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Para Sanji se habia vuelto aburrido tener que explorar la casa, no importaba cuánto avanzará, la casa seguia teniendo pasillos y pasillos con cuartos y más cuartos, no entendía el porqué tenía un casa tan enorme si solo había dos personas viviendo allí.

Pasaron varios días y era cierto lo que le había dicho la empleada, el nunca se aparecía por ahí, eran pocas las veces que lo veía y hablaban, pero no era algo que a él le importara, en realidad era mejor no tener que verlo.

Su vida había cambiado drasticamente, pero todo para bien, se sentía toda una reina viviendo con todas las comodidades del mundo, ya ni se molestaba en mover un dedo.

Al principio le costaba adaptarse a un lugar así, pero recordó el motivo por el cual decidió mudarse, no era más que para su propio beneficio y la verdad es que no se quejaba de nada.

Estaba en las comodidades de su suave cama, la puerta de su habitación fue golpeada con unos leves toques, dio permiso para entrar, se trataba de la empleada.

-Disculpe, el señor Roronoa quiere hablar con usted.

-¿ahora?-dijo somnoliento ya que acababa de despertar.

-dijo que era importante.

Sanji con toda la pereza del mundo tuvo que abandonar su cama para asi ir detrás de la chica.

Se trataba de una oficina muy elegante para su gusto, y ahí estaba el peliverde leyendo algunos papeles que suponía eran importantes.

-¿que quieres?-dijo con un tono de molestia.

-Siéntate.-La voz de Zoro era demandante, no hizo más que obedecer.-Necesito que firmemos un contrato, para que sea más formal.

-¿no crees que es algo exagerado?

-Para nada, léelo y firma.-Extendió algunos papeles frente a él y Sanji sin protestar los tomo, no sin antes hacerle mala cara.

Sanji leyo lo más rápido que pudo, le daba pereza todo tipo de tramite, pero pudo alcanzar a leer todo lo que habían hablado antes, no había nada diferente.

-¿que haré en caso de que me llegue mi Celo?

-Te comprare supresores y en caso de que sea algo imprevisto, encierrarte en tu habitación y no salgas por nada, aun no se cómo soy con un Omega en celo.

Sanji termino de firmar, dejo los papeles sobre la mesa y se levanto de su asiento listo para darse la vuelya e irse pero Zoro de nuevo habló.

-Tashigi mencionó que has estado saliendo por las noches, ¿a donde vas precisamente?

-No es de tu incumbencia.-dijo respondiendo igual qué aquella vez cuando había preguntado sobre su olfato.

Zoro no le dio importancia, era verdad, no era de su incumbencia que no hizo por saber más.

Sanji regreso a su habitación no había nada que hacer y eso lo aburría bastante, el tipo con el que vivía era un aburrido y ni sabia que hacer para entretenerce.

Nuevamente salió de su habitación para molestar un rato a Zoro y lo pudo encontrar en la sala de la casa, este se encontraba distraído en su teléfono que ni siquiera sintió cuando el rubio se sentó a su lado.

-¿iras a ver a alguien?-dijo Sanji.

-¿Cuánto tienes ahí al lado?

-No mucho, pero si lo suficiente para ver que vas a ir a verte con alguien.

-¿cuál es el problema?

-Ninguno, pero no quiero ser el único que se quede aquí aburrido, tu casa es enorme aun así no hay mucho que hacer.

ENTRE NOSOTROS//OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora