T2 Capítulo 2.2: Un simple juego de ajedrez

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Así fue como la siguiente parada del recorrido de las yeguas fue la Boutique Carrusel, a la que llegaron rápidamente. Siempre con Sunset liderando el camino, solo que esta vez junto a Rarity, quienes se mantuvieron hablando alegremente sobre varias cosas sin importancia, siempre sonriendo, como si ambas fueran las mejores amigas del mundo. Tras ellas iban Rainbow Dash, Pinkie Pie y Spike, y un poco más atrás, Applejack y Fluttershy, quienes parecían no poder salir de sus estados depresivos luego de haber estado junto a Sunset.

"¡Vamos Applejack! No dejes que esa bravucona te deprima." Dijo Rainbow Dash acercándose a Applejack mientras caminaban.

"¿Cómo te sentirías si te dieras cuenta que tu gran talento no es en realidad nada especial?" Dijo Applejack con una mirada de dolor. Aquello hizo que Rainbow Dash se pusiera en el lugar de Applejack y le diera un escalofrío.

"Eso no me pasará a mí, ¡Nadie es más veloz que yo!" Pensó Rainbow Dash, asustada por un segundo.

"Fue solo un truco, no te dejes engañar. Y lo que dijo también es falso, son solo mentiras." Dijo Rainbow Dash, intentando en vano motivar a su amiga.

"Ella no... Ella no mentía. Ella de verdad cree todo lo que dijo... sobre que yo era inferior..." Respondió Applejack con gran tristeza, sabiendo además que eso significaba que lo que Sunset dijo sobre Dusk, también podía ser cierto.

Una vez se acercaron al hogar de Rarity, todos vieron que frente a la puerta de entrada habían tres yeguas: Daisy, Rose y Lily, las dueñas de la florería del pueblo. Las cuales se sorprendieron al ver que Rarity se acercaba junto a sus amigas.

"¡Oh, qué suerte que apareciste! Estábamos a punto de irnos." Dijo Daisy. "En la puerta había un letrero que decía que hoy no atenderías."

"Así era, querida. Pensaba entregarles los vestidos que me encargaron mañana en la mañana, pero... surgieron ciertos imprevistos que cancelaron mi viaje a Canterlot." Dijo Rarity, dando una fugaz y fulminante mirada a Sunset, quien solo se mantuvo sonriendo.

"¿¡Entonces ya terminaste los vestidos!?" Preguntó Lily emocionada.

"Casi están listos, solo me faltan algunos detalles. Pero si gustan, podemos entrar y terminarlos ahora mismo." Respondió Rarity sonriendo y abriendo la puerta de su boutique.

Una vez todos entraron, Rarity guio a las tres floristas frente a una cortina. Entonces ella descorrió la cortina con su magia y mostró tres maniquíes, en los cuales cada uno llevaba un vestido, muy parecidos entre sí, pero con algunos pequeños detalles que los diferenciaban.

"Oh... se ven muy bonitos." Dijo Rose sonriendo, acercándose para tocar la suave tela de su futuro vestido, lo que la dejó muy satisfecha al comprobar su calidad.

"Gracias querida, pero como les dije afuera, aún no están terminados, estos son solo la base de los vestidos." Dijo Rarity sonriendo. "Al vestido de Daisy pensaba agregarle un bordado de pétalos verdes en la cola y las mangas; al vestido de Lily pensaba hacerle un doblez en la cintura para que convine con un modelo de encaje precioso que tengo en mente; y a tu vestido pensaba adornarlos con algunas cintas y un patrón de flores que creo que le quedará divino." Agregó Rarity con una gran sonrisa.

"¡Qué bellos vestidos! ¡Ya puedo imaginarlos!" Agregó repentinamente Sunset con una gran sonrisa, metiéndose a la fuerza a la conversación, lo que sorprendió a Rarity, que por un segundo casi olvida que tenía algo más importante de lo que preocuparse en ese momento.

"Por supuesto que serán hermosos. No por nada soy la mejor modista de Ponyville." Dijo Rarity orgullosa, algo que también aceptaron las tres floristas, quienes asintieron al escuchar aquello.

Dusk Shine en busca de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora