Capítulo 12: El club del desayuno

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Era una calurosa mañana, el sol había salido hace muy poco pero el pueblo de Ponyville ya tenía mucho movimiento, mucho más del acostumbrado, algo normal pensando en que ese sería el último día antes que esa noche se celebrara la velada para esperar la Celebración del Sol de Verano, y ya que el pequeño pueblo de Ponyville había sido escogido como sede principal del evento, la gran mayoría de los ponies del pueblo estaban de una u otra forma relacionados con alguna tarea para preparar la celebración y todos ellos querían que la celebración dirigida por la mismísima Princesa Celestia saliera perfecta en aquel humilde pueblo, por lo mismo ya todos comenzaban a correr y a trabajar en sus respectivas labores. Pese a eso, una de las ponies que transitaba por el pueblo era una de las pocas que había dejado momentáneamente la labor que le había sido encargada para la celebración y se dirigía a tomar un pequeño descanso antes de continuar trabajando para ello, era una tímida pegaso amarilla que había quedado de juntarse con algunas de sus amigas aquella mañana. Era Fluttershy, que luego de haberse levantado temprano para alimentar a los pequeños animalitos del bosque, se había dirigido al pueblo para desayunar con sus amigas, tal como hacían una vez a la semana.

"Es muy temprano, pero todos se ven muy animados desde ya para la celebración de esta noche." Pensó Fluttershy mirando a los demás ponies, quienes como la mayoría de las veces pasaban a su lado sin notar su tímida presencia.

Fluttershy siguió caminando hasta que desde lejos vislumbró el lugar de reunión, el Café de Ponyville, una enorme y adornada casa de dos pisos con un letrero con un trébol dibujado en él, además el Café resaltaba porque afuera de él habían muchas mesas en forma de setas.

"Supongo que el orden de llegada será el mismo de siempre." Pensó Fluttershy, sonriendo tímidamente. "De seguro ella ya estará allí."

Y su premonición no falló, ya que en una de las pocas mesas ocupadas se encontraba una de sus amigas, la más puntual de todas, una yegua de piel naranja y melena rubia cubierta por un sombrero vaquero.

"¡Buenos días Applejack!" Saludó Fluttershy sonriendo, dejando de lado un poco su timidez natural ya que ahora ella hablaba con una querida amiga. "Como siempre eres la primera en llegar, espero no haberte hecho esperar."

"Para nada." Respondió Applejack sonriendo. "Tú eres la puntual, yo llegué un poco antes, es solo que siempre me levanto antes del amanecer para trabajar, por lo que no me cuesta tanto llegar temprano a una reunión, a diferencia de nuestras otras amigas."

"Hehe, supongo que tienes razón." Se rio tímidamente Fluttershy, pensando en que tenía razón, ya que ellas dos siempre eran las dos primeras en llegar cuando todas se reunían, sin embargo, si todo se daba como normalmente se daba, la siguiente de sus amigas estaría pronto de llegar.

Nuevamente, cumpliendo con lo pensado por Fluttershy, unos brincos se comenzaron a escuchar, los brincos de una yegua que siempre aparecía sorpresivamente cuando dos o más de sus amigas se juntaban, como si tuviera una alarma que le avisara que alguien se estaba preparando para una fiesta, reunión u otro evento.

Los brincos se escucharon más cerca, haciendo que Fluttershy y Applejack giraran sus cabezas en dirección del sonido para ver a su amiga rosada que se acercaba hacia ellas, entonces la yegua rosada se detuvo frente a ellas y antes de decir nada lanzó un montón de confeti.

"¡Wiii...! ¡Hola Applejack! ¡Hola Fluttershy!" Dijo la yegua rosada con gran alegría. "¡Muy buenos días!"

"Buenos Días Pinkie Pie." Saludó Fluttershy a su extrovertida amiga, sacándose el confeti que le había caído en la melena.

"Buenas." Saludó también Applejack, haciendo lo mismo que Fluttershy. "Parece que hoy estás muy feliz, más que de costumbre, y eso es mucho decir." Terminó de hablar Applejack, notando la gran sonrisa de Pinkie Pie.

Dusk Shine en busca de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora