mientras el jardinero seguía silbando, hasta que las cabezas de varios animalitos se asomaron tímidamente de entre los árboles y arbustos. En cuanto vieron quién estaba allí, los animalitos tuvieron miedo al ver a esa desconocida pegaso amarillo, sin embargo, a ellos les atraía tanto el dulce silbido del jardinero, quien era él único que los acompañaba a diario en aquellos jardines, que finalmente todos comenzaron a acercarse lentamente hasta donde estaban ambos ponies.

"Un flamenco... un conejo de angora... ¡Y un walabí!" Pensó Fluttershy abriendo grande su boca de emoción y felicidad al ver que los animalitos finalmente se acercaban, pero rápidamente cerró su boca y se quedó inmóvil, queriendo evitar que los animalitos nuevamente huyeran de ella.

Una vez los animalitos rodearon a ambos ponies, estos se quedaron viendo tímidamente a Fluttershy, pues era una completa desconocida para ellos. Entonces el jardinero, sin decir nada, le indicó con los ojos a Fluttershy que intentara acercárseles, lo que Fluttershy aceptó tímidamente, tragando fuerte saliva y acercando muy lentamente un casco hacia la misma pequeña ardilla roja que había huido de ella la primera vez y que ahora se había acercado hasta allí.

"Ellos son más tímidos que los animalitos que viven cerca de mi cabaña..." Pensó Fluttershy sorprendiéndose un poco mientras lentamente iba empatizando más con los sentimientos de aquellos tímidos animalitos, usando su habilidad innata para entender el corazón de los pequeños seres.

Dusk Shine en busca de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora